CANGAS DE ONÍS: HISTORIA, PATRIMONIO Y CULTURA
SITUACIÓN Y CARACTERÍSTICAS GEOGRÁFICAS
Cangas de Onís, la menor de las ciudades, la mayor de las capitales. El lema de este concejo asturiano ya casi nos predice la grandeza que en él reside.
Pero antes de comenzar a conocer su grandeza… ¿Qué tiene de especial la palabra “concejo”? Etimológicamente proviene del latín “concilium”, concepto original de los Pueblos Cristianos ubicados en la península ibérica durante la Edad Media y que como significado podemos nombrar palabras del castellano como “reunión” o “asamblea”, mediante ese se permitía que los habitantes de la localidad formasen parte del gobierno de la misma.

Este especial Concejo es actualmente uno de los más fuertes y atractivos centros turísticos de la Cordillera Cantábrica, de lo que conocemos bajo el sobrenombre de “España verde”, tanto su historia como su posición geográfica y la rica naturaleza que lo acompaña dotan a Cangas de Onís de una magia especial atrayente para cualquiera de nosotros.
Este se sitúa en el interior del territorio de “Los Picos de Europa”, concretamente en una posición oriental respecto a la situación de Asturias, el Concejo en particular se encuentra atravesado por tres elementos naturales: El río Sella, el macizo del Cornión y la costa asturiana.

Concejo con capital del mismo nombre, este ostenta el título de ciudad, asignado en el año 1907 por el Rey Alfonso XIII, debido a su particularidad de tratarse de nada más y nada menos que la sede de la corte durante 46 años, en concreto desde el año 722 hasta el 768 y albergando en esta a grandes figuras reales como Pelayo, Favila, Alfonso I y Fruela, personajes que serán cruciales para la fundación de la España moderna.
De esta misma época, el concejo cuenta con numerosos enclaves histórico-artísticos de los que les hablaré detenidamente a continuación, pero no puedo dejar atrás el casco urbano de la ciudad, donde se encuentran numerosas e importantes tipologías como casonas y palacetes, además de la Iglesia parroquial situada aledañamente al “Palacio Pintu” y la zona del mercado.

En la parte alta del concejo, conocida popularmente como “Cangas de Arriba”, donde los hogares siguen nutriendo su esencia de barrio, se sitúan emplazamientos como la antigua Iglesia parroquial datada entre los siglos XIV y XVIII y actualmente abierta a todos los públicos cumpliendo la función de “Aula de la Monarquía”, no obstante para los cangueses existe un lugar más especial aún: la Capilla del Robledal de San Antonio, la cual alberga en su interior la imagen de dicho santo, patrón del concejo.
HISTORIA, FORMACIÓN Y EVOLUCIÓN DEL TERRITORIO EN RELACIÓN A LA MONARQUÍA Y RELIGIÓN
A continuación trataremos unos temas decisivos y de una magna importancia para el desarrollo, formación y evolución de lo que hoy conocemos como Cangas de Onís: Monarquía y Religión.
Nos trasladamos al año 711, tras la invasión musulmana de la península ibérica, tras esto se lleva a cabo una acelerada ocupación de todo el territorio español, desarrollándose una nula resistencia militar durante 7 años, concretamente hasta el año 718, cuando Don Pelayo y un escaso ejército, quebrantan la nula resistencia militar hasta el entonces con la primera derrota al ejército musulman en Covadonga.
Estableceremos el Nacimiento del Reino de Asturias, entre los años 722 y 739, un periodo inicial de este nacimiento que se encuentra marcado por un hito histórico: la Batalla de Covadonga. Por supuesto, será de gran importancia la figura del ya rey, Don Pelayo.

Este periodo será crucial para el asentamiento y desarrollo del Reino de Asturias, pues fue un periodo de toma de posiciones y de búsqueda y adjudicación de una nueva constitución política y militar.
Con la Consolidación del Reino de Asturias, que dataremos entre los años 739 y 791, veremos cómo un escaso reducto de este se dispersa hasta zonas conocidas actualmente como el Duero, Galicia y actual País Vasco, consiguiendo de esta manera lo más cercano a lo que sería su mayor ampliación territorial.
Durante esta época es importante destacar la figura del Rey Silo, el cual traslada la corte hasta Pravia -actual concejo asturiano situado a 133 km de Cangas de Onís- dejando de esta manera de ser Cangas de Onís el centro de poder del territorio.

