COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE TARDE DE DOMINGO EN LA ISLA DE GRANDE JATTE
CONTEXTO HISTÓRICO
El postimpresionismo
Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte, es obra del pintor postimpresionista Georges Seurat, quien intentaba junto a Van Gogh y Gauguin sacar al arte de la captación momento fugaz, entendiendo esto, como una limitación del Impresionismo. Buscaban, de esta forma, dar solidez y atemporalidad a sus obras.
Seurat lo hará a través del Puntillismo. Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte, es considerada una de las pinturas mas importantes de todo el siglo XIX.
A diferencia de Van Gogh, hombre honesto pero emotivo, y de Gauguin, el vividor; Seurat era un hombre serio, que vivía apartado de su familia, que tenía vocación de artista, pero también de científico.
Se encerraba en su estudio, donde pintaba en el interior, al contrario que los impresionistas que lo hacían al aire libre(plen air). No obstante para la preparación, si que buscaba inspiración en el exterior, haciendo unos bocetos llamados “ croutons” que luego modificaba en el taller.
Seurat construiría una técnica que consistía en hacer que la pintura pareciera estática en el tiempo, serena e inalterable, que su escena fuera eterna.
En palabras de Will Gompertz, autor del influyente libro: ¿Qué estás mirando? 150 años de Arte Moderno.
Las nuevas teorías del color
Sin embargo, supo aprovechar las innovaciones que se hicieron en el uso del color . A través de estudios científicos basados en la rueda de color de Michel-Eugene Chevreul, y una nueva metodología, los codificó de manera científica.(veáse galería).
George Seurat decidió colocar los colores uno al lado del otro de tal forma que, el resultado otorgara a la obra de arte un revestimiento científico.Una vez más , vemos la búsqueda de la intemporalidad, la búsqueda de la esencia de las cosas marcará el camino a un nueva forma de hacer pintura.
No debemos olvidar que estamos en los años ochenta del siglo XIX, la ciencia esta cambiando la vida y la fisonomía de París, y se está construyendo la torre Eiffel, obra maestra de la arquitectura del hierro diseñada con precisión matemática.
ANÁLISIS FORMAL
Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte, es una de las obras mas importantes de George Seurat, protagonista de una nueva técnica, llamada puntillismo ó divisionismo.
El puntillismo
Son pinturas hechas a partir de contraponer distintos puntos de pigmentos puros sobre un lienzo blanco. Seurat se dio cuenta de que cuanto más espacio dejaba entre los puntos de color (más blanco entre ellos) más sensación de brillo producía.
Por ello, el tamaño del lienzo debía ser grande, para dejar que los colores respirasen. En Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte , los colores incluso vibran.
Para este cuadro Seurat, empleó el nuevo pigmento amarillo de zinc, más visible en las zonas amarillas iluminadas, también naranjas y azules.
Al terminar la pintura, el amarillo empezó a apagarse produciendo efectos marrones en su lugar.
Basado en el estudio de la teoría óptica del color, esta técnica produce en el espectador, una paradoja, pues para apreciarla bien en su totalidad, en lugar de acercarnos, nos debemos alejar.
Si observamos la pintura muy de cerca, lo único que veremos serán puntos de colores unos junto a otros. Sin embargo, al alejarnos nuestro cerebro traduce esa disposición de colores dándoles forma.
Es el espectador el que mezcla los colores, en su mente, cerrando un nuevo componente en el dialogo obra de arte -público.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Tarde de domingo en la isla de Grande Jatte es la representación de la sociedad parisina durante la III República, que empieza a diversificarse.
Serán las clases medias y la burguesía las protagonistas de la época inundando las calles en un recién inaugurado «tiempo de ocio».
La toma de las calles se produce tras la reforma que hizo el Baron Georges-Eugene Haussmann, transformando la parís medieval de calles estrechas en amplias avenidas y las orillas del sena en parques de paseo.
La escena muestra cómo los parisinos pasaban las tardes de ocio con buen tiempo en la «Ciudad de la luz». Aparentemente es una escena donde no ocurre nada, incluso parece una foto. Nada se mueve, todo permanece.
Sin embargo, no debemos dejarnos engañar por la aparente serenidad que de manera premeditada el autor nos presenta.
Los símbolos
Una lectura más atenta a su simbolgía nos revela la verdadera sociedad parisina de la época.
El mono representa la prostitución, la mujer que lo porta es la amante del hombre del monóculo. En esta época el adulterio era considerado, casi como una obligación moral de los hombres de cierta clase social.
Estaba mal visto que un hombre no tuviese amantes , pues significaba que no tenía suficiente capacidad económica para mantener dos hogares.
Son numerosas las referencias de los pintores del siglo XIX a estas figuras femeninas, con las que mantenían una relación fuera del matrimonio.
Por ejemplo la famosa obra de Manet, Olympia, que generó un escándalo pues era frecuentada por hombres y de sobra conocida entre las esposas. (véase galería).
La mezcla de clases se puede apreciar en la figura del remero tumbado fumando en pipa, los militares al fondo, e incluso en la moda.
