COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LAS SIETE OBRAS DE MISERICORDIA
BREVE INTRODUCCIÓN A CARAVAGGIO
Caravaggio, procedente de Lombardía, y, tras formarse en Milán, conoce su apogeo en Roma donde recibe sus primeros encargos públicos como la Capilla Contarelli.
Máximo exponente de la corriente realista del Barroco italiano, no le interesa el pasado clásico ni la belleza ideal, solo se fija en lo terrenal. Inicia el género de naturaleza muerta del Barroco.
En sus pinturas podemos observar gestos violentos, grandes escorzos, espacios angostos donde toda la acción ocurre en primer plano, aplica la técnica tenebrista llegando prácticamente a desaparecer el fondo.
Sus personajes son personas reales sacadas de la calle, prostitutas, vagabundos, pobres, que serán los modelos de sus obras, incluso para las religiosas.
Debido a su fuerte temperamento y a su gusto por tabernas y prostíbulos, no tendrá una vida tranquila a pesar de su éxito.
Tras asesinar a un hombre en una disputa, Caravaggio huye al sur de Italia perseguido por la justicia y finalmente llegará a Malta. Es en esta etapa cuando realiza esta obra destinada al altar mayor de la iglesia.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO

En Siete obras de misericordia, Caravaggio pretende reunir, en una sola escena, las siete obras de Misericordia corporales marcadas por la doctrina católica.
Si comenzamos analizando el cuadro de derecha a izquierda, las primeras figuras que vemos son una mujer joven dando el pecho a un anciano encerrado en la cárcel.
Con esta alegoría de la Caridad Romana, el artista representa dos obras: visitar a los presos y dar de comer al hambriento.
Detrás de estos aparece un diácono junto a unos enterradores que transportan un cadáver, lo que representa la obra de enterrar a los muertos.
Desplazándonos a la izquierda encontramos un grupo de personas. El joven semidesnudo que está tirado en el suelo representa la curación de enfermos.
Frente a él encontramos a San Martín, que le entrega parte de su capa, realizando la quinta obra, vestir a los desnudos. La siguiente, alojar a los peregrinos, es representada por un rudo tabernero que habla con Santiago, pintado como un joven con el sombrero y la concha.
Finalmente, la última obra es realizada por Sansón, el musculoso personaje del fondo que bebe agua de una quijada, simbolizando la acción de dar de beber al sediento.
En la parte superior encontramos un rompimiento de gloria, en el que aparecen dos ángeles entrelazados con las alas desplegadas que generan un gran dinamismo y movimiento y que anuncian a la Virgen y al niño Jesús que se encuentran observando cómo se realizan las obras.
Podemos observar algunas de las características del autor como es la ubicación donde se desarrolla la obra, una escena callejera, o a los personajes, rostros reales tomados de la calle y entornos de Caravaggio.
Con esta obra, el autor entronca con las corrientes espirituales de su época, especialmente con la de San Ignacio de Loyola, según la cual el hombre se acerca a Dios a través de la caridad.
ANÁLISIS FORMAL
Se trata de una composición muy abigarrada, con abundancia de figuras en primer plano, donde podemos diferencias tres grupos, uno sería el formado por la caridad romana y el hombre mayor junto con el diácono y los enterradores, otro que contendría al resto de personajes y un último formado por los ángeles, la Virgen y Jesús.
En cuanto al color y la luz, es más natural y, si bien es cierto que usa la técnica tenebrista, no resulta tan dramático ni teatral como en La vocación de San Mateo o en El martirio de San Mateo.
BIBLIOGRAFÍA
DE LA PEÑA GÓMEZ, Pilar: Manual básico de Historia del Arte, Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura, 2008, pags 103 – 104.