Pintura

Representación del cosmos en el arte

EL COSMOS: EL ARTE DE MIRAR AL CIELO

INTRODUCCIÓN/CONTEXTO HISTÓRICO

Es inconfundible que el mundo del arte y la astronomía son dos bellos aspectos que han estado relacionado con el ser humano desde sus orígenes.

Desde hace miles de años, hemos mirado al cielo, maravillado por la vastedad del cosmos y todo lo que le rodea.

Esta fascinación por los misterios del universo que tanto nos atrae, también se vio muy vinculada a la evolución de la Historia del Arte, dando unas pequeñas pinceladas (ya que dedicarnos a hablar más profundamente a ello daría para un estudio o artículo aún mas mayor), ya que la astronomía ha sido una fuente duradera de inspiración para las diferentes culturas que se han ido desarrollando así como para los grandes artistas de cada momento.

Es muy complicado realizar un punto de partida exacto de cuando comenzó el ser humano a interesarse por todo lo relacionado con la astronomía, pero podemos destacar que en las culturas más antiguas conocidas, tales como la mesopotámica, egipcia, griega o romana, ya existía un afán por todo lo relacionado con detalles como las estrellas, el sol o los planetas.

En el mundo mesopotámico, por ejemplo, hay que destacar la ciudad de Babilonia, la cual adquirió una gran relevancia en el desarrollo de la ciencia y de la astronomía.

Será en esta época cuando los sumerios inventan algunas constelaciones como las de Leo (el león), Taurus (el toro), Escorpio (el escorpión) y Capricornio, (la cabra del mar).

Además establecieron un calendario lunisolar, basado a la vez en el movimiento aparente de la Luna y del Sol.

Por otro lado, en el mundo egipcio la astronomía también fue muy relevante, destacando por ejemplo que aparecen por primera vez los calendarios solares de 365 días así como la división del día en 24 horas.

Con respecto a este a la astronomía griega y romana, no podemos adentrarnos tampoco mucho debido a su complejidad. Solo destacar que en la primera, fue dominada por dos personajes principalmente, Aristóteles y Ptolomeo, quienes introdujeron ideas y modelos que iban a dominar el pensamiento científico durante casi dos milenios.

Con respecto a la época romana, mencionar la implantación del calendario Juliano en el año 46 a.C. Un hecho importante a destacar es que todas estas culturas antiguas atribuían significados mitológicos a los elementos celestes, adaptándolos como sus deidades.

Un claro ejemplo de ello es el conocido como zodiaco de Dendera, un bajorrelieve del Antiguo Egipto, situado en el templo de Hathor, en Dendera, y realizado alrededor del año 50 a.C. Aparecen representadas las constelaciones y los planetas visibles en aquel momento.

Representación del cosmos en la Historia del Arte — *Zodiaco de Dendera* (aprox 50 a.C). Fuente: Historia National Geographic

ANÁLISIS FORMAL

Se cree que la representación más antigua del cosmos descubierta que se conoce es el llamado “Disco celeste de Nebra”, un disco realizado en bronce, de pequeño tamaño, datado aproximadamente entorno al año 1600 a.C.

En él se cree que aparece representado el sol, la luna en fase creciente y las estrellas conocidas hasta el momento, sentando las bases de todo lo que se conocía en Europa sobre astronomía en aquellos momentos.

Será a partir de la Edad Medía cuando existirán una gran cantidad de representaciones artísticas relacionadas con la astronomía.

Es evidente concretar aquí que, a pesar de que se considere a esta época de la historia como un momento oscuro para el conocimiento y el desarrollo de las ciencias, es totalmente incorrecto, ya que por ejemplo la astronomía fue también destacada.

La mayor parte de los eruditos medievales creían que Dios creo el Universo, por lo que en estos momentos la astronomía estaba íntimamente relacionada con lo divino.

Siendo esté también el momento donde destacar el astrolabio, un instrumento que representa la esfera celeste y que sirve para determinar la altitud y latitud, la hora, etc.

A pesar de que se empezó a utilizar en culturas como la griega, será en la Edad Medía cuando se encuentra más extendido, representándose en numerosas ocasiones en obras artísticas.

