COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE TORMENTA EN EL MAR DE GALILEA
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Nos encontramos ante una obra del pintor holandés Rembrandt, se exhibía en el Museo Isabella Stewart Gardner de Boston, Massachusetts (Estados Unidos), pero desgraciadamente se encuentra desaparecida actualmente a causa de un robo.
Esta obra fue robada en la madrugada del 18 de marzo de 1990. Los ladrones se disfrazaron de policías y robaron el cuadro y otras 12 obras de arte, en el que es considerado el mayor robo de obras de arte sin resolver de la historia.
Hay una recompensa de cinco millones de dólares para quien pueda dar datos fidedignos sobre el paradero de estas obras.
La pintura muestra uno de los primeros milagros de Jesús, más concretamente, el narrado en el capítulo 4 del Evangelio de San Marcos, cuando Jesús calmó las aguas en una tormenta en el mar de Galilea.
Se trata del único tema marino de este magnífico pintor holandés. Esta obra fue realizada en plena juventud en la que Rembrandt se autorretrata en una de las catorce personas que ocupan el bote, concretamente el que sujeta la cuerda del mástil y mira hacia el espectador.
ANÁLISIS FORMAL
Este artista holandés del barroco, es uno de los más grandes pintores de la historia del arte occidental. Su nombre completo era Rembrandt Harmenszoon van Rijn.
Fue un intérprete excepcional de la naturaleza humana y un maestro de la técnica, no sólo pictórica sino también del dibujo y del grabado. Su obra produjo un gran impacto en sus contemporáneos e influyó en el estilo de muchos artistas posteriores.
En esta obra se pueden evidenciar las características principales de sus obras: el uso del claroscuro, el manejo escenográfico de la luz y la sombra y su gran representación de las emociones humanas.
En este periodo, a diferencia que, en el renacimiento, los pintores ya no buscan la belleza ideal y la proporción, y las obras se empiezan a caracterizar por el realismo, el dramatismo, la asimetría y por su gran expresividad.
La pintura en este periodo se caracteriza por la importancia del color, que deja al dibujo en segundo plano; de la luz, uno de los elementos más importantes de la pintura barroca, pues permitía crear numerosos efectos; y por el absoluto dominio de los pintores de la tercera dimensión y la profundidad.
El rostro y los movimientos de cada uno de los tripulantes muestra su impresión por el suceso: unos se aferran aterrorizados a la vela; otros se agachan temerosos, cogiendo la cabeza y observando lo que sucede y los demás suplican a Cristo por su intercesión.
Es de destacar la apariencia de Cristo, quien se muestra arrinconado ante las súplicas de los dos discípulos frente a él.
En este punto, es interesante el brillo que usa el artista sobre la cabeza de Cristo: un ligero blanco que reluce en medio de las vestimentas oscuras de los personajes y del tenebroso mar, que alcanza su mayor oscuridad en la parte inferior a Cristo.
ROBO DE LA OBRA
Esta pintura fue robada en la madrugada del 18 de marzo de 1990. Los ladrones se disfrazaron de policías y robaron el cuadro y otras 12 obras de arte, en el que es considerado el mayor robo de obras de arte sin resolver de la historia.
Hay una recompensa de 9 millones de euros para quien pueda dar datos fidedignos sobre el paradero de estas obras.