Venus recreándose en la música

Ficha técnica

Título: Venus recreándose en la música
Autor: Tiziano Vecellio
Cronología: hacia 1550
Estilo: Renacimiento
Materiales: óleo sobre lienzo
Ubicación: Museo del Prado (Madrid).
Dimensiones: 138×222 cms.

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE VENUS RECREÁNDOSE EN LA MÚSICA

CONTEXTO HISTÓRICO

La obra Venus recreándose en la música es un lienzo de la época madura de Tiziano Vecellio, pintor veneciano de los más importantes del siglo XVI, cuya bottega trabajó para los más importantes reyes y mecenas de su época, como los monarcas hispánicos Carlos I y Felipe II.




Tiziano es un autor muy prolífico, pues a la fama de su estilo se une la longevidad de su vida, muriendo con ochenta y seis años, habiéndose formado en su juventud una vez llegado a Venecia junto a los hermanos Bellini y posteriormente asociándose con Giorgione.

Venus recreándose en la música es un excelente exponente de las características de Tiziano y de la escuela de pintura veneciana al tratar de una manera notable una escena de carga erótica cercana a la mitología, con presencia del desnudo y todo ello con un gran dominio de color.

Venus recreándose en la música
Venus recreándose en la música, obra de Tiziano. Foto: Museo del Prado.

Hay que tener en cuenta que las escenas mitológicas en la cultura del Renacimiento tienen una importancia primordial dentro de los géneros pictóricos, pues se hallaba en la cúspide de la jerarquía de géneros pictóricos considerada como “pintura de historia”, pudiendo tener una narrativa bastante flexible como se observa en esta obra.

Por su parte, el desnudo posee un estatus importante en la época renacentista al asimilarlo al arte de la Antigüedad clásica y al ser mediante la representación humana la forma en la que los artistas podían demostrar su valía a la hora de desarrollar las proporciones, expresiones y emociones de los personajes, siendo precisamente la mitología donde mejor incluirla, pese a las restricciones morales, pues no hay que olvidar que obras como esta Venus recreándose en la música solían hallarse en espacios privados de palacios de la nobleza o realeza y en muchas ocasiones tapados con cortinas y solo en ocasiones podían verse.

Así mismo cabe citar que Tiziano es el primer pintor de la escuela veneciana donde el desnudo femenino ocupa un lugar preponderante a nivel cuantitativo en su obra.

Junto a la representación mitológica y del desnudo, la tercera característica es el tratamiento del color, principal aportación de la escuela veneciana de pintura, el cual se relaciona en la Edad Moderna con lo emotivo, sensorial y la persuasión; frente a la pintura donde prima el dibujo como puede ser la florentina, que se estimaba en la época como más normativa o intelectual.

La Venus recreándose en la música del Museo del Prado pertenece a un grupo no homogéneo de cinco pinturas de similar temática y composición, siendo considerada por los expertos como la primera de ellas realizada, fechándose en torno a 1550 y perteneciendo en su origen a Francesco Assonica, pasando posteriormente a Carlos I de Inglaterra, adquiriéndola en la almoneda tras la ejecución del monarca inglés la corona española en época de Felipe IV, estando inventariada en el Alcázar de Madrid en 1666.         

ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO

En primer plano se puede observar una escena con dos personajes, a nuestra izquierda una figura masculina vestida a la usanza noble coetánea de la pintura, es decir, como un elegante caballero del siglo XVI, quien está interpretando una pieza musical al órgano en cuyos tubos metálicos se refleja la luz, y quien se vuelve para mirar a la mujer desnuda recostada en el propio lecho donde él mismo también se sienta, siendo el tema en el que se insertan músicos y mujeres desnudas algo que el pintor retoma con esta obra, pues previamente ya lo había abordado en obras como el Concierto campestre del Museo del Louvre.

La mujer, sobre una cama cubierta con un tejido de terciopelo que deja ver los reflejos sedosos gracias al colorido veneciano y que otorga viveza a la obra, parece ajena al caballero pues no le devuelve la mirada, sino que está atenta y juega con el perrillo que se levanta hacia ella.

Desnudo femenino de Venus recreándose en la música. Foto: Museo del Prado

La figura femenina muestra un canon propio de esta etapa en la obra de Tiziano, donde la mujer se presenta de manera más opulenta que en sus obras tempranas como puede ser la Venus de Urbino, obra que quizá pueda tener un simbolismo idéntico a esta Venus recreándose en la música.

