When the heart is young

Ficha técnica

Título: When the heart is young
Autor: John William Godward
Cronología: 1902
Estilo: *
Materiales: óleo sobre lienzo
Ubicación: Colección privada
Dimensiones: 51.4 x 101.6 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE WHEN THE HEART IS YOUNG

ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO

“Yo amo la delicadeza. Esto, el amor reluciente

por el sol, y la belleza, me han tocado en suerte”

Safo

Nos hallamos ante uno de los cuadros más sobresaliente del distinguido pintor John William Godward (Wilton Grove, Wimbeldon, Londres, 9/8/1861-Fulham Road, Londres, 13/12/1922).

Se trata de una obra ejecutada en formato horizontal en la que se desarrolla una escena de exterior, concretamente, en un espacio ajardinado con paisaje al fondo; y dividida en cuatro planos compositivos bien diferenciados.

En el primero, observamos un hermoso mosaico con un dibujo central que imita el mármol, asentado sobre una plataforma a la que se accede mediante una escalera de mármol veteado de la que se percibe la diferencia de altura del escalón a la izquierda. Tirado al descuido en el mosaico, advertimos un abanico hecho con plumas de pavo real.

En el segundo, contemplamos, a la derecha, un enorme banco corrido, también de mármol veteado, en el que está tumbada, sobre una mullida piel de leopardo, una bella y sensual joven. Dado el estado de abandono del abanico y la languidez de la postura, recostada con los brazos bajo la cabeza a modo de almohada; y mirando soñadora al espectador, al tener su cabeza girada para que apreciemos sus delicados rasgos, vemos que la dama está disfrutando de un instante de placentero descanso.

En lo relativo al vestuario, la doncella porta una vaporosa y semitransparente túnica drapeada de seda de manga corta acampanada, que muestra la sinuosidad de sus exuberantes curvas. Completan el atuendo una cinta cruzada lisa que entalla la túnica en su cintura; una estola que cubre sus caderas, ornamentada con palmetas en el borde de la tela; las finas sandalias de cuero que calza; y peinada con el cabello suelto desparramado por el asiento del banco.

Constituyéndose como majestuoso photocall, que enmarca magistralmente la figura femenina, tenemos el tercer plano que lo compone el espléndido jardín en el que distinguimos, a la izquierda, un parterre de flores, destacando la amapola como flor predominante, y una pérgola de madera recubierta por hojas de parra, a la derecha; siendo el cuarto plano el paisaje marítimo, formado el mar y unas formaciones montañosas cuyos perfiles asemeja a la isla italiana de Ischia.

Es un cuadro muy luminoso, pues la escena plasmada es diurna y esto influirá en la gama cromática usada, decantándose el artista por una paleta de marcado contraste en la que la suavidad de los rosas; marrones; verdes; malvas; azul pálido; grises; y blancos, se mezcla con la intensidad de los azules; negros; rojos; amarillos y naranjas.

Visión general de la obra

Temáticamente, representa, bajo el prisma de la cotidianeidad de un tiempo lejano, la visión de la belleza juvenil ensimismada en sus ensoñaciones románticas. Un concepto que plasmó hasta la saciedad el pintor John William Godward.

Probable autorretrato de John William Godward en la obra Waiting for an Answer, 1889.

Perteneciente a una clase adinerada, empezó su formación artística bastante tarde, ya que su familia no apoyó su carrera como pintor y le hicieron trabajar en la aseguradora familiar. Tuvo la ocasión de mostrar sus aptitudes artísticas cuando comenzó sus estudios de arquitectura con William Hoff Wonter, y entabló amistad con William Clarke Wonter, hijo del anterior, quien le adentró en el mundo artístico.

