COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE SOLIDARITY OF LABOUR
CONTEXTO HISTÓRICO
La Industrialización, como fenómeno económico y social, es lo suficientemente compleja para que, solo presentar su teorización y desarrollo, con sus consecuentes particularidades nacionales, haga necesaria una extensión que irremediablemente desviaría nuestra atención del sujeto que nos compete: el arte. Sin embargo, no por ello podemos negarla u obviar la incidencia que tiene en nuestro autor.
Transgresor, comprometido e independiente son algunos de los calificativos que podríamos emplear para Walter Crane.
Hijo del retratista e ilustrador Thomas Crane, Walter se distinguió como «un artista polimorfo, capaz de girar la mano a casi cualquier tarea dentro de los campos de las artes decorativas practicadas en la Inglaterra victoriana».
Todavía en 1931, Sir William Rothenstein le recordaba diciendo: «era ilustrador, pintor, diseñador, artesano y escultor por turnos; derramó diseños para libros, tapices, vidrieras, papeles pintados, damascos y telas de algodón […], podía hacer lo que quisiera».
Su formación fue convencional, comenzando a una edad temprana en el taller familiar. Sus dotes en el dibujo no tardaron en llamar la atención de otros artistas, como el grabador William James Linton, quien lo tomó como su aprendiz.
Años más tarde, Walter reconocería que Linton no solo fue su mentor artístico, también político. Con él nacería su interés en la teoría del arte, en lenguajes tan diversos como el prerrafaelismo y el arte japonés y en figuras públicas como Ruskin.
Crane no tardó en volar solo, durante la década de 1860 se mantuvo así mismo y a su familia como ilustrador independiente de libros infantiles, trabajo por el que sería conocido una década más tarde como «el artista de la guardería».
La práctica artística de Crane pretende fracturar la jerarquía convencional de Artes Mayores y Artes Menores.
Son estas ideas y, la defensa a ultranza del papel del artesano frente a la mecanización y serialización industrial, lo que le llevaría a fundar el movimiento «Arts and Crafts» y hermanarse con el movimiento socialdemócrata británico.
ANÁLISIS FORMAL
Fue la teorización que brindó Crane a «Arts and Crafts», así como la mentalidad «art for all», lo que le llevó a la práctica socialista, terminando de interrelacionar todas sus esferas personales y generando un artista completo y sólido.
Sus lealtades políticas no tardaron en confirmarse cuando en 1884 Walter se unió a la Federación Socialdemócrata de Hyndman y, un año más tarde, a la Liga Socialista dirigida por William Morris.
Su formación ideológica le llevaría a poner sus capacidades al servicio del emergente movimiento laboralista, convirtiéndose para figuras como el propio Hyndman (1912) en «el artista del socialismo».
Ello se vislumbraría en la ilustración de medios políticos tan diversos como Clarion, Justice, Labor Leader y Commonweal, siendo este último la plataforma que empleó para la difusión de la obra que analizamos.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Junto a otros artistas, Crane se convirtió en promotor de buena parte de la iconografía socialista inglesa.
Como señaló Hobsbawm, la vanguardia artística y el movimiento obrero quedaron solapados, especialmente años más tarde, bajo el impacto de la Primera Guerra Mundial y la Revolución de 1917.
Ambos fenómenos europeos coincidirían en algo: la oposición a la ortodoxia burguesa que les catapultaba como proletarios a unas condiciones de vida misérrimas y, cómo artesanos, a una vida de operarios y fabricación en serie.
Alegato de ello sería el poema «El sueño del artesano», publicado por Crane en el periódico socialista Labor Leader.
Las obras alegóricas del autor se circunscriben casi en su totalidad a sus ilustraciones para la causa socialista. En ellas representa una idea abstracta, una «visión interna» como él mismo denominó en sus teorías, o utópica; una muestra del objetivo, el final del trayecto.
En «Solidarity of Labour» Crane presenta una visión del futuro donde los pueblos, en un alarde de internacionalismo, danzan alrededor de un mundo liberado y presidido por una personificación femenina de la libertad.
África, América, Asia, Australia y Europa, por su parte, son identificados y representados por cinco hombres ataviados con vestimentas y poseedores de rasgos físicos característicos de estos territorios. No sería la primera ni la última vez que Crane utilizó este recurso.
En «El triunfo del Trabajo» (1891), ilustración que acabó convirtiéndose en la imagen más representativa del socialismo inglés, observamos cómo el artista toma prestados símbolos y lemas de la Revolución francesa, como el gorro frigio, visible en Europa; y consignas como «igualdad» y «fraternidad», sostenidas por la Libertad.
Esta ilustración, con el paso de los años y difusión por distintos países, fue modificada dando lugar a distintas versiones nacionales, como lo muestra los ejemplares conservados en la Colección Labadie de la Universidad de Michigan.
En ellos, las xilografías han sido coloreadas y, la banda central donde se leía «solidarity of labour», es sustituida por el lema de la Internacional «proletarier aller Länder, vereinigt euch!” (proletarios de todos los países, ¡uníos!).
BIBLIOGRAFÍA
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HOLLAND, Owen: William Morris’s Utopianism: Propaganda, Politics and Prefiguration, Oxford,2017.
MILLER, Elizabeth C.: Slow Print: Literary Radicalism and Late Victorian Print Culture, Stanford, 2013.
TANCINI, Francesca: Walter Crane et ses contes de fées socialistes, La Grande Oreille. La revue des arts de la parole, 2011.
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