Por qué el color azul le da nombre al “día más triste del año”
“The most solid pleasure in this life is the empty pleasure of illusion”
Damiano David (Roma, 1999) decidió desligarse de Måneskin, banda eurovisiva con la que se daría a conocer en 2021, sacando en octubre del pasado año el primer sencillo de su álbum en solitario: Born with a broken heart.
Con escenas sacadas de clásicos como Singing in the rain (1952, Gene Kelly y Stanley Donen) como lo hiciera la oscarizada La La Land (Damien Chazelle) en 2017, su música revitaliza y nos llena de alegría y optimismo, por mucho que la letra nos hable de un corazón roto.

Pero, como reza la frase que cierra el vídeo, “el placer más sólido de esta vida es el placer vacío de la ilusión”. También podríamos entenderlo como el dicho de “la esperanza es lo último que se pierde”. La ilusión, por mínima que sea, es siempre la que nos sigue aferrando a la vida.
Así, el artista canta sobra una historia de amor imposible, en la que una de las partes es dañina como las espinas de un cactus y la otra frágil como un globo (como dice la letra de la canción), dos contrarios que llevan a una situación amarga de idilio tormentoso y difícil de sacar adelante.
El vigor de las escenas hace parecer al videoclip un fragmento de un musical, concretamente al de La La Land. Es chispeante, entuasiasta y muy colorido. Tanto como la escena introductoria de la película en la que decenas de conductores que habían llegado a un atasco salían de sus coches para bailar y cantar al unísono Another day of sun.
El uso de los colores que se hace en el videoclip, en tonos pastel, es un punto clave para identificarlo con la película. Y es que uno de los fuertes de esta fue precisamente la asociación cromática de las escenas con los estados de ánimo de los protagonistas.
El fotógrafo del film Linus Sandgren (1972, Spånga) fue el responsable de definir la personalidad de sus personajes y el clima de los diferentes entornos mediante el color.
El azul es un color que se suele identificar con la tristeza, como veremos más adelante. Sin embargo, La La Land supo salir de este patrón para vincularlo con algo más positivo: la creatividad humana.
Por ejemplo, hay una escena en que su protagonista, Sebastian (Ryan Gosling, 1980, Canadá), está tocando el piano en el local donde trabaja y decide improvisar, lo que le cuesta el puesto de trabajo. Justo en ese momento su traje azul cobra protagonismo reforzado con el color del vestido de Mia (Emma Stone, 1988, Arizona), que lo ve tocando por primera vez. La idea de salirse de lo establecido y optar por la innovación está dominada por el color azul.
Aunque La La Land le diese un sesgo más positivo al azul, no hay que correr mucho para encontrar ejemplos de lo contrario en otras películas. Sin ir más lejos la tierna Tristeza de Inside Out (2015), que vivía llorando a mares en cada rincón.

20 de enero de 2025: Blue Monday, el “día más triste del año”
Como tantos otros fenómenos que acontecen en nuestro siglo, el “Blue Monday” no deja de formar parte de una estrategia de Márketing. Las marcas nos conocen y saben que en estas fechas venimos arrastrando la temida “cuesta de enero” con los gastos propios de los regalos y festividades navideñas, lo que se junta con un sentimiento más o menos acusado de pesadumbre después de haber estado disfrutando de las vacaciones rodeados de familiares y amigos y la indeseada (en muchos casos) vuelta a la rutina.
Todo sumado a las pocas horas de luz y bajas temperaturas propias del hemisferio norte. Muchas veces, un sentimiento de apatía y dejadez nos invade, por lo que no nos vendría mal algún tipo de consuelo, ¿verdad?. Así, los comercios nos esperan con sus mejores rebajas justo este día para darnos una alegría. ¡Todo pensado!

El día más triste lleva el color de la tristeza en su nombre: “lunes azul”. Este día varía cada vez, pero siempre tiene lugar el tercer lunes de cada año, en enero.
La iniciativa de Marketing se introdujo en 2005 en una campaña publicitaria por Cliff Arnall. Sin embargo, y aunque está comprobado que una parte importante de la población presenta síntomas similares sobre estas fechas, ni el Servicio Nacional de Salud (NHS) ni el Instituto Nacional de Salud Mental (NMH) confirman que el concepto tenga base científica.
¿Por qué se asocia precisamente al azul con el sentimiento de tristeza? Durante el Romanticismo alemán fue Johann Wolfgang von Goethe (1749) quien propuso en su libro Zur Farbenlehre (Teoría del color, 1810) la teoría psicológica del color. Esto es, la asociación de la psicología humana con los distintos tonos cromáticos.
Hasta día de hoy su teoría no ha perdido relevancia y artistas reputados como Georg Hegel, Wassily Kandinsky, Aleksei Losev, Max Lüscher siguieron sus preceptos, de la misma manera que ha influido muchísimo en las estrategias visuales de la construcción de marcas o campañas publicitarias.

El azul es el color del mar y es fácil relacionarlo con la calma, la paz y la serenidad (salvo cuando éste está embravecido, claro), pero según el autor romántico también se vincula con sentimientos como la soledad, la introspección, la angustia, la pasividad o la depresión.
Así, el resto de colores también tenían unas asociaciones psicológicas determinadas. Aunque cabe destacar que siempre hay un margen para la subjetividad y la experiencia de cada individuo, a grandes rasgos Goethe identificaba el rojo con lo bello, el naranja con lo noble, el amarillo con lo bueno o el verde con lo útil. Sin embargo, para el púrpura quedaba reservada la imaginación o el pensamiento creativo.
Y aquí surge algo sumamente interesante, algo que fundamentó numerosos estudios neurológicos del siglo XX: el escritor consideraba que la exposición continuada de una persona ante un mismo color condiciona su percepción ante el entorno que lo rodea.