Hacia 1880 recibió clases en las escuelas de arte St John´s Wood y la Clapham. Gracias al apoyo del marchante de arte Thomas Mclean, que lo encumbró como artista, obtuvo grandes éxitos en sus exposiciones en la Royal Academy de Londres o el Salón de París y consiguió grandes ganancias con la venta de sus obras. Su decadencia como artista vino cuando las Vanguardias hicieron su irrupción, perdiéndose el interés por sus visiones grecorromanas. De hecho, dejó constancia de ello en su propia nota de suicidio: “El mundo no es bastante grande para mí y un Picasso”.

En lo relativo a su producción artística, casaba muy bien con el gusto victoriano por las escenas placenteras, como bien se aprecia en la obra, pero definirlo únicamente dentro del estilo Neoclásico, no sería del todo correcto, ya que se aprecian otras corrientes estilísticas como el Prerrafaelismo o el Realismo, advirtiéndose esto en la obra: 

-Del Prerrafaelismo toma prestado el uso de tonos de gran fuerza expresiva; y el empleo de un arquetipo de mujer: una belleza de cabello oscuro y de piel nacarada denominada como la rosa inglesa, pintada con una estudiada y cuidadísima pose a la que viste al modo clásico. En este caso, debemos establecer una pertinente comparativa, pues en lo que contemplamos la obra nos va a venir inmediatamente a la mente la pintura de In the days of Sappho, hecha en 1904.

Si nos fijamos, atentamente, el punto común entre ambas lo tendríamos en la mujer que aparece, ya que ambas comparten los mismos rasgos faciales: los profundos ojos almendrados y la abundante cabellera azabache; y la similar indumentaria; siendo sus únicas diferencias el peinado y la pose, mientras nuestra protagonista lleva el cabello suelto y se tumba en el banco, Safo recoge su cabello en un moño y permanece sentada. Esto nos llevaría a pensar que utilizaría la misma modelo para la elaboración de las dos pinturas.

Comparativa entre When heart is young (1902) e In the days of Sappho (1904) de John William Godward

-Del Realismo vislumbramos el detallismo con el que recrea las texturas y el drapeado de las telas; el veteado del mármol del banco y los escalones de la plataforma y el óxido en las juntas; las teselas del mosaico; la vegetación del jardín; la morbidez del cuerpo femenino; o el pelaje de la piel de leopardo y las plumas de pavo real del abanico.

-Del Neoclasicismo la temática grecorromana, apreciándose la influencia de autores como Frederic Leighton o sir Lawrence Alma-Tadema, abanderado del movimiento Neo-pompeian. Bajo esta temática, realizó un estudio profundo sobre arqueología, puesto que interpretó con gran exactitud los interiores romanos; los atuendos o peinados.

Aquí, lo vemos tímidamente esbozado en el paisaje marítimo con los perfiles de la isla de Ischia; pero lo elevará a la enésima potencia en la producción de obras hechas en su segundo viaje a Italia en 1911, donde encontrará inspiración tanto paisajística como de estatuaria en la zona de Villa Borghese en Roma.

-Cierto simbolismo visto en las flores del jardín, y, específicamente, en la flor de la amapola. Si bien plasmaba las flores como mero motivo decorativo para favorecer la forma y la belleza de la narrativa visual, aquí, podríamos encontrar una connotación más simbólica, pues la amapola es una flor asociada a la mitología grecolatina, concretamente, a los mitos sobre el Hades, ya que crecía en las orillas del río Leto en el Inframundo y su significado era el de la flor de la resurrección; del olvido o del sueño, puesto que era usada como planta venenosa, aunque aquí podemos enlazar su significado con el estado de placidez de la dama.

-Y como particularismo se agrega el gusto de introducir elementos anacrónicos como la estola que cubre las caderas de la fémina, ya que dicha prenda no era propia de la época griega, pero sí es típico griego el dibujo vegetal que adorna la tela.

A modo de conclusión, comentar que este cuadro se expuso por primera vez en la Exposición anual de 1902 de la Galería Thomas Mclean y estuvo durante un siglo en paradero desconocido. Hoy en día se encuentra en una Colección Particular. Lleva la firma del pintor en la esquina inferior izquierda.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA




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