Tras esta serie de años convulsos para el Reino de Asturias, llega el periodo de Esplendor para este, situaremos esta época entre los años 791 y 866.
Con la subida al trono y la toma de poder de Alfonso II, se establece la corte de forma definitiva en Oviedo, pero no todo en esta época es esplendor, Alfonso II muere sin descendencia, eligiendo por este motivo a su primo Ramiro I como legítimo sucesor del Reino de Asturias.

La llegada de Ramiro I al trono supuso para el reino una auténtica proliferación, pues este alcanzó el máximo apogeo cultural y político hasta entonces.

Esta época está marcada por lo que supuso el esplendor que se produjo al contar con la cercanía diplomática con Emperador Carlomagno, propiciando que las manifestaciones artísticas que tuvieron lugar durante esta época -incomparables con ningunas otras- contasen con inmenso desarrollo, naciendo por ello el que posteriormente conoceremos como “Prerrománico Asturiano”.
El reinado de Alfonso III será el último para el Reino de Asturias, pues tras la muerte de éste en el año 910, comenzará el final del reino.

Tras quedar vacío el trono del reino con corte en Oviedo, los legítimos sucesores de este, hijos de Alfonso III, decretan que la corte se traslada a León, pues estos consideraban que esta se trataba de una ciudad con una mejor situación geográfica para gobernar el prolongado y espacioso territorio correspondiente de la meseta.
Así pues, este traslado de la corte, también pretendía contar con una gestión de mayor eficacia y rapidez para poder llevar a cabo la prevención de los continuos ataques que estaba sufriendo el reino por parte de los musulmanes provenientes del sur de la península.
Pero aunque parezca lo contrario, el Reino de Asturias no se extingue, sino que pasa a cambiar su nombre en varias ocasiones, pues éste pasó a llamarse Astur-Leonés y posteriormente Reino de León.
CULTURA VIVA DE CANGAS DE ONÍS
Cangas de Onís cuenta con una importante peculiaridad cultural, y es que esta aún se mantiene poco masificada permitiéndole esto conservar su más pura esencia, centrada en su mayor parte en una cultura rural.
Se trata de un lugar pleno de pureza cultural intacta, desde su más pura tradición ganadera, favorecida por los recursos naturales que rodean el lugar y desarrollando un perfeccionado sistema de trashumancia vertical, aprovechando de esta manera los pastos de diferentes altitudes en cualquier época del año, heroica forma de vida que aún es mantenida por pastores del lugar; pasando a su respetada cultura rural, caracterizada por tipologías adaptadas al espacio rural como casonas, caserías, fuentes, hórreos o lavaderos, permitiendo a la población desarrollar aún sus labores agrícolas que por supuesto desembocarán en su rica tradición gastronómica, una cocina sencilla pero llena de sabor que nos ofrece ricos guisos compuestos por productos locales; hasta sus fiestas culturales y patronales, compartiendo la devoción a sus patronos o bien celebrando costumbres locales mediante eventos como la “Fiesta del Segador”.

PATRIMONIO HISTÓRICO-ARTÍSTICO DEL CONCEJO
Como se puede imaginar, la riqueza de Cangas de Onís va mucho más allá de lo inmaterial.
Para dar con las primeras manifestaciones artísticas en el territorio deberemos remontarnos varios miles de años atrás en el tiempo, cuando el territorio se habitaba por tribus prehistóricas que trataban de esmerarse en perfeccionar sus útiles y herramientas tanto de caza como cotidianos además de diversos adornos.
Este hito nos ayuda a ser conscientes de la riqueza del territorio de Cangas, pues desde ese entonces sirvió como asentamiento o bien como zona de paso a los diferentes pueblos y culturas que se han reemplazado a lo largo de miles de siglos repletos de historia, cultura y tradiciones muy diversas, entre ellos encontramos pueblos como: vadinienses, romanos, visigodos, musulmanes… pueblos que se esforzaron en dejar su esencia de una forma u otra en la historia local que caracteriza al territorio.
Cangas de Onís posee diferentes y varios yacimientos arqueológicos que nos hacen conscientes de la presencia humana en el territorio desde las etapas más longevas del Paleolítico.
Entre ellos podemos destacar el conocido como “DOLMEN DE SANTA CRUZ”, lugar mágico, sagrado y peculiar, ya que en este se desarrollaron cultos desde su construcción -datado de forma aproximada del año 3.000 a.C.- hasta el siglo XX.