Del mismo modo se puede apreciar cómo el pintor pasa desde sus primeras obras donde suele representar personajes similares y en donde la mujer aparece tumbada a presentarlas recostadas, característica junto a una pincelada más suelta y con menos definición (como si fuera “pintura de manchas” como indicaba su coetáneo Lodovico Dolce), de la evolución de Tiziano.

Con un cortinaje rojo recogido (recurso ampliamente utilizado por los pintores durante toda la Edad Moderna) se abre una gran ventana a un jardín donde se evidencia un lejano punto de fuga al que ayudan las dos hileras de altos árboles.

En la zona ajardinada a modo de locus amoenus (lugar placentero donde llevar una existencia sensual, con agua y vegetación) se ven distintas figuras que ayudan a interpretar y dar un posible significado a la obra: la fuente con un sátiro y su implicación sexual junto al pavo real que hay en ella en alusión a la fecundidad, los ciervos con una simbología similar a lo anterior; el burro como símbolo del amor eterno y la pareja que pasea también en representación de unión amorosa.

Detalle del jardín. Foto: Museo del Prado.

Junto a ello, algunos detalles de las figuras principales que se encuentran en el interior también dan pistas acerca de la iconografía del lienzo: se ve que tanto el hombre como la mujer no tienen unos rostros idealizados, y que pese a que no se miren muestran cercanía entre ellos.

Así mismo la dama luce en su mano derecha una alianza matrimonial a la vez que carece de atributos que puedan identificarla como Venus, mientras que el perro alude a la fidelidad.

Por todo ello posiblemente el significado de Venus recreándose en la música tenga un contexto dentro de la decoración de una cámara nupcial, pues todo el simbolismo lleva a pensar en ello, ya que los elementos antes indicados se consideraban metáforas de un matrimonio feliz y bien avenido en textos de teóricos cercanos a Tiziano como Dolce.

Este tipo de pinturas eran habituales en estancias de la nobleza, y especialmente destinadas al ámbito femenino del Renacimiento como obras ejemplarizantes y como recordatorio para conseguir un matrimonio feliz.

Aun así, otros historiadores del arte han querido ver esta pintura junto a las otras que forman el subgrupo de Venus y la música pinturas eróticas sin más, o alegorías de los sentidos desde el punto de vista neoplatónico imperante en el siglo XVI, siguiendo textos de autores de la época como el veneciano Mario Equicola, siendo tanto la vista como el oído, los dos sentidos que mayor presencia pueden tener en la pintura, instrumentos para el conocimiento de la belleza y la armonía.

CURIOSIDADES

Como se ha dicho más arriba existen un total de cinco obras de características similares, siendo la aquí tratada posiblemente la primera en realizarse y que sirviera de guía para los oficiales del taller de Tiziano a la hora de realizar las otras.

La principal particularidad de la Venus recreándose en la música del Museo del Prado respecto a las otras es la singularidad de los personajes, pues en las otras al tener rostros más idealizados, incluso al presentarse Cupido sí podrían representar a Venus dentro de escenas con personajes mitológicos, pero donde el artista inventa una situación no presente en los relatos de los mitos clásicos.

Las cuatro obras restantes se encuentran repartidas entre el propio Museo del Prado madrileño, en Berlín, Cambridge y el Metropolitan Museum de Nueva York.

Por otro lado, la representación del desnudo femenino y músicos tiene a lo largo de la historia del arte un amplio recorrido, desde estos lienzos renacentistas, pasando por el barroco, influyendo igualmente en el siglo XIX en la figura de Edouart Manet con su Almuerzo sobre la hierba.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

FALOMIR, Miguel (Ed.). Tiziano. Madrid, 2003.

FALOMIR, M., VERGARA, A. (Ed.). Pasiones mitológicas. Madrid, 2021.

FREEDBERG, S.J. Pintura en Italia (1500 – 1600). Madrid, 1998.

MUSEO DEL PRADO: https://www.museodelprado.es/coleccion/obra-de-arte/venus-recreandose-en-la-musica/3318ce42-8836-4867-acf7-276e1870294c (Consulta: 12/09/2023).

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