COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE VIEJA FRIENDO HUEVOS
CONTEXTO HISTÓRICO ARTÍSTICO
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez nace en Sevilla en 1599 y fallece en Madrid en 1660. Su formación se llevará a cabo en el taller sevillano de Francisco Pacheco, su maestro y posteriormente suegro; en esta misma ciudad también entrará en contacto con otros artistas de distinta procedencia.
En esta etapa, su producción pictórica se centrará especialmente en la temática de carácter popular. Precisamente, la obra que nos ocupa y que analizaremos con mayor profundidad pertenece a este período.
Destaca asimismo su obra de carácter religioso, en los que tomará modelos reales para representarlos a lo divino.
A la edad de 24 años se traslada a Madrid. Cuatro años después de su llegada será proclamado como pintor de cámara, y allí conocerá la pintura del Renacimiento y la barroca flamenca, estudiará las colecciones reales y adoptará la temática cortesana.
Su estética cambia, y ahora apuesta por una pincelada más suelta y un color más veneciano, dejando atrás el tenebrismo caravaggesco que caracterizaban las obras de su etapa sevillana.
Realizará numerosos retratos de la familia real, junto a otros destinados a servir de decoración para las estancias reales. Un modelo especialmente destacado es el de los retratos ecuestres, como el de El príncipe Baltasar Carlos a caballo (1634), donde observamos un gran dinamismo.
En su viaje a Italia podrá conocer en mayor profundidad la pintura de la Antigüedad, lo que le permitirá crear obras emblemáticas como La rendición de Breda (1634).
Ya en su última etapa, la de madurez, logrará un excelente empleo de la luz, y adoptará un estilo abocetado; aquí encontramos por ejemplo una de sus obras más célebres: Las meninas (1656), donde retrata a la familia de Felipe IV de manera extraordinaria.
A su muerte deja más de un centenar de obras, y ha logrado consagrarse como uno de los principales pintores de la Historia del Arte, ya que su influencia es aún palpable hoy en día.
ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO
Como hemos mencionado con anterioridad, Vieja friendo huevos pertenece a la primera etapa del artista, en la que le gustaba representar personajes y elementos de la vida cotidiana.
Encuadrada dentro del Barroco, observamos cierto tenebrismo (sin duda, por influencia de Caravaggio), con un gran juego de luces y sombras.
Estamos dentro del género del bodegón, muy popular en este momento, y es tratado con un gran realismo. Se nos presentan dos personajes de clases populares: un joven y una anciana, realizando una acción del día a día.
Velázquez sentía una enorme fascinación por contrastar texturas y materiales, por lo que apreciamos una captación de textura magistral en la obra.
De igual modo se representa cada elemento de manera muy detallada, llegando a parecer, incluso, reales. En este período, el género del bodegón era minusvalorado, y no cabe duda de que el pintor lo dignificó y lo elevó a la categoría de arte.
BIBLIOGRAFÍA
Museo del Prado: http://www.museodelprado.es/
National Gallery of Scotland: http://www.nationalgalleries.org/
Universitat de València:https://www.uv.es/charco/documentos/velazquez.htm