Este se considera uno de los máximos ejemplares de la arquitectura megalítica del norte de España, llevada a cabo su construcción mediante cinco losas colosales de piedra, colocadas de forma vertical en la tierra formando la cámara sepulcral, acompañadas de otras dos colosales piedras cumpliendo la función de pórtico o corredor.
Desgraciadamente, a día de hoy no se conoce de forma firme como sería la cubierta de este, pero contamos con importantes datos como su ubicación en la confluencia entre los ríos Sella y Güeña.

Pero sin embargo, lo más interesante que esta longeva tipología nos ofrece es una esmerada e insólita decoración grabada, piquetada y pintada mediante un pigmento rojo, con motivos aparentemente en zig-zag, pero que es muy posible que se encontrasen acompañados de características figuras zoomórficas.
En la parte superior de los ortostatos -losas de piedra- se hallaron unas cazoletas excavadas en la piedra, con una clara intención o función ritual, además en el interior de este también se encontraron diferentes hallazgos como un ajuar funerario formado por dos hachas pulimentadas y una de cobre y un cuchillo de sílex.
Este Dolmen se encuentra en óptimas condiciones de conservación y visible en el interior de la Ermita de Santa Cruz.

Asturias se trata de un territorio que tomó un gran protagonismo histórico durante la Baja Edad Media, aspecto que le llevó a desenvolverse bajo un contexto artístico centrado en el estilo prerrománico de una exquisita calidad.
Pero antes de conocer los grandes enclaves prerrománicos de Cangas… ¿Cuáles son las bases fundamentales del románico conservado en el concejo?.
Cabe destacar una primera parte conservada que se deriva de los modelos cultos y evolucionados del conocido como “estilo internacional”, presente en su mayor parte en los principales monasterios y fundaciones más significativas del concejo.
Por otra parte, podemos encontrar una segunda parte conservada, la cual surge de la particular mezcla entre la potente influencia estética de este mencionado anteriormente estilo internacional, y la fuerte herencia del estilo prerrománico asturiano, plasmado en especial en las pequeñas fundaciones de parroquias rurales.
Podemos decir que lo que caracteriza a la primera parte o grupo conservado son elementos artísticos y arquitectónicos del más puro tópico románico como: cabeceras en ábsides, canecillos y capiteles detalladamente decorados, portadas con arquivoltas, bóvedas de cañón y un largo etc.
Sin embargo, de la segunda parte o grupo conservado, mantiene elementos artísticos y arquitectónicos comunes a la esencia prerrománica como: cabeceras rectas, cubrición con estructura de madera a excepción del ábside, sencillez decorativa, etc.
Cangas de Onís conserva cinco iglesias que nos permiten hacer un recorrido por estas variantes ya mencionadas y que son capaces de transmitirnos la emoción producida por la sencillez.
SAN PEDRO DE CON será la primera en la que nos adentraremos, iglesia parroquial situada en una pequeña localidad del mismo nombre. La importancia de esta reside en el hecho de que se trata de una de las primeras iglesias de Cangas mencionada en crónicas medievales, citada entre las iglesias que donó Ramiro II a la iglesia de San Salvador situada en Oviedo.
Esta pequeña iglesia consta de una planta rectangular y una única nave que se encuentra rematada por una cabecera cuadrada de más estrechez respecto a la nave, la cual se encuentra cubierta por una bóveda de cañón.
La fachada de esta se encuentra coronada por una espadaña –muro vertical con uno o más vanos que alberga las campanas– de doble hueco. Lo más peculiar de esta iglesia es que cuenta con dos portadas, ambas caracterizadas por una gran sencillez, una ubicada en el lado sur y la otra en la fachada oeste.
No podemos olvidar su época de construcción, ubicada en el siglo XIII, se cuenta con la hipótesis de una posible ampliación de la cabecera en el siglo XIV, además de tener lugar numerosas reformas en el siglo XVIII, justamente cuando se lleva a cabo la apertura de dos arcos laterales en la cabecera -que comunicaban dos espacios desaparecidos en la actualidad, una capilla con la sacristía- además de la realización de una producción pictórica.
De su interior es importantes destacar dos portadas en las que podemos apreciar una rica estética románica, contando con una mayor calidad la que se encuentra orientada al sur por determinados detalles especiales como su decoración con guardapolvo e impostas con billetes, o bien la pequeña aspillera o una ventana vertical muy estrecha ubicada en la cabecera.
Así mismo en el interior también se encuentra conservada una monolítica pila bautismal, cuyo borde se encuentra minuciosamente decorado con dientes de sierra, no obstante la mayor producción decorativa de este interior podemos encontrarla concentrada en un arco de triunfo que separa la nave de la cabecera.
Por último, no podemos olvidar de su interior las sencillas pero bellísimas columnas rematadas por capiteles, decorados con elementos ornamentales como bolas o piñas.
SAN MARTÍN DE GRAZANES será otra iglesia que nos mostrará que en la sencillez también reside la belleza, esta cuenta con una serie de características en común con San Pedro de Con: cabecera cuadrada, planta rectangular, etc. Sin embargo, San Martín cuenta con unas mayores dimensiones y transformaciones estéticas.

