COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE TOMOE GOZEN EN LA BATALLA DE AWAZU
CONTEXTO HISTÓRICO
El siglo XIX en Japón fue un periodo muy importante por los grandes cambios que se fueron sucediendo en todos sus aspectos.
El país se vio inmerso en una etapa, como fue el Periodo Edo (1606-1868) que destacó por el cierre de fronteras al exterior sin apenas contacto internacional, solo mínimamente con la Compañía Neerlandesa de las Indias Orientales a través de la isla de Dejima, en la bahía de Nagasaki, al sur del país.
Este hecho provocó que el corazón de la cultura y la sociedad niponas estuviese en los grandes barrios “de placer” de las grandes ciudades como Edo (la capital en aquel momento, actual Tokio), Kioto o Yokohama. Lafcadio Hearn, en su libro Japón: Un intento de interpretación, del año 1904, comentaba las siguientes líneas que recogen muy bien este espíritu japonés de la época:
“La mentalidad nacional estaba obligada a buscar refugio para huir de la monotonía de la existencia tanto en el estudio como en la diversión. El régimen Tokugawa había permitido que la imaginación volara en parte libremente en las direcciones del arte y la literatura, y en esas direcciones la personalidad encontró maneras en las que reafirmarse y dar rienda suelta a la creatividad. […] Fue una época de disfrute popular, de cultura general y de refinamiento social”.
Es aquí donde entra el grabado ukiyo-e o “pinturas del mundo flotante”, que refleja a la perfección toda esta serie de temáticas: son muy comunes las estampas dedicadas a los actores de teatro kabuki más importantes del momento, la representación de luchadores de sumo, geishas/cortesanas, a lo que se tendría que añadir otro tipo de temas como los paisajísticos (donde la representación del Monte Fuji o el agua estaban a la orden del día), eróticos, literarios, históricos o bélicos.
En relación a esto último se puede destacar al personaje principal de la obra, Tomoe Gozen, una de las mujeres samuráis más importante de toda la historia japonesa.
ANÁLISIS FORMAL
La obra Tomoe Gozen en la batalla de Awazu o Resplandor vespertino en Awazu (Awazu yusho 粟津夕照) está realizada en el año 1852 (7ºmes) y tiene unas dimensiones de 35,90 centímetros de altura por 24,30 centímetros de anchura.
En ella solo aparece la guerrera Tomoe Gozen, una de las onnabugeisha más relevantes de Japón, por ello ha sido comúnmente representada en este tipo de grabado por muchos de los artistas del momento.
Esta imagen forma parte de la serie llamada Brillantez militar de los ocho puntos de vista (Yobu hakkei 燿武八景).
El artista que la realiza es Utagawa Kuniyoshi, uno de los más destacados grabadores nipones de mediados del XIX, mientras que fue publicada en Edo por el editor Enshuya Matabei. Actualmente se encuentra en posesión del Departamento de Asia del British Museum, donde fue donada en el año 2008 por parte del profesor Arthur R. Miller, quien tenía más de 1800 grabados del maestro Kuniyoshi y que cedió al museo en su totalidad.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Como ya he comentado anteriormente, este tipo de representaciones de guerreras samuráis eran muy comunes, sobre todo las de Tomoe Gozen, ya que siempre ha sido un personaje histórico que ha destacado por su gran valentía y fortaleza en batalla.
Se estima que Tomoe nació alrededor del año 1157 dentro de una familia de samuráis, siendo entrenada desde pequeña con el nagigata (un tipo de arma con forma de asta), por lo que suele aparecer representada con armas como en esta obra.
No deja de ser la cabeza visible y conocida de este pequeño grupo de guerreras que se hicieron hueco en este mundo bélico, algo que no era nada común.
Otros nombres serían las de la emperatriz Jingu (de quien se piensa que solo es pura leyenda), Hojo Masako, Mochizuke Chiyome y Nakano Takeko.
Entrando ya en la descripción pura del grabado, Tomoe aparece ataviada con la vestimenta típica de un samurái en plena batalla. Sobre todo, destaca la gran armadura que se colocaban, muchas veces protegida con láminas de hierro, para aguantar cualquier ataque de un enemigo.
