COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE UNA CHICA LEYENDO
ANÁLISIS FORMAL
La escena retratada en “A Girl Reading” nos muestra a una joven sentada en un banco de mármol, ubicado en lo que parece ser un jardín lujoso y bien cuidado. La elección de este entorno no es casual; el jardín en la tradición artística europea ha sido un símbolo de pureza, retiro espiritual y, en muchos casos, una extensión del ideal doméstico, que durante la época victoriana se valoraba enormemente.
La luz dorada que envuelve a la joven acentúa la sensación de paz y recogimiento, filtrándose suavemente entre las hojas cercanas y creando un juego de luces y sombras que añade profundidad y realismo a la escena.
La joven lleva un vestido de un blanco casi inmaculado, que fluye en delicados pliegues hasta sus pies, mostrando la habilidad de Perugini para manejar la textura y la fluidez del tejido. Este uso del color blanco no es meramente decorativo; tradicionalmente, el blanco ha sido asociado con la pureza y la inocencia, cualidades que son claramente evocadas en esta obra. El vestido, con su suave brillo, contrasta con el banco de mármol, reforzando la idea de un entorno noble y sereno.
El rostro de la joven es un estudio en sí mismo. Su expresión es tranquila, absorta, casi melancólica, lo que sugiere un estado de introspección profunda. Sus ojos están ligeramente dirigidos hacia abajo, no en el libro, sino en un punto indefinido, como si estuviera inmersa en sus propios pensamientos, más allá de las palabras que tiene frente a ella. Este detalle es crucial, ya que no sólo indica un momento de reflexión personal, sino que también conecta al espectador con el mundo interior de la figura representada.
En su otra mano, la joven sostiene con cuidado una pequeña flor blanca. La inclusión de esta flor añade un elemento adicional de simbolismo a la obra. Las flores blancas, en particular, han sido utilizadas en el arte como símbolos de pureza, inocencia y, en algunos casos, de efímera belleza, recordándonos la naturaleza pasajera de la juventud y la vida misma.
Este detalle, aparentemente sencillo, enriquece la narrativa visual de la pintura, sugiriendo una conexión entre la naturaleza transitoria de la vida y el momento capturado en la pintura.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
Desde un punto de vista iconográfico, “A Girl Reading” es una obra rica en significados que reflejan muchos de los valores y creencias sociales de la era victoriana. La representación de una mujer joven en un acto de lectura privada no es un tema nuevo en el arte, pero en el contexto de la Inglaterra del siglo XIX, adquiere un significado especial.
La época victoriana valoraba enormemente el papel de la mujer como guardiana de la moralidad y la educación en el hogar, y la lectura era vista como una actividad que fomentaba la virtud, la introspección y el conocimiento.
El libro que aparece no es simplemente un objeto, sino un símbolo de su educación y su estatus social. En una época en la que la educación femenina empezaba a ser más accesible pero aún estaba restringida a las clases altas, la figura de una mujer leyendo era un ideal a seguir. El libro, por tanto, no solo representaba el conocimiento, sino también la introspección y la capacidad de reflexión, cualidades que eran muy valoradas en las mujeres de la época.
El entorno natural, cuidadosamente representado, también es significativo. Los jardines en el arte europeo han sido durante mucho tiempo símbolos de pureza, fertilidad y refugio. En esta pintura, el jardín actúa como un espacio seguro y privado donde la joven puede entregarse a la contemplación, lejos de las miradas del mundo exterior. Este retiro en la naturaleza refleja la idea victoriana de que el hogar y sus alrededores eran los lugares donde las virtudes femeninas podían florecer lejos de las corrupciones de la vida pública.
La flor blanca que sostiene la joven en su mano es otro detalle cargado de simbolismo. En el lenguaje de las flores, que era muy popular en la época victoriana, las flores blancas eran símbolos de pureza, inocencia y castidad. Sin embargo, también podían representar la efimeridad de la vida y la belleza, temas que eran comunes en la poesía y el arte de la época. En este contexto, la flor añade una capa de melancolía a la escena, sugiriendo que la juventud y la belleza de la joven son tan transitorias como la vida de una flor.
CURIOSIDADES
Una de las curiosidades más destacadas de Perugini es su matrimonio con Kate Dickens, la hija del famoso escritor Charles Dickens.
Este matrimonio le permitió estar en contacto con la élite cultural de la época y, sin duda, influyó en su perspectiva artística. La relación con la familia Dickens le dio acceso a un mundo literario y artístico que enriqueció su trabajo, y es posible que la influencia de Dickens se refleje en la atención de Perugini a los detalles narrativos y la exploración de la psicología de sus personajes.
La pintura “A Girl Reading” es un ejemplo clásico de cómo Perugini pudo combinar su habilidad técnica con una profunda sensibilidad hacia los temas de su tiempo.
Aunque no se tiene una ubicación exacta de dónde se encuentra la obra en la actualidad, se sabe que muchas de las obras de Perugini han pasado a formar parte de colecciones privadas, y ocasionalmente aparecen en subastas o exposiciones temporales dedicadas al arte victoriano. Esto añade un elemento de exclusividad y misterio a su obra, que sigue siendo muy apreciada por coleccionistas y amantes del arte.
GALERÍA DE IMÁGENES
BIBLIOGRAFÍA
- Barringer, T. J. (1999) Reading the Pre-Raphaelites.
- Ormond, Leonée (1995) Victorian Women: A documentary account of Women’s lives in nineteenth-century England, France, and the United States.
- Davis, Paul, B. (2016) Charles Dickens A to Z: The essential reference to his life and work.
- Borzello, Frances (2012) Seeing Ourselves: Women’s self-portraits.
- Treuherz, Julian (1993) Victorian Painting.