COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE UN FILÓSOFO DA UNA LECCIÓN SOBRE EL PLANETARIO DE MESA
CONTEXTO HISTÓRICO
Nos encontramos de lleno en el esplendor del siglo de las Luces, donde la humanidad se deshizo de las tinieblas de la Edad Media, y que se caracterizó por dejar en un segundo plano a la religión para centrarse en el conocimiento que proviene desde la razón, se trata de Un filósofo da una lección sobre el planetario de mesa.
Nos enmarcamos en una época donde se propulsó la Revolución Industrial, cosa que no pasó desapercibida en el pensamiento y representaciones de Wright.
Con el pensamiento crítico que se dio desde este Siglo de las Luces, la ciencia obtuvo un papel preponderante, y se comenzó a tener una visión de progreso cultural y científico.
La ciencia fue uno de los motores principales para Wright, tanto es así, que quiso mostrar la importancia de esta en el mundo mediante sus representaciones.
En cuanto al artista Joseph Wright, popularmente conocido como Wright of Derby debido al nombre de su lugar de origen. Sus temáticas principales fueron los paisajes, retratos y sobre cultura científica. Aunque se encaje en el estilo del Neoclásico, usa elementos que nos recuerdan al Romanticismo.
El cuadro del que vamos a tratar a continuación probablemente estuvo motivado por la fascinación que sintió el artista al conocer una serie de charlas científicas que se dieron por diferentes lugares, y una de ellas fue su ciudad natal, donde la tecnología y la ciencia propulsaban la vida, incluso usándolo como reclamo para el interés del público.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La luz que desprende el planetario se debe a una luz artificial colocada estratégicamente para simular el sol y así mostrar a los asistentes el funcionamiento del sistema solar.
El personaje principal sería el propio filósofo que resalta sobre el resto por su túnica de color rojiza, además de su posición en el medio de la composición y tras el elemento más importante de este, el planetario.
La apariencia de los asistentes se corresponde con la burguesía por su indumentaria. Asimismo, a la gran mayoría de los personajes podemos verles perfectamente las facciones de sus rostros, tanto es así que se apunta a que el filósofo se podría asemejar a Isaac Newton, por las teorías recientes que este publicó.
También conocemos la identificación del hombre que se encuentra a su izquierda, el cual fue una amistad del pintor.
Lo que más nos puede llamar la atención son las expresiones faciales de los retratados, destacando la fascinación de los niños ante lo que se les estaba mostrando, aunque sin duda, este avance no dejó a ninguno de los espectadores indiferente.
El interior apenas se nos muestra, para no desviar la atención del espectador hacia el fondo o elementos superfluos; lo único que podemos reconocer es una estantería con
libros, volvemos a la referencia de perseguir el conocimiento a través de la razón, y ahí los libros juegan un papel fundamental.
ANÁLISIS FORMAL
Los claroscuros como uno de los elementos más destacables de sus composiciones, donde suele haber un foco lumínico, mientras el resto de la composición se queda sumida en la oscuridad, creando unos fuertes contrastes lumínicos dotando a la obra de dramatismo, incluso recordándonos a Caravaggio por el tratamiento de la luz.
En este cuadro vemos como el foco de luz parece emanar del propio planetario de mesa y cuya luz resplandece sobre los cuerpos de los presentes, como si la luz del saber les inundase, en especial a los infantes, los cuales se muestran sonrientes por esa fe en el progreso, ya que son las generaciones del futuro, y cuya vida debe ser guiada por la ciencia.
Es una metáfora de cómo la ciencia tiene la capacidad de iluminar la mente de las personas. También la luz ayuda a crear volumen en los ropajes de los representados.
Igualmente, por la temática nos podría recordar al cuadro de Rembrandt «Lección de anatomía del doctor Nicolaes Tulp«, donde la ciencia se defiende como motor del conocimiento. En el lugar donde se encontraba el cadáver ahora vemos el planetario.
El tamaño de esta obra es de suma importancia, porque los cuadros de grandes dimensiones son los que su temática es vital y representan hechos sociales relevantes, y en este cuadro, aunque sus personajes quedan en un segundo plano, sí que destaca el planetario ya que se apuesta porque la ciencia sea una disciplina trascendental.
BIBLIOGRAFÍA
HOLMES, Richard. La edad de los prodigios. Terror y belleza en la ciencia del Romanticismo. Ed. Turner. Madrid, 2008.
DERBY MUSEUM AND ART GALLERY: https://www.derbymuseums.org/collection/joseph-wright-of-derby/ (Consulta: 22/09/2022).
HISTORIA ARTE: https://historia-arte.com/obras/un-filosofo-da-una-leccion-sobre-el-planetario-de-mesa (Consulta:22/09/2022).
PORTAL DE FILOSOFÍA DE LA CIENCIA: http://philosophyofscienceportal.blogspot.com/2010/09/joseph-wrightart-and- science.html (Consulta: 22/09/2022).
PATH: https://blogs.eitb.eus/arte/2010/05/24/un-filosofo-da-una-leccion-sobre-el- planetario-de-mesa-de-joseph-wright-of-derbi/ (Consulta: 22/09/2022).