La construcción de esta se llevó a cabo a partir del siglo XIII, de su exterior podemos destacar el hecho de que conserva óptimamente su pasado románico mediante algunos elementos artísticos y arquitectónicos como los canecillos del alero y la aspillera de la cabecera.
A su vez también podemos destacar de su exterior la portada principal, rematada en espadaña de triple arco, siendo esta una remodelación llevada a cabo en el siglo XVIII.

Finalmente, es importante destacar su portada sur, posiblemente la más interesante si tenemos en cuenta la época de construcción de esta y como ha sido conservada hasta la actualidad, pues esta data entre finales del siglo XV y principios del XVI.
Datada en el siglo XIII encontramos a SANTA MARÍA DE VILLAVERDE, aunque realmente su excepcionalidad reside en que se ha descubierto en recientes excavaciones arqueológicas un edificio anterior a este donde mismo se asienta.

A pesar de que en el siglo XVIII se concibieron otros espacios para este lugar –como la sacristía sur– este mantiene en términos generales unas excelentes proporciones y estética románica.
Técnicamente cuenta con una planta rectangular que a su vez se encuentra rematada en cabecera cuadrada de forma más estrecha que la nave, se constituye de un atrio situado a los pies que dan paso a una portada simplista concebida en arco de medio punto con guardapolvos, este mismo se encuentra extendido al capitel imposta ubicado en los laterales. Acerca de la fachada podemos añadir que esta se percibe coronada mediante una espadaña de doble ojo.
En su interior podemos encontrar una sola nave cubierta mediante madera, acompañada de la cabecera con bóveda de cañón.
Interior que nos sorprende mediante una serie de elementos, los primeros de ellos podemos encontrarlos a través del paso de la nave al ábside, el cual se lleva a cabo mediante un esplendoroso arco de triunfo de doble rosca apoyado en un par de columnas con una magnífica decoración, tratándose esta de una de las mejores tallas de la época.

Cuatro columnas, cada una diferente a la anterior, dos de ellas cuentan con bases decoradas con entrelazados, siendo las otras dos lisas. En lo que se refiere a los capiteles que estas soportan, destacan decoraciones esmeradas escogiendo como tema principal escenas o simbología de la iconografía cristiana, decoraciones mediante piñas y bolas de un gran trabajo estilístico o bien motivos vegetales heredados del prerrománico asturiano.

