COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE STILL IN ONE PIECE III
CONTEXTO HISTÓRICO
A finales del año 2019 se empieza a hablar en todos los telediarios de un nuevo virus con posible origen en un mercado de la ciudad de Wuhan en China.
Wuhan es la capital de la provincia de Hubei, y tiene una población de más de 11 millones de habitantes, entre los que el virus se extiende rápidamente.
En los primeros meses de 2020 la situación empeora y sucede lo peor, el virus traspasa las fronteras Chinas y van apareciendo los primeros contagiados en ciudades europeas: Italia, España, Alemania,…en todos estos países aparecen casos de enfermos por Covid-19, primero como casos aislados que aumentan tan rápido como lo hizo en China meses atrás.
El nuevo virus resulta altamente contagioso y se extiende en poco tiempo por todo el mundo.
Millones de personas viajan cada día por motivos personales o labores entre diferentes ciudades o países, un movimiento constante que propicia que virus como este también viajen.
Los gobiernos de todo el mundo están ante una situación para la que no están preparados y se ven obligados a improvisar medidas de contención que frenen la expansión y los contagios.
Para ello toman como modelo a China y concretamente a Wuhan, ella fue la primera ciudad que optó por el confinamiento domiciliario de todos sus habitantes para evitar el contagio por contacto entre personas.
El cierre de fronteras y los confinamientos de ciudades y países enteros se extendieron por todo el mundo, se cerraron empresas y negocios de actividades no esenciales.
Por unos meses el mundo se paró. Una situación extrema con graves consecuencias económicas y sociales que todos sufriremos durante mucho tiempo.
Además de las restricciones de movimiento, las autoridades sanitarias nos señalaron algunas normas preventivas: desinfectar bien nuestras casas y nuestro entorno, lavado continuo de manos y uso obligatorio de mascarillas siempre que salgamos de casa o estemos con personas no convivientes.
Estamos viviendo en primera persona un momento histórico que las generaciones futuras estudiaran en sus clases de historia, un momento como tantos otros que se llevan sucediendo a lo largo de toda la historia del mundo y que suponen un punto de inflexión para el curso de la vida.
Los creadores artísticos buscan su inspiración en todo lo que les rodea, en su experiencia vital o en la de la sociedad en la que viven, por lo que acontecimientos como el que estamos viviendo tiene su reflejo en el mundo del arte y no es de extrañar que empiecen a surgir piezas como la que protagoniza este post.
ANÁLISIS DE LA OBRA
El artista de origen chino Johnson Tsang, residente en Hong Kong, es especialista en expresar sentimientos y sensaciones a través de sus sorprendentes rostros de porcelana que nunca dejan a nadie indiferentes.
Recientemente ha creado esta delicada pieza también en porcelana, la tercera de una serie que titula Still in one piece, que tienen un tema común: el beso.
En esta tercera pieza de la serie reproduce la imagen de dos mascarillas que adoptan la forma de los rostros a los que cubre y se funden en un beso. Desde hace meses el uso de las mascarillas es obligatorio y está totalmente normalizado en nuestro día a día.
La reproducción de las mascarillas es muy fiel y se identifican claramente. El artista tampoco se olvido de los detalles como los pespuntes de las costuras, las arrugas de los lados o las tiras que las ajustan perfectamente al rostro y la cabeza de sus portadores.
La ligereza y delicadeza de las formas y el material da como resultado uno pieza dinámica, de aspecto casi etéreo. Su blancura refleja pureza, tan pura como el amor que provoca ese beso.
La obra nos invita a reflexionar sobre la situación y sobre las relaciones. Las mascarillas perfectamente ajustadas con los rostros traducen los rasgos de los rostros que se protegen tras ellas y nos invitan a imaginar a los protagonistas implícitos de la escena: una pareja de enamorados que no se resiste a besarse.
La complicada situación sanitaria en la que vivimos ha hecho que cambiemos nuestros hábitos y la forma de relacionarnos, el miedo a un posible contagio condiciona y limita nuestras demostraciones de afecto como abrazos, caricias o besos, debemos ser prudentes y mantener la distancia de seguridad. Pero esta pareja desafía al miedo y traspasa el límite de la distancia segura para demostrarse su amor.
Still in one piece III es un canto a la esperanza, a pesar de todo lo que está pasando, de lo dramático de la situación, nosotros seguimos aquí, seguimos viviendo y tenemos que adaptarnos y continuar con nuestras vidas y con nuestras relaciones.