Como decíamos antes, la teoría psicológica de Goethe es aproximativa. La percepción de los colores varía de una persona a otra, aunque hay una interpretación generalizada de cada uno de ellos. En el caso de pintores como el malagueño Pablo Picasso (1881), el azul le permitía acceder a las profundidades de la introspección personal, sumiéndose en sentimientos de desánimo o desesperanza de sus retratados.
Periodo azul de Picasso (1901-1904)
Esta etapa fue una de las principales en la carrera artística de nuestro pintor, precursor del Cubismo (junto a Georges Braque), durando de 1901 a 1904. Está caracterizada por un dibujo muy preciso y formas alargadas y distorsionadas, -como si El Greco (1541, Grecia) se hubiese colado en sus lienzos-, capturando la pobreza, la soledad y el dolor.
La pena de Picasso comenzó con el suicidio de un buen amigo: Carlos Casagemas (1880, Barcelona), también pintor de su círculo.

Picasso y Casagemas se habían conocido en Barcelona a finales del siglo XIX. Vivieron juntos la noche bohemia de entonces, entre alcohol y burdeles. Cuando ambos se mudaron a París, Casagemas conoció a una modelo, Germaine, que sería su perdición. Y literalmente. Ella no le correspondía y el artista se sume en una depresión que le impide seguir con su pintura. Su amigo del alma, Picasso, decide regresarlo a Barcelona, pero ya era tarde.
Casagemas volvería a París para tratar de conquistar a su amor imposible, que nuevamente lo rechaza. Por lo que el joven convoca una reunión a la que invita a sus amigos y a la propia Germaine. Después de despedirse, saca una pistola y le dispara (aunque ella sale ilesa) para después suicidarse él mismo.
Después de esta funesta experiencia, Picasso entra presumiblemente en un sentimiento muy profundo de tristeza, iniciando esta etapa de azules con el retrato de su amigo en el féretro.
En el cuadro Casagemas en su ataúd, (óleo sobre lienzo que hoy pertenece a una colección particular), se observa al joven pálido y demacrado durante aquel invierno fatídico de comienzos de siglo.
A partir de aquí, Picasso se encargaría de retratar a la parte marginada de la sociedad, personajes habituales de tabernas de las grandes ciudades. Mendigos, ciegos o mujeres sumidas en la miseria.
Entre todo, también tiene ocasión de retratarse a sí mismo en el estado en el que se encontraba por entonces, como en El gran autorretrato azul (actualmente en el Museo Picasso de Barcelona). ¿Cómo se encontraba Picasso?
Cuando volvieron de París, Picasso se encerró durante tres años en su casa sin conseguir vender ni una sola obra: la monocromía azul de sus cuadros no terminaba de convencer a la clientela, por mucho que fuese una vía para canalizar toda su tristeza.
Estos conflictos le llegaron a granjear problemas con su promotor, quedándose sin ingresos, por lo que llegó al punto de tener que robar comida para poder alimentarse.
Picasso se viste de luto en un ambiente espacial invadido por el color de su pena. Un fondo liso en el que se distinguen las huellas de su pincelada y sobre el que se figura a sí mismo de manera algo tosca con líneas muy marcadas, contrastando con una piel muy pálida y demacrada.


Dos años más tarde Picasso pinta La tragedia. Ubicado en la National Gallery de Estados Unidos, este óleo sobre lienzo retrata una desgracia que desconocemos. Probablemente una familia desamparada, que parece estar pasando frío (están descalzos y escasamente protegidos con harapos) y calamidades. Las miradas al suelo de los mayores se refuerzan con la dirigida a la nada del niño, con cara de pena o pesar.
“Cree que el arte es hijo de la tristeza y del dolor”, decía del de Picasso Jaime Sabartés (1881, Barcelona). Y es que el autor retrataba la vida tal como la percibía: sin poder salir de aquella pesadumbre que le asolaba.

Este cuadro, “El viejo guitarrista” se encuentra en el Instituto de Arte de Chicago y es un óleo sobre lienzo enmarcado estilísticamente dentro del expresionismo. Retrata la escena de un guitarrista anciano y ciego.
A pesar de mantener la monocromía de los azules, Picasso mantiene el color pardo de la guitarra, como si el mendigo estuviese poniendo sus esperanzas en el instrumento para que la música lo salvara de la pobreza.
Espacialmente, además de constituir la zona central del cuadro y a la que se nos va la vista sin querer, la guitarra también capta nuestra atención porque es el único elemento formado por líneas predominantemente curvas, ya que el resto de la composición está dominada por las líneas rectas del cuerpo huesudo del señor, algo típicamente manierista donde se aprecia la influencia de El Greco.
Picasso estaba obsesionado con perder la vista, como le ocurrió a su padre. Pobre y solo, la pintura constituía su único reducto, donde escapar de su realidad aplastante. Por lo que la ceguera era algo que le aterraba y la retrató en numerosas ocasiones, como esta que acabamos de ver.
Después del azul, Picasso se adentra en el conocido como Periodo rosa, donde seguirá retratando a personajes marginales de la sociedad, pero amplía su gama cromática e incluye también a miembros de la farándula, profesionales circenses y sus familias, así como retratos femeninos. Coincide con su estancia permanente en París y va durante los años 1904 a 1907.
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El color del azul en el arte (Matilde Soria, 19 de noviembre de 2023)
La vida (Marina Soler, 9 de enero de 2022)
WEBGRAFÍA
Youtube. La La Land y su increíble uso del color. (Bryan Romero, 2024)