Es importante destacar el interior de la cabecera, el cual se encuentra minuciosamente decorado mediante unas pinturas datadas del siglo XVIII, en las cuales podemos encontrar escenas de la pasión de cristo acompañadas de motivos vegetales y zoomórficos, identificando entre las figuras la representación de Santiago Matamoros.
Esta iglesia atesora entre sus piedras más méritos históricos que artísticos según lo que se exponía en su declaración como Monumento Nacional (1962), así es, se trata de SANTA EULALIA DE ABAMIA.

Pero, ¿hasta qué punto podemos aplicar esta declaración a su actualidad?, cuando se llevó a cabo esta declaración – en el año 1962- Santa Eulalia se encontraba prácticamente en ruinas tras más de medio siglo de abandono, a pesar de esto, muchos elementos artísticos que la caracterizan han logrado sobrevivir.
Se considera de una gran importancia y excelencia histórica ya que, aunque no esté demostrado por la arqueología, las crónicas medievales y antiguos escritos que describen la historia, hablan de este lugar como el lugar de enterramiento del Rey Don Pelayo y su esposa Gaudiosa.
Durante aproximadamente cinco siglos yacieron en esta iglesia los restos de ambos, hasta el siglo XIII, cuando el por entonces príncipe Alfonso -que posteriormente pasaría a ser conocido como Alfonso X El Sabio– decidió trasladar los restos mortales hacia el Santuario de Covadonga, donde hoy se conservan y custodian.
Abamia se caracteriza por haber sido un lugar de culto desde tiempos prehistóricos, contando con un enorme campo tumular, un inmenso dolmen decorado mediante una figura antropomorfa y una serie de estelas de época vadiniense; por lo que se puede decir que no sería para nada descomunal que el lugar se aprovechase por la monarquía como símbolo de legitimación.
La iglesia que encontramos actualmente en el lugar se trata de una tipología perteneciente a la época de transición del románico al gótico, llevada a cabo su construcción posiblemente a finales del siglo XIII o principios del siglo XIV, contando con continuas reformas y modificaciones hasta el siglo XVIII.

Vemos una clara evolución con la introducción de una planta basilical, aunque aún de una sola nave, que se encuentra dividida en tres tramos mediante arcos fajones y cubierta mediante una bóveda de cañón apuntada.
La portada sur, será la que claramente nos haga testigos de esta época de transición estilística, esta cuenta con una estética románica, pero a su vez cuenta con formas que se encuentran evolucionando hacia el gótico como el ligero apuntamiento del arco y la disposición de las figuras que la decoran en el sentido de la arquivolta.

Sin duda alguna, esta portada será la parte artística más destacable del monumento, estando formada por una doble arquivolta apoyada sobre columnas y un guardapolvo, descansando sobre un extenso y minucioso capitel-imposta. La iconografía que decora toda la portada narra de forma simplista el Juicio Final: en la zona derecha encontramos los suplicios de los condenados al fuego eterno y en la zona izquierda la apertura de los sepulcros y la resurrección de los muertos.
En la cabecera podemos encontrar un elemento peculiar: una ventana abocinada típica de la tradición románica que ya anuncia la estética de las ventanas ojivales típicas del estilo gótico, haciendo uso de un rosetón calado.
Finalmente es necesario destacar las pinturas conservadas que decoran el presbiterio con escenas del Nuevo Testamento, además de dos laudas sepulcrales atribuidas a Don Pelayo y su esposa, ambas muy controversiales por la escritura que se encuentra en ellas propia de los siglo XVII-XVIII, aunque es importante reconocer que, el hecho de que las piedras no correspondan a la fecha o época de muerte del conocido como primer rey de Asturias, no se puede hacer una interpretación de estas como una negación de la tradición de su enterramiento en Santa Eulalia posteriormente a su traslado a Covadonga.
Conclusivamente les vuelvo a plantear la misma pregunta, ¿hasta qué punto sería justo aplicar las declaraciones que se hicieron sobre este lugar en el año 1962 a la actualidad?
Según la tradición. Alfonso I -739-757- funda el monasterio de SAN PEDRO DE VILLANUEVA una vez casado con la hija del Rey Don Pelayo, este monasterio se convierte en un lugar especial, ya que, a pesar de que se creía que para llevar a cabo la fundación de este se hizo uso de un palacio o una residencia real anterior, lo cierto esque las excavaciones llevadas a cabo, confirmaron el hallazgo de restos arqueológicos que demostraron la existencia de una construcción ya habitada en el siglo VIII.

