La muerte tenía un precio

ANÁLISIS DE LA MUERTE TENÍA UN PRECIO

FICHA TÉCNICA

  • Obra: La muerte tenía un precio (Per qualche dollaro in più)
  • Director: Sergio Leone
  • Cronología: 1965
  • Estilo: spaghetti western
  • País: Italia – España – Alemania 
  • Duración: 132 minutos
  • Guión: Sergio Leone, Luciano Vincenzoni
  • Reparto: Clint Eastwood, Lee Van Cleef, Gian Maria Volonté, Mara Krupp, Luigi Pistilli, Klaus Kinski
  • Fotografía: Massimo Dallamano
  • Música: Ennio Morricone
  • Compañía: Produzioni Europee Associati (PEA)
  • Sinopsis: Dos cazarrecompensas buscan capturar a Indio y su banda, para los cuales se ofrece una buena suma de dinero. Competirán entre ellos para atrapar al peligroso bandido, aunque pronto descubrirán que lo más útil será unir fuerzas para lograr su objetivo.

CONTEXTO HISTÓRICO

La película se realizó en la década de 1960, periodo marcado por grandes cambios culturales y sociales. La posguerra y la desilusión con las instituciones tradicionales llevaron a un enfoque más crítico y cínico en el cine. Este ambiente permitió que el spaghetti western, con un rumbo más crudo y realista, resonara con las audiencias.

El filme que tratamos es una coproducción italo-española-alemana, típica del modelo de producción europeo de la época. Se involucraban colaboraciones entre varios países europeos para compartir costos y recursos, para así competir con las grandes producciones de Hollywood. Este fenómeno ayudó a abrir camino para una mayor colaboración y competencia global en la industria cinematográfica.

Con Por un puñado de dólares, los productores ya estaban pendientes del potencial de los westerns italianos. La muerte tenía un precio fue el detonante de la definición del subgénero. Ambas películas reestructuraron la industria cinematográfica, y los críticos no hacían más que deslumbrarse por el fenómeno creado. marcó un cambio significativo hacia la internacionalización del cine.

ANÁLISIS DE LA OBRA

La muerte tenía un precio
La muerte tenía un precio

La muerte tenía un precio es la segunda película dentro de la famosa trilogía del dólar, y con la que Leone desarrolló “una voz de autor”. Esta trilogía es la cumbre, tanto para Leone como para el subgénero que aquí tratamos. Leone quería a Vicenzoni como guionista por su combinación de realismo documental y sentido del humor. 

Su pretensión no era en ningún momento una realización realista, sino verosímil. Un ejemplo para que nos entendamos: llevó a cabo un estudio detallado en cuanto a las armas de fuego para que técnicamente no fuera posible encontrar fallas.

Cabe decir que los inicios de esta película no fueron sencillos. Leone estaba obligado por ley a crear una secuela de Por un puñado de dólares. De hecho, el título del filme surgió como ironía por parte de Leone.

Estéticamente la película se adscribe al cine moderno. Con la evolución del cine, también evoluciona el público, que ahora demanda un tipo de ritmo narrativo bien diferente al que estaba acostumbrado. Por este motivo es por lo que se comienza a utilizar el inicio in media res antes de los títulos de crédito, es decir, empezar con el clímax o algún elemento impactante que logre atrapar o retener al público.

Este elemento es lo que progresivamente ha ido evolucionando en la poca paciencia que tenemos con contenidos sobre todo audiovisuales. Nos cuesta concentrarnos y requerimos estímulos potentes, rápidos y continuos. En cuanto a género cinematográfico, la película se adscribe al spaghetti western (enmarcado dentro del western). 

El western tiene un periódico histórico muy reducido en cuanto a ambientación (1840-1880 aproximadamente), y dentro de este periodo contamos con un momento claramente más relevante, la guerra de Secesión americana, el norte contra el sur.

Los narradores del género utilizaban como modelo cultural las epopeyas griegas y romanas, de ahí la característica epicidad. Con la llegada de los años 30 del siglo XX, el western clásico sufre una caída en picado debida a que el género está basado en estereotipos repetitivos.

El público lo recibe ya sin ningún tipo de expectación más allá de la superficialidad. Estaban cansados del género. Gracias a John Ford y su película La diligencia (1939), el género se reconcilió con el público, que pedía argumentos más realistas y personajes mejor construidos.

El término “spaghetti western” lo acuña la crítica de manera despectiva hacia el western europeo. Este subgénero despuntó en los años 60 y en solo una década decae, aunque no sin dejarnos más de una joya cinematográfica.

El spaghetti western se encarga de desmitificar el género western, elimina la epicidad pretendida anteriormente en favor de la llegada del realismo. Supone una ruptura absoluta con la estética americana habitual. Este subgénero funciona especialmente gracias a un elemento concreto, el feísmo hiperbólico (favorece la construcción de personajes absolutamente ambiguos, ya no vale la distinción entre buenos y malos).

