COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE VIRGEN DE MONTSERRAT
ANÁLISIS FORMAL
La escultura que representa a María aparece sentada en un trono decorado con pequeñas columnas. Tiene la cabeza cubierta con una toca que lleva ceñida con una corona y que le cubre los hombros. La mano derecha aguanta un orbe, mientras que con la izquierda muestra un ligero acercamiento cariñoso hacia el hombro de la figura de Jesús. El Infante, sentado en su regazo, también ciñe una corona, bendice con la mano derecha y lleva una piña a la izquierda.
Ambas figuras mantienen una composición frontal, aunque se notan diferentes acabados fisonómicos por la diferencia cronológica, dado que el Infante originario fue sustituido en época moderna.
La Virgen María presenta una postura hierática, distante y geométrica, tal y como corresponde al estilo románico, sólo rota por una leve sonrisa en la cara. Tanto el rostro como el traje señalan un dominio de las líneas rectas y angulosas, marcadas por una simetría formal clara.
El Niño Jesús, en cambio, presenta formas redondeadas y un rostro más expresivo, acorde con la preferencia del siglo XIX por el tratamiento sentimental y realista.
Aparte del negro de los rostros, manos y de los pies del Infante, tampoco es original el color dorado, que es el color dominante. Los colores añadidos dejan ver todavía algunos restos de policromía roja en las coronas y en los trajes.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La talla presenta la imagen románica típica de la Virgen María como Sedes Sapientiae, es decir, como Trono de la Sabiduría, de la que es símbolo el Niño Jesús. Ésta adopta la actitud de Cristo como Juez característica de las representaciones del Juicio Final: haciendo la señal característica de la bendición, y aguantando una piña, símbolo de fecundidad y de vida perenne.
La Virgen tiene en la mano un orbe, que simboliza el universo, como signo de la perfección y del poder divino.
La imagen de Nuestra Señora de Montserrat muestra añadidos posteriores en los complementos. La capellina que cubre la cabeza y los hombros de la Virgen, la corona -decorada con la flor de lis, símbolo de la monarquía francesa- y la peana datan del siglo XVI, mientras que las manos de María y la figura del Niño Jesús son de 1823-1824, seguramente en sustitución de antiguos elementos dañados.
El color negro de los rostros, de las manos, y de los pies del Infante, por lo que es conocida en Cataluña -donde es patrona- con el nombre de la “Moreneta”, se ha atribuido a numerosos factores, entre ellos destacan el efecto del humo de los cirios y las lámparas que iluminaban a la Virgen en la capilla primitiva y la oxidación del barniz de plomo que se utilizaba antiguamente para barnizar las tallas.
OTROS DATOS DE INTERÉS
La imagen de la Virgen María entronizada con el Infante es propia del arte bizantino. Este modelo pasó de Oriente a Occidente y ganó mucha popularidad en la época medieval.
Aunque la talla mariana -única figura medieval original- no puede ser adscrita a ninguna escuela concreta del románico catalán, por sus características (pliegues de la indumentaria, rostro…) se relaciona con obras realizadas o vinculadas a los talleres del sur de Francia, como la Virgen del Claustro de Solsona, y con la diócesis de Vic, vinculada al taller del monasterio de Ripoll.
La leve sonrisa al rostro y el intento de contacto maternal con el hijo anticipan la tendencia humanista del periodo gótico.
BIBLIGORAFÍA Y WEBGRAFÍA
-TRIADÓ TUR, J.R; PENDÁS GARCÍA, M.; TRIADÓ SUBIRANA, X.: Història de
l’art. Barcelona, 2011.
-ABADÍA DE MONTSERRAT (2019) https://abadiamontserrat.cat/la-mare-de-deu-de-montserrat/
-MONESTIRS (2022) https://www.monestirs.cat/monst/bages/ba19mont.htm