Este monasterio perteneció a la Orden de San Benito hasta el siglo XIX, cuando la Desamortización de los bienes en poder de la iglesia obligó a la comunidad monástica abandonar este mismo. A pesar de que la tipología conventual quedó abandonada, la iglesia de esta, se convirtió en la iglesia parroquial de Villanueva, salvándose de esta manera del desastre y la inevitable ruina.

La parte más longeva, caracterizada por un claro estilo románico, corresponde a la cabecera y la antesala de entrada a la iglesia, por otra parte, es señalable las diferentes reformas que se llevaron a cabo durante los siglos XVII y XVIII en casi toda la tipología, proporcionándole el aspecto que encontramos en la actualidad. De esta época también se puede destacar la fachada del monasterio, el cuerpo de celdas y claustro, la nave de la iglesia y la torre.

A pesar de su riqueza artística y arquitectónica, sin duda la parte más llamativa e interesante se encuentra formada por la cabecera de la iglesia -tanto en su exterior como interior- por conservar la decoración más puramente románica usando para la elaboración de esta elementos como: capiteles historiados y canecillos en el alero exterior que nos muestran una impresionante decoración.
Por otro lado, destaca sobre todo la portada sur -da acceso a la cabecera-, esta cuenta con un gran grupo decorativo en sus arquivoltas –zigzag, rosetas…– además nos ofrece una serie de capiteles con una exquisita representación narrativa haciendo uso de tres escenas identificadas con la historia de Favila: partida para jornada de caza, despedida de su esposa Froiluba a la puerta de palacio y la lucha con el oso.

Después de haber enumerado la gran parte de la riqueza artística e histórica del Monasterio de San Pedro, créanme, me atrevería a decir que me quedo corta en ello.
Para concluir es importante destacar algunos datos, como la incorporación en la portada principal de los escudos del Reino de Castilla y de la Orden de San Benito de Valladolid, llevados a cabo durante su reforma en 1685, la declaración como Monumento Nacional en el año 1907 o su restauración final para albergar el Parador Nacional llevada a cabo entre los años 1994 y 1998.
Nos trasladamos a la Cangas de Onís, el lugar más simbólico y conocido del concejo, ya que no podemos olvidar su icónico PUENTE MEDIEVAL O PUENTÓN, se trata de una construcción que alberga una gran peculiaridad, ya que además de situarse sobre el precioso río Sella, separa los concejos de Cangas de Onís y Parres, así que se podría decir que, cada mitad del puente pertenece a un concejo.

El Puentón no se trata solamente de un símbolo de Cangas de Onís, sino que también lo es de toda Asturias. Este forma parte del escudo del concejo, junto a la cruz sobre la media luna invertida que encontramos colgando de este, que nos traslada a la victoria sobre los musulmanes en la conocida como “Batalla de Covadonga”.
En el año 1931 este fue declarado Monumento histórico-artístico, por lo tanto se trata de un Bien de Interés Cultural -BIC-. Aunque este es conocido o llamado como “el puente romano”, su construcción nos traslada a la época medieval, concretamente durante el reinado de Alfonso XI de Castilla, destacando de él elementos como su famoso arco peraltado.

Un lugar repleto de historia es la BASÍLICA DE SANTA MARÍA LA REAL de Covadonga, la historia de este lugar se remonta a la época del rey Alfonso I el Católico -739-757- cuando mandó a construir dentro de la cueva una iglesia de madera de tejo compuesta por tres altares dedicados a las advocaciones de la Virgen Maria, San Juan Bautista y San Andrés.
Esta primitiva iglesia fue nombrada bajo el nombre de “Templo del Milagro”, ya que en esa época se consideraba milagroso el hecho de que se mantuviese colgada en la montaña. Alfonso I encomendó la custodia de este especial lugar a los monjes de la Orden Benedictina.

