COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE UNA COFRADÍA PASANDO POR LA CALLE GÉNOVA, SEVILLA
CONTEXTO HISTÓRICO
Era ya a finales del primer tercio del siglo XIX en Andalucía cuando comenzó a aparecer la pintura de corte costumbrista, que, relacionada con la mentalidad romántica, tuvo como fin la proclamación y afirmación de la identidad propia de cada pueblo.
Tras la Guerra de la Independencia, España experimentó un auge en la difusión de sus relatos tanto orales como escritos, alzándose como un foco de atracción para los viajeros románticos europeos, quienes, eclipsados por el exotismo que desprendía su historia.
El carácter de sus gentes y lo primitivo de sus costumbres, prestaban especial atención al contraste generado en cuanto a “lo extranjerizante” de las clases burguesas que dejaban de lado y perdían sus raíces motivadas por las tendencias foráneas importadas.
Mediante el costumbrismo se reflejará la sociedad moderada, pues trata de emular el deseo de orden y seguridad del pueblo, el cual, superviviente de una cruenta guerra contra la Francia napoleónica, de ahora en adelante tendrá la libertad para disfrutar de su patrimonio, festividades y tradiciones, enorgulleciéndose de ello, sinónimo de la ausencia de tensiones durante la época, coincidiendo el auge del estilo con el período del reinado de Isabel II.
Con ello, cabe destacar el mecenazgo ejercido en Sevilla, principal foco de esta corriente, por los duques de Montpensier, Don Antonio de Orléans y Doña Luisa Fernanda de Borbón, hermana de Isabel II.
Establecidos en la ciudad hispalense tras los sucesos de 1848, instalaron en el Palacio de San Telmo una importante colección pictórica, la cual comprendía numerosas obras de afamados artistas nacionales y franceses, reafirmando su defensa por los valores tradicionales de “lo español” como propaganda de la nueva situación política y, sobre todo, actuando como protectores de la inmensa mayoría de artistas sevillanos del momento, para conformar la pinacoteca de mayor envergadura de corte contemporáneo.
ANÁLISIS DE LA OBRA
Nos encontramos ante un género cuyos personajes sufren una acusada tipificación, y donde las escenas representadas se muestran como definidoras de una ciudad, región o colectividad.
De esta forma, no solo se trata de plasmar las peculiaridades de la urbe sevillana mediante calles y monumentos, sino que se lleva esto a su máxima expresión a partir de la creación de ámbitos perfectamente localizables.
En este caso, se aprecia la confluencia de la Plaza de San Francisco con la calle Génova, un lugar muy solicitado por la burguesía decimonónica para contemplar los actos llevados a cabo en festividades religiosas tales como la Semana Santa, motivo principal de la obra.
Así, la Semana Santa junto con el Corpus, se convirtió en una de las iconografías más populares del género desde la segunda mitad de la centuria en adelante, puesto que trata de ejercerse una labor documental debido al relativo abandono de las escenas folclóricas originado en la primera etapa del costumbrismo.
Con ello, en este lienzo el artista refleja el paso de una procesión por la ya citada calle Génova, sobre la cual se agolpa el público en las aceras que salvan su empedrado para presenciar el acto.
En la multitud destaca la representación de damas sentadas, ataviadas con mantilla negra en señal de luto por la muerte de Cristo, y acompañadas por caballeros que se sitúan de pie a sus espaldas.
Ante la muchedumbre desfilan nazarenos con hábito negro, dispuestos en dos hileras y levantando sus cirios encendidos hacia el centro, como escoltas de Jesús, quien reposa crucificado entre faroles de plata.
Asimismo, se vislumbran elementos característicos como estandartes propios de la cofradía y, a lo lejos, se aprecia la imagen de una Virgen Dolorosa bajo palio, iluminada por filas de llameantes velas.
De esta manera, el carácter romántico se potencia en la composición a través de una síntesis entre lo tradicional y lo formal, mediante una escena cotidiana capaz de evocar profundos sentimientos utilizando como recurso el contraste cromático entre lo claro y lo oscuro.
CURIOSIDADES
Una cofradía pasando por la calle Génova, es encargada por los duques de Montpensier a Alfred Dehodencq, constituyó una pareja de pinturas junto a Un baile de gitanos en los jardines del Alcázar delante del pabellón de Carlos V, también presente en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.
Tanto Don Antonio de Orléans como Doña Luisa Fernanda de Borbón solicitaron para su colección “dos cuadros bastante grandes, que pondrían de manifiesto: uno, el aspecto religioso, y otro, el voluptuoso de España”.
Con ello, resulta destacable que el artista no trató de representar a una cofradía concreta, sino el orden y el modelo de las procesiones celebradas en la Sevilla del siglo XIX.
BIBLIOGRAFÍA
PÉREZ, Gerardo: “Pintura decimonónica en la corte sevillana de los duques de Montpensier.”, El siglo XIX: el arte en la corte española y en las nuevas colecciones peninsulares, 2020.
REINA, Antonio: “El costumbrismo en la pintura sevillana del siglo XIX.”, Romanticismo 6: Actas del VI Congreso. El costumbrismo romántico, 1996.
RUESGA, Juan: “La comitiva. Una reflexión sobre las procesiones de Semana Santa de Sevilla.”, Discurso de recepción de Juan Ruesga Navarro como Académico Numerario en la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, 2020.
SÁNCHEZ, Margarita: “Cofradía penitenciales en la pintura sevillana de los siglos XIX-XX.”, Religiosidad popular: Cofradías de penitencia, vol. 2, 2017.
WEBGRAFÍA
DR. CÉSAR LÓPEZ GÓMEZ: https://cesarlopezgomez.com/una-cofradia-de-sevilla-en-el-museo-thyssen-malaga/ (Consulta: 27/11/2022)
MUSEO CARMEN THYSSEN MÁLAGA: https://www.carmenthyssenmalaga.org/obra/una-cofradia-pasando-por-la-calle-genova,-sevilla (Consulta: 25/11/2022)