Aunque, sin duda, una de las más bellas obras que representan el cosmos durante época medieval (aunque en este caso ya en una época tardía, a las puertas del renacimiento), lo tenemos en el conocido “Cielo de Salamanca”, un mapa mural pintado por el artista Fernando Gallego en el año 1475 en la bóveda de la antigua Biblioteca de Escuelas Mayores de la Universidad de Salamanca.

*El cielo de Salamanca*, Fernando Gallego, 1475. Fuente: Universidad de Salamanca

El Renacimiento marcará un punto de inflexión en la relación entre arte y astronomía. Con el resurgimiento del pensamiento científico, artistas como Leonardo da Vinci comenzaron a estudiar los cuerpos celestes con un enfoque más empírico.

A medida que la astronomía avanzaba, la precisión en la representación de planetas y estrellas en obras de arte se volvía esencial. Un ejemplo muy claro de ello sería su obra “La anunciación”, del año 1475, donde se incorporan algunos elementos astronómicos como una luna creciente.

Avanzando en los años, durante los siglos XVII y XVIII, también encontraremos grandes artistas y obras donde se vinculaban ambos mundos.

Tenemos a artistas como Brueghel o Rubens representando en sus obras los descubrimientos científicos del momento, como los de Galileo Galilei.

Un ejemplo lo tenemos en la creación del telescopio, los cuales aparecieron por primera vez en los Países Bajos en el año 1608-1609.

Avanzamos aquí al siglo XIX, donde podemos destacar la relevancia del movimiento romántico, debido a que llevó a la astronomía al ámbito de la espiritualidad y la reflexión.

Artistas como Caspar David Friedrich exploraron la conexión entre el hombre y el cosmos en sus obras, presentando figuras solitarias ante la inmensidad del cielo estrellado.

Siendo el mejor ejemplo la obra “El caminante sobre el mar de nubes”, del año 1818, donde el personaje principal de la obra aparece de pie en un acantilado, contemplando el mar de nubes bajo un cielo estrellado, transmitiendo una sensación de pequeñez del ser humano ante la inmensidad del universo que nos rodea.

También del siglo XIX, es la icónica obra de “La noche estrellada”, de Vincent Van Gogh, un ejemplo perfecto de cómo la astronomía puede ser interpretada con un lenguaje artístico único.

Las estrellas giran y se enroscan en el cielo como un remolino de emociones, mostrando la conexión entre la mente del artista y el vasto cosmos.

*La noche estrellada*, Vincent Van Gogh, 1889. Fuente: MoMA

Por último, en el arte contemporáneo, la astronomía sigue siendo una fuente de inspiración.

Artistas como Anselm Kiefer han creado obras que exploran la relación entre la humanidad y el cosmos, utilizando elementos celestes para evocar reflexiones sobre la vida y la existencia.

Ha creado obras que incluyen elementos como estrellas, constelaciones y referencias astronómicas e invitan a los espectadores a contemplar lo inmenso y desconocido, al tiempo que exploran cuestiones filosóficas y existenciales.

CONCLUSIÓN

A lo largo de la historia, las representaciones de la astronomía en el arte son un testimonio de la búsqueda continua de la humanidad por comprender nuestro lugar en el universo.

Desde las antiguas creencias mitológicas hasta la exploración científica del Renacimiento y la espiritualidad romántica, cada época ha dejado su huella en el lienzo celestial de la creatividad humana.

La Astronomía en el Arte refleja las aspiraciones, inquietudes y descubrimientos de cada generación, trascendiendo el tiempo y conectando nuestra existencia terrenal con los misterios del espacio infinito.

Cada obra de arte mencionada es un trazo dentro de la pintura más grande, que representa nuestra relación continua con el universo.

En definitiva, la representación artística de la astronomía nos recuerda que somos parte de un universo en constante expansión y que nuestra búsqueda de significado está entrelazada con las estrellas del cielo.

Por desgracia, no se ha podido explorar en profundidad el como se representó la astronomía en culturas antiguas como la maya o la olmeca en la época prehispánica, la china o la islámica (durante la Edad Medía), que son consideradas como muy relevantes en todo este campo de estudio.