CRISTINA DEL ROSSO TE ENSEÑA A PINTAR
En la clase pasada nos dedicamos a dar el volumen a las flores y sus hojas, marcando sus zonas de luz y de sombras. Ahora que está bien seco, podemos darles el toque final, pintar el cristal y los tallos.
Como te decía la otra vez, cuando uno tiene que pintar un objeto transparente, se representa lo que se ve a través y sólo se detalla la forma del mismo por medio de los reflejos. El ojo completa el resto. Si en nuestro modelo no hubiese habido tanta luz, tendríamos que haber pintado las flores sin el globito del florero y sólo sugerirlo con algunos puntos de luz. Pero esto es muy complicado de hacer y me pareció que te sería más fácil de esta manera. En nuestro florero se ve el fondo agrisado a causa de la conjunción de la luz que atraviesa la superficie curva del vidrio y el agua.
Vamos a pintar entonces la base del florero con tierra sombra y azul y un poco de blanco. Si quieres, puedes retocar con estos colores el resto. Ten presente, mientras vas pintando, que la parte de detrás también es redondita.
Y ahora vamos a los brillos del cristal. Los bordes externos de nuestro globito los vamos a pintar en un magenta con un poco de azul y tierra sombra. En la base del florero, haz una raya curva con blanco puro, pero sólo hasta la mitad. Sigue la forma con el color que preparaste para el contorno del florero. En los bordes del tubo corresponde aplicar un brillo, pero no debe de ser en blanco puro. Agrega un poco de blanco a la mezcla anterior. El blanco puro, en estos casos, se debe usar con cuentagotas, pues será el punto focal de la composición.
Si te resulta muy difícil lograr la forma del florero puedes hacer lo siguiente: haz un molde en papel o cartón con su forma, ponlo sobre la pintura (por favor, ¡que esté seca!) y sigue con el pincel el contorno.
Otra manera de controlar si está bien hecho: da vuelta tu cuadrito, ponlo de cabeza. Al hacer esto, nuestros ojos dejan de ver un florero y comienzan a ver los errores.
¿Y qué hacemos con el borde del florero? Una línea sutil, curva, sin completar, en blanco. Una porción de ella, en tierra sombra o en azul: no podría ser blanca, pues es la zona de apoyo de la hoja gorda y ésta proyecta su sombra. Si hubiésemos dibujado todo el borde, el efecto hubiese sido redundante y se hubiese perdido ese efecto de transparencia que buscamos. En Pintura no hace falta decirlo todo.
No hemos puesto ninguna línea de horizonte o algo que nos indique en qué espacio se encuentra este florero. Me pareció que no era necesario y que dispersaría la atención del espectador. Sin embargo, si lo dejamos así, rodeado de una atmósfera tan oscura, necesita estar afirmado en algún tipo de apoyo. Para ello, con un poco de blanco (no puro, por favor), con pincel seco, sin diluyente, proyecté sobre la base un reflejo apenas sugerido. Eso hace que el objeto aterrice y se amarre al entorno.
Revisemos ahora las flores. Podemos retocar de nuevo las zonas de luz y de sombras. A mí me tocó retocar el magenta+azul del tulipán de la izquierda y la línea blanca de la inserción de los pétalos (blanco+tierra sombra). En el tulipán amarillo retoqué con blanco y un poco de amarillo limón las zonas de luz y la sombra de los estambres internos con tierra sombra.
Y luego, los detalles de las hojas. Vamos a delinear con nuestros verdes, aclarados con blanco, sus contornos. Usa el pincel de punta fina. Las puntas de los tallos son más amarillentos: aclara el verde que hicimos con azul+amarillo medio con más amarillo.
No nos podemos olvidar de los tallos. Hasta ahora estos tulipanes estuvieron flotando en la noche oscura. Pero ésa no es nuestra intención, así que los vamos a unir a sus hojas, como corresponde. Para esto hay que tener muy buen pulso. Si te da miedo de echar a perderlo todo, ¡haz una línea con una regla!
Observa el modelo. El tallo del tulipán morado se inserta dentro de sus hojas. El del amarillo se esconde detrás de la hoja gorda. Ten en cuenta que la línea de los tallos tiene que unirse virtualmente con las puntas de los mismos, que están insertadas en el agua del florero. En cuanto a los colores, tienes que tener presente siempre de qué lado les da la luz y cuáles son las zonas de sombra. Nunca los pintes en un solo tono de verde. El tulipán es una flor potente, contundente: proyecta mucha sombra sobre el tallo. Y por supuesto: siempre salen del centro de la flor.
¡Y listo! ¡Ya tenemos nuestro saludo de primavera!
No te olvides de limpiar la paleta y los pinceles.
Hoy aprendiste a:
-representar transparencias,
-a modelar con luces y sombras flores, hojas y tallos.
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BIBLIOGRAFÍA
DOERNER, Max: Malmaterial und seine Verwendung im Bilde, 1985
DÜCHTING, Hajo. Bildkomposition, 1990
MAYER, Ralph: The artist’s handbook of materials and techniques, 1991
©2019 Cristina del Rosso