El conocido como Templo del Milagro fue destruido en el año 1777 por un fuerte incendio, llegando a quemarse incluso lo que había en el interior de la cueva, donde se veneraba y se sigue venerando a la Virgen de Covadonga –La Santina-.
Es por ello que se decidió llevar a cabo la construcción de un nuevo Santuario pero esta vez de carácter monumental, para ello se encargó y se ideó primeramente el proyecto de este santuario al arquitecto Ventura Rodríguez, el cual nunca pudo llevarse a cabo.
Pero la iniciativa decisiva para poner en marcha este proyecto no se dió hasta el comienzo del reinado de Alfonso XII, que se interesó enormemente en el. El diseño de estilo clasicista propuesto por Ventura Rodríguez, resultaba de difícil y costosa construcción, por lo que se propició un cambio de estilo hacia un diseño plenamente medievalista.
Este nuevo proyecto fue ideado por el gran dibujante alemán Roberto Frassinelli, pero surgió el dilema de que este era simplemente dibujante, sin contar con alguna noción de arquitectura por lo que su puesto fue cedido al arquitecto Federico Aparici, proveniente de la Real Academia de San Fernando, aun así Frassinelli contó con la oportunidad de dirigir las obras de la cripta.
La primera piedra se colocó en 1877, pero no fue hasta el año 1901 que se llevó a cabo la fundación. Podemos ubicar la Basílica de Santa María la Real dentro de un estilo Neorrománico, ya que ésta está concebida dentro de una unidad estilística propia de los cánones románicos, pero a su vez cuenta con elementos tradicionales de la arquitectura gótica.

Esta tipología monumental que se encuentra asentada sobre una gran terraza, cuenta con tres naves, la nave central se encuentra notoriamente más elevada que las naves centrales, contando con transepto y una cabecera rematada por tres ábsides colocados de forma escalonada; cabe destacar que las naves se presentan cubiertas por bóvedas de arista.
Exteriormente llama nuestra atención la fachada principal por una serie de peculiaridades: la presencia de óculos y las airosas y finas agujas que rematan las torres.
El acceso al interior se concibe sobre un pórtico adelantado a la nave, acompañado de tres arcadas de medio punto y rematadas por un pretil. Además entre todas las imágenes ubicadas en el interior es importante destacar la imagen de Juan Samsó conocida como “Nuestra Señora de Covadonga”, ubicada en el altar mayor, advocación representada bajo una característica dulzura a la que se le dedica un ferviente culto.

A su vez y para concluir, es importante destacar el uso de material constructivo novedoso, haciendo uso de piedra caliza pero esta vez en un tono rosáceo, realizando un bello contraste con el verdoso paisaje.
Para concluir con la preciosa historia y patrimonio de Cangas de Onís, me gustaría trasladarles que toda su riqueza patrimonial, histórica y tradicional no acaba aquí, se trata de un lugar de una excelencia magnifica que nos ofrece desde una naturaleza plena, con paisajes y recursos naturales que asombran a cualquiera, a otro tipos de rutas que nos permiten conocer la grandeza patrimonial de Cangas como: “La Ruta de los Señoríos del Barroco Popular” o “Por la vega del Sella, de Caño a Peruyes” entre otras diversas e increíbles posibilidades.


BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
- Promoasturias, P. W. (s. f.). Portal oficial de turismo de Cangas de Onís, Asturias. https://www.turismocangasdeonis.com/index.html
- Asturias.com & Asturias.com. (2023, 26 abril). Aula del Reino de Asturias. Asturias.com – guía turística del Principado. https://asturias.com/aula-del-reino-de-asturias/
- Fajaycostal. (s. f.). La otra Virgen de Covadonga. https://costalerosdeoviedo.blogspot.com/2012/09/la-otra-virgen-de-covadonga.html
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- Martínez, M. S. Á. (1997). El románico en Asturias: monumentos y caminos.
- Promoasturias, P. W. (s. f.-a). Aula del Reino de Asturias. Museo de la monarquía asturiana. https://www.turismocangasdeonis.com/aula-de-la-monarquia.html