FELIPE VI – REY DE JERUSALÉN
Posiblemente no conocías este dato, pero sí, nuestro rey Felipe VI es también rey de la mismísima Jerusalén. Y como dice uno de mis compañeros de La Cámara del Arte, estaría bien visitar gratis la Cúpula de la Roca como ciudadanos jerosolimitanos. Pero, ¿de dónde proviene este título?, ¿cuál es su historia? Te lo cuento en este post.
El origen del título de rey de Jerusalén
Nos remontamos al año 1099, cuando el reino de Jerusalén fue establecido durante la Primera Cruzada, una expedición militar promovida por el papa Urbano II con el fin de recuperar Tierra Santa, bajo el control musulmán.
Godofredo de Bouillón fue nombrado el primer gobernante de este nuevo reino, y además, optó por el título de «Defensor del Santo Sepulcro» (Advocatus Sancti Sepulchri). Un año después, en el 1100, su hermano Balduino le sucedió en el trono como Balduino I, estableciendo la tradición monárquica en el reino.
Expansión y éxito
Balduino I y Balduino II, primeros reyes de Jerusalén, contribuyeron a la expansión de su reino. Durante los años de apogeo, el reino no solo incluía el territorio de Jerusalén, también Jaffa, Acre y algunas áreas de Siria y Líbano. Después de perder Jerusalén se estableció la capital del reino en la ciudad de Acre, una ciudad costera de Israel.
La reubicación del reino y la pérdida de Jerusalén
En 1187, tras la batalla de Hattin, el sultán Saladino, líder de los territorios de Siria y Egipto, tomó Jerusalén. La derrota de los cruzados en la ciudad santa supuso un importante punto de inflexión. Sin embargo, los monarcas cruzados reclamaron el título de rey de Jerusalén, estableciendo la capital, como hemos dicho, en Acre. En 1291, la ciudad israelí fue conquistada por los mamelucos y el reino continuó.
Transferir y reclamar el título
El reino de Chipre
Tras la conquista de la capital, los monarcas de Chipre adoptaron el título de rey de Jerusalén, ya que se consideraban legítimos herederos del nuevo reino cruzado. La reina Catalina Cornaro, última monarca del reino de Jerusalén en Chipre, tuvo que abdicar en 1489 y ceder el territorio a la República de Venecia.
La casa de Anjou y el reino de Nápoles
La casa de Anjou, que administraba el control en Nápoles, también reclamó los derechos del título. Desde 1266 el rey Carlos I de Anjou incluyó dicho título en su extensa lista. A partir de este, fue utilizado por sus sucesores en Nápoles, en conjunto con otros títulos, como el de rey de Sicilia.
La casa de los Habsburgo
A través de una serie de complejas alianzas matrimoniales y acuerdos dinásticos, el título de rey de Jerusalén fue transferido a la familia Habsburgo.
El rey de España, Carlos I, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, adquirió la corona de Jerusalén. El título pasó de manos de los Habsburgo a la casa de Borbón pasada la Guerra de Sucesión Española (1713).
La casa de Borbón en España y su título
La Guerra de Sucesión Española (1701-1713)
Tras la muerte de Carlos II, el último de los Habsburgo, Felipe de Borbón, duque de Anjou, aceptaba la Corona española como Felipe V. La dinastía Borbón recibió los derechos a varios títulos, incluido el de rey de Jerusalén, tras los acuerdos firmados con el Tratado de Utrecht. Desde este momento, los monarcas españoles llevan este nombre como título honorífico.
El siglo XX y el rey Felipe VI.
Nuestro actual monarca, el rey Felipe VI, adoptó el título de rey de Jerusalén como parte de la tradición. A pesar de ostentar este nombre, carece de autoridad real sobre este territorio, ya que, como hemos dicho, es un título que se concede de forma honorífica desde los primeros borbones. Este es uno de los muchos títulos simbólicos e históricos que reflejan la historia de la monarquía española.
La importancia y el significado del título en la actualidad
Simbolismo y tradición
A día de hoy, el título de rey de Jerusalén tiene un significado sustancial. Representa una unión histórica con las Cruzadas y la Edad Media, etapas de enorme influencia militar y religiosa en Europa y Oriente Medio. Nuestra herencia, en muchos aspectos, incluye este título honorífico.
Organización y ceremonias
El título de rey de Jerusalén forma parte del protocolo real de la monarquía española. Su uso demuestra la continuidad de la herencia monárquica española, además de su relación con la historia de Europa. Como hemos dicho, este nombre no incluye ningún tipo de competencia política o administrativa, su uso es exclusivamente ceremonial y simbólico.
En conclusión, Felipe VI de España recibe el título de rey de Jerusalén herencia de sus antepasados. Además de este, la herencia monárquica española incluye los títulos de rey de Castilla, de Aragón, Navarra o León, entre otros.
Año y medio después de recibir la corona, Felipe VI fue invitado al funeral de Estado de Shimon Peres, que ejerció como primer ministro israelí en las décadas de los 80 y los 90 y como presidente del país de 2007 hasta 2014.
Falleció en 2016, y como parte del protocolo, Felipe VI fue situado en el funeral a la derecha del presidente israelí, por delante del resto de jefes de Estado. Cuando preguntaron al equipo de protocolo del acto por la situación, el presidente por aquel entonces, Reuven Rivlin, se adelantó y comentó: «Porque su Majestad es el rey de Jerusalén».