A pesar de ello, justo aparece reflejada en el momento en el que varias flechas fueron clavadas en su armadura, cabalgando después de terminar la famosa batalla de Awazu o Awazugahara.
Otro hecho a destacar de la obra es que la cara de Tomoe no demuestra ningún miedo o temor por el momento que acaba de suceder, reflejando esa valentía de la que hemos hablado anteriormente. Kuniyoshi la representa en la obra fielmente a como se hablaba de ella en el famoso “Cantar de Heike” o “Heike Monogatari”, donde se la describe de la siguiente manera:
“Tomoe era especialmente hermosa, de piel blanca, pelo largo y bellas facciones. También era una excelente arquera y como espadachina era una guerrera que valía por mil, dispuesta a confrontar un demonio o un dios, a caballo o en pie. Domaba caballos salvajes con gran habilidad; cabalgaba por peligrosas pendientes sin rasguño alguno. Cuando una batalla era inminente, Yoshinaka la enviaba como su primer capitán, equipada con una pesada armadura, una enorme espada y un poderoso arco; y ella era más valerosa que cualquiera de sus otros guerreros”
Incluso el caballo en el que cabalga Tomoe también muestra en una expresión de valentía y fortaleza. La escena se enmarca en un ambiente grisáceo, ya que el momento del día en el que se representa es el atardecer, cada vez con menos luz.
También se puede distinguir que la escena se desarrolla en una colina, por lo que se puede distinguir el ambiente montañoso.
CURIOSIDADES
Existe una controversia respecto al papel de Tomoe en el mencionado combate en el que la representa Kuniyoshi. Según algunas fuentes históricas, a pesar de la destreza que siempre tuvo en el campo de batalla, se piensa que murió en Awazu en el año 1184.
En cambio, en el famoso Heike Monogatari (mencionado anteriormente) se dice que la guerrera samurái, según la leyenda, fue una de las cinco personas que salieron vivas del combate.
La vida de este tipo de personajes, a veces más leyenda que otra cosa, es difícil de rastrear. Lo mismo ocurre con ella, ya que nunca se ha conseguido comprobar al cien por cien la existencia real de Tomoe, salvo lo que se dice en “El Cantar de Heike”, aunque si se ha podido comprobar la existencia de la tumba de su asistente Yamabuki Gozen.
Con respecto a la asidua representación de Tomoe Gozen en la estampa ukiyo-e, tenemos imágenes de su vida en múltiples grabados de artistas como el mencionado Kuniyoshi, sino también de Hiroshige, Yoshitosi, Yoshifuji o Chikanobu.
Aparece siempre representado con esa valentía que la caracterizaba, siempre al mando del ejército, dirigiéndose hacia la batalla, en plena lucha, a lomos de su fiel caballo, con el nagigata también en pleno combate, etc., por lo que la suya es una representación muy común en este tipo de grabados de temática bélica que representan a grandes héroes del pasado japonés.
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
HANE, Mikiso: Breve historia de Japón, Alianza Editorial, Madrid, 2000.
LOPEZ VERA, Jonathan: Historia de los samuráis, Satori, Madrid, 2016.
RUBIO, Carlos y TANI MORATALLA, Rumi: Heike Monogatari, Satori, Madrid, 2019.
TOGO, Ryu: Tomoe Gozen y otros relatos de mujeres samuráis, Quaterni, Madrid, 2019.
BRITISH MUSEUM: print | British Museum (Consulta: 29/10/2022)
HONOLULU MUSEUM OF ART: https://honolulumuseum.org/collections/254/ (Consulta: 29/10/2022)
UKIYO-E. ORG: Utagawa Kuniyoshi: Guerrera Tomoe Gozen en Awazu al atardecer – Guerreros brillantes para las ocho vistas – Artelino – Ukiyo-e Buscar (Consulta: 29/10/2022)
HISTORIA JAPONESA.COM: Tomoe Gozen, la mujer samurái más famosa de la historia | HistoriaJaponesa.com (Consulta: 29/10/2022)