Las figuras femeninas van ataviadas elegantemente con el corsé que hacía resaltar sus figuras, tan característico de la moda del París de fin de siglo.
Sin embargo, hay cierta diferencias en cuanto a la riqueza de tejidos entre las señoras; la que está sentada bordando y también la figura central, y la mujer que lleva al mono.
Las dos primeras corresponderían a la clase media, mientras que la tercera, estaría en una posición social más elevada. Todas llevan sombrero, pues ninguna mujer decente debía salir sin ellos.
La obra como vemos ,a pesar de su aparente simpleza no es nada sencilla. La doble moral está al descubierto, la hipocresía de lo “respetable” .
La composición
Cada vez que contemplamos Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte, descubrimos algo nuevo, y eso es así, porque en la escena aparecen 50 personajes, 8 barcos, 3 perros, varios árboles, un mono, y un sinfín de detalles naturales que vemos en las hojas, en el cielo o en el césped.
Las figuras, tendentes a la geometrizacion de sus volúmenes, son capaces de transmitirnos esa sensación de solidez, que tanto buscaba Seurat.
Su aspecto rígido y casi irreal, como muñecos carentes de vid a que no dialogan entre sí, contrastan a su vez, con la viveza del color.
Es cierto que la armonía de colores primarios está realizada a la perfección, como si nos meciésemos en un suave transición, pero la técnica no tiene nada de impresionista, no es fugaz, no es real, no transmite vida.
Dejándonos, a veces, una sensación de añoranza, desazonadora y surrealista. Otras veces en cambio, el color nos aporta una contemplación mas vívida y optimista.
Por ese motivo nunca, esta obra, se ve de la misma manera. De hecho, se ve con distintos ojos si escuchamos a nuestro interior.
Entonces aparece el verdadero interprete de la pintura, nuestro Yo, que se identifica con colores, vibrando al son de los latidos del corazón.
CONCLUSIÓN
Sea cual sea la impresión que nos llevemos de la contemplación de Tarde de domingo en la isla de Grande Jatte, la obra es un claro testigo de su época. Es el testimonio de la vida de aquellas personas que paseaban junto al Sena una tarde de domingo en París.
Ésta, es la verdadera intención del artista al pintar la obra, que permaciese inalterable. El instante que fue y quedó congelado para toda la eternidad.
Algunos estudiosos la comparan con la figuración escultórica que se prácticó durante el Renacimiento, o incluso más allá en el tiempo, existen teorías relacionadas con el hieratismo del Arte egipcio.
Como vemos en la aparente sencillez se esconde un mensaje y una reflexión profunda y erudita , un ejercicio intelectual abierto a todos aquellos que amamos el Arte.
Estas ideas sobre la Tarde de domingo en la isla de la Gran Jatte, nos llevan a replantearnos un nuevo diálogo con la obra. Cada vez la observamos de una forma diferente y más profunda, a medida que aprendemos a desvelar los secretos del blanco entre sus puntos de color.
CURIOSIDADES
Seurat pasó entre 2 a 3 años pintando el cuadro, metido en su estudio concentrándose en los bocetos del parque y sus figuras con el fin de perfeccionarlas. El cuadro fue expuesto por primera vez en la octava exposición colectiva del grupo impresionista en el año 1886.
La isla de Grande Jatte se encuentra en el río Sena. Durante mucho tiempo fue un espacion de actividad industrial, un sitio poco acogedor e insalubre.
Tras la reforma de París antes comentada, pasó a ser un espacio agradable, para uso de los viandantes, albergaba jardines públicos y zonas de recreo y ocio en contacto con la naturaleza.
Como curiosidad o mas bien fatalidad, cabe decir que los 3 pintores postimpresionistas que hemos nombrado, compartieron también una muerte temprana.
El suicidio de Van Gogh con 37, dejó a Seurat espantando, cuya muerte se produciría cuando sólo tenía 31 años de meningitis. Posiblemente se la contagió su hijo pequeño que murió con quince días. Su repentina muerte nos privó de ver más obras suyas, debido al tiempo que implicaba pintar un obra puntillista.
De su corta vida, resalta en gran medida Tarde de domingo en la isla de Gran Jatte, Baño en Asniéres y La torre Eiffel.
Según su amigo y continuador del puntillismo, Paul Signac :
“Nuestro pobre amigo se mató de tanto trabajar”.
Paul Signac
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GALERÍA DE IMÁGENES
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA:
Google Arts and Culture:
https://artsandculture.google.com/asset/a-sunday-on-la-grande-jatte/twGyqq52R-lYpA?hl=es
Re-enmarcando Tarde de domingo en la isla de Grande Jatte:
https://www.youtube.com/watch?v=Xnd0JeZabb0&t=25s
Wikipedia
https://es.wikipedia.org/wiki/Tarde_de_domingo_en_la_isla_de_la_Grande_Jatte
GOMPERTZ, Will: ¿Qué estás mirando? 150 años de Arte Moderno. 2012 Penguin Random House.
E.H.GOMBRICH: La historia del arte. Decimosexta edición. Editorial Phaidon.
ARNOLD HAUSER: Historia social de la literatura y el arte. Ediciones Guadarrama.