El prólogo de la película identifica ya la idea principal del film sin dejar nada a la imaginación: la vida no tiene valor más allá del dinero impreso en los carteles de “se busca”.

Como personajes principales tenemos los siguientes:

  • Coronel Mortimer (Lee Van Cleef): cazarrecompensas en busca de Indio por haber violado y provocado el suicidio de su hermana. Le mueve únicamente la venganza. Como curiosidad os contaré que en el subgénero se suele incluir un componente metafísico en el típico personaje del pistolero vestido de negro como alegoría de la muerte.
  • “Manco” (Clint Eastwood): Este personaje se convierte en estereotipo para el spaghetti western: antihéroe, duro y solitario, sin escrúpulos ni sentimientos, movido por el dinero. Se encuentran paralelismos con sus personajes en la trilogía. La trilogía del dólar fue la responsable de convertir definitivamente al actor en estrella indiscutible.
  • Indio: Leone precisaba de un villano impactante. Bandido de origen indio-mexicano, es el primer villano en cine que fuma yerba.

A Leone le interesaba especialmente recrear un antagonismo generacional entre los cazarrecompensas como elemento central de la historia: una narrativa de dos cazarrecompensas con diferencias como la edad y las experiencias vitales que se unen para atrapar a un tercer personaje (el dinero como fuerza motivadora de la acción).

En cuanto a aspectos técnicos y estéticos relevantes, lo primero que llama claramente la atención es el tándem cineasta-compositor (Ennio Morricone), logrando una obra maestra en la que la música cobra una importancia capital. De hecho, Bernardo Bertolucci apunta muy acertadamente que, en ocasiones, la música de Morricone se convierte casi en un elemento visible del film.

Habitualmente, se filma la producción y a continuación se conforma la banda sonora en función a lo ya filmado. En este caso no fue así: Leone le contó cómo sería la película, Morricone compuso toda la banda, y por último se filmó, adaptándose a la magistral música creada para ella.

La música no solo sirve como simple acompañamiento a la imagen, sino que se utiliza para comentar e identificar la propia construcción de los personajes.

Hay señales de identidad para cada personaje. Por ejemplo para el Manco se utilizan el silbido y el cigarro. También encontramos temas llamada, que son acordes de entre 1 y 5 notas que se usan como late motives breves de cada personaje principal. Cada uno de ellos tiene un acorde diferente con una instrumentación distinta.

De esta manera, cada personaje conforma su identidad, sus atributos significativos. En relación a estas señales de identidad, y con el único fin de no hacer más que diferenciar todavía más a los personajes entre ellos, cabe decir que Leone se preocupó de que las pistolas que utilizaran fueran diferentes, así como lo que cada uno fuma (Indio fuma yerba, el coronel en pipa y “Manco” cigarrillos)

El reloj de bolsillo se convierte en un elemento también protagonista dentro de la trama. El punto de partida fue el siguiente: Leone llevó a Morricone el reloj con la instrucción de que citara “tocata y fuga en re menor” de Bach, adaptando el tema la-sol-la.

Es el recuerdo del sentido de las motivaciones de Mortimer para perseguir al Indio. El sonido del reloj se utiliza como referencia musical al traumático suceso, hilándolo de esta manera con los flashbacks que se producen. 

Leone emplea los flashbacks de forma diferente a como se había estado realizando convencionalmente hasta el momento. Consideraba que había que concebirlos como ensoñaciones, fruto de la imaginación. La melodía repetitiva es lo que ayuda al espectador a identificar que nos sumergimos en un flashback que, además, va dándonos las piezas que faltan para terminar de comprender la narrativa.

Otro elemento digno de mención es el formato de los planos, apaisados, panorámicos. No lo subestiméis, no es en absoluto sencillo crear esta composición de los planos. 




CURIOSIDADES

– La película fue claramente influenciada por Veracruz (Robert Aldrich, 1954), influencia que se deja ver en esa ambigüedad que caracteriza a los personajes carentes de valores morales.

– Algunas empresas se vieron favorecidas por el boom que supuso el género:

  • La industria de réplica de armas. Además, a finales de los años 60 algunos armeros, además de hacer réplicas, se especializaron en la restauración de armas de fuego dañadas durante la filmación de los westerns italianos. 
  • Pompeya, que hasta ahora proporcionaba sandalias romanas, se especializó en botas de cuero de cowboy. 

– ¿Conocéis la “ciudad del western”? Creada por Carlo Simi, es conocida como “mini Hollywood” porque se convirtió en escenario de filmación de muchos westerns.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

  • AGUILAR, Carlos: Sergio Leone. Madrid, 2009.
  • FRAYLING, Christopher: Sergio Leone: algo que ver con la muerte. Madrid, 2002. 
  • ARRIBAS, Víctor: EL WESTERN: LEYENDA Y REALIDAD. Madrid, 2024.

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