LA REINA DEL NILO: UN SIGLO DE CLEOPATRA EN EL CINE 

La frase «Yo soy Egipto» atribuida a Cleopatra VII, última soberana del Imperio Ptolemaico, sintetiza la complejidad de su figura histórica y su perdurable legado cultural. Su vida estuvo caracterizada por una conjunción de factores políticos, sociales y personales que la convirtieron en un ícono transcendental en la historia y en la imaginación popular. 

Cleopatra nació en el año 69 a.C. como hija del faraón egipcio Ptolomeo XII Auletes y de una madre cuya identidad no es conocida, pertenecía a la dinastía Ptolemaica, una línea de gobernantes de origen griego que se había asentado en Egipto desde el año 305 a.C.

A pesar de que los Ptolomeos integraron algunas tradiciones religiosas egipcias en su gobierno, administraron el reino principalmente desde Alejandría, una ciudad con marcada influencia griega. Por ello, Cleopatra fue educada en el idioma griego koiné; sin embargo, destaca que, de acuerdo con algunas fuentes, fue la única de su familia que también aprendió el idioma egipcio. 

Las interpretaciones de Cleopatra en diversas producciones cinematográficas y teatrales presentan dos rasgos consistentes. En primer lugar, su papel ha sido interpretado tradicionalmente por actrices consideradas íconos de belleza en sus respectivas épocas.

En segundo lugar, los vestuarios asignados a Cleopatra tienden a ser históricamente anacrónicos, al incorporar elementos estilísticos que no corresponden a su época.Desde la cámara del arte hacemos un breve recorrido de las películas de esta reina más icónicas de la historia: 

Claudette Colbert en Cleopatra (Cecil B. DeMille, 1934)

LA REINA DEL NILO: UN SIGLO DE CLEOPATRA EN EL CINE 

La película Cleopatra de 1934, dirigida por Cecil B. DeMille, es una obra clásica del cine histórico y uno de los ejemplos más destacados de las producciones de Hollywood de la época dorada. Con Claudette Colbert en el papel de la legendaria reina egipcia, la película combina dramatización, romanticismo y una interpretación estilizada de la historia de Cleopatra VII y sus relaciones con Julio César y Marco Antonio. 

La producción es notable por su esplendor visual y su meticulosa atención al diseño de vestuario y decorados. De hecho, Cleopatra es famosa por su uso innovador de escenografías y trajes fastuosos, elementos que se convirtieron en sellos distintivos de DeMille. El filme utiliza el atractivo de una figura femenina fuerte y ambiciosa, presentando a Cleopatra como una mujer carismática y estratégica que juega un papel central en el poder de Egipto. 

A nivel técnico y artístico, la película también es recordada por su cinematografía y la forma en que retrata el lujo y la decadencia de la época antigua, aunque históricamente es menos precisa y más centrada en el espectáculo que en la exactitud. Fue un éxito comercial en su tiempo y consolidó a Colbert como una de las grandes estrellas de Hollywood, además de recibir críticas favorables por su estilo y dirección innovadora. 

Vivien Leigh en César y Cleopatra (Gabriel Pascal, 1945)

LA REINA DEL NILO: UN SIGLO DE CLEOPATRA EN EL CINE 

Vivien Leigh en César y Cleopatra (1945), dirigida por Gabriel Pascal, ofrece una interpretación única de la reina egipcia, que se diferencia notablemente de otros retratos de Cleopatra en el cine. La película, basada en la obra homónima de George Bernard Shaw, es más teatral que las versiones de Hollywood y enfatiza la interacción intelectual y emocional entre Cleopatra y Julio César, interpretado por Claude Rains. 

Leigh da vida a una Cleopatra menos exótica y seductora que la presentada en otras producciones, optando por una caracterización juvenil e incluso algo ingenua. Su interpretación enfatiza la transición de Cleopatra de una joven insegura a una líder estratégica y consciente de su poder. Leigh proyecta una Cleopatra en constante evolución, y su interpretación es tanto dramática como cómica, reflejando el tono irónico y agudo de Shaw. 

La película, aunque visualmente ambiciosa, no alcanzó el éxito comercial esperado, y en parte esto se debe a que se estrenó en un momento de postguerra, donde el público buscaba otro tipo de cine. Sin embargo, la actuación de Leigh ha sido alabada con el tiempo por su profundidad y su capacidad de hacer de Cleopatra un personaje humano y accesible, más allá del estereotipo de femme fatale. Su delicada interpretación añade un toque de sensibilidad y vulnerabilidad al personaje, mostrando una Cleopatra compleja y multidimensional que sigue siendo recordada por los críticos y los cinéfilos. 

Sofía Loren en Las noches de Cleopatra (Mario Mattoli, 1954)

LA REINA DEL NILO: UN SIGLO DE CLEOPATRA EN EL CINE 

En Las noches de Cleopatra (Due notti con Cleopatra), de 1954, dirigida por Mario Mattoli, Sofía Loren ofrece una interpretación lúdica y paródica de la legendaria reina egipcia. Esta película italiana se desvía de los enfoques serios y dramáticos de Cleopatra que otros filmes han explorado, presentando una comedia que mezcla el humor pícaro con una visión ligera y entretenida de la figura histórica. 

Loren, en el papel de Cleopatra, aporta a la reina una personalidad astuta, sensual y encantadora, y, en esta versión, Cleopatra es retratada como una mujer intrigante y caprichosa que busca satisfacer sus propios deseos.

La historia también incluye a una doble de Cleopatra, creando confusiones cómicas y enredos románticos con un soldado romano, lo cual intensifica el tono humorístico y caricaturesco de la película. La presencia magnética de Loren y su talento para la comedia hacen que su Cleopatra sea atractiva y cautivadora, diferenciándola de las encarnaciones más tradicionales y solemnes del personaje. 

Si bien Las noches de Cleopatra no pretende ser una obra histórica fiel ni un análisis profundo de la figura de Cleopatra, sí captura un estilo desenfadado que aprovecha la imagen de Loren como símbolo de glamour y atractivo.

La película, aunque no tuvo un impacto profundo en el cine épico o histórico, es recordada por su tono ligero y por mostrar a Loren en una de sus interpretaciones más seductoras y humorísticas, lo que contribuyó a su ascenso como una de las estrellas italianas más queridas del cine de la época. 

Elizabeth Taylor en Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963)

La actuación de Elizabeth Taylor como Cleopatra en la película de 1963, dirigida por Joseph L. Mankiewicz, es una de las más emblemáticas de su carrera y ha dejado una marca indeleble en la historia del cine. Su interpretación de la reina egipcia no solo es recordada por su belleza deslumbrante, sino también por la complejidad emocional que aportó al personaje. 

Taylor encarna a Cleopatra como una figura poderosa, astuta y sensual, que manipula su entorno para sobrevivir en un mundo masculino dominado por políticos y guerreros. Su representación destaca la ambición y el carisma de Cleopatra, mostrando su capacidad para seducir a figuras influyentes como Julio César (interpretado por Rex Harrison) y Marco Antonio (Richard Burton) para consolidar su poder. Esta representación ofrece una visión más matizada del personaje, resaltando su vulnerabilidad y sus luchas internas. 

La producción de Cleopatra fue famosa por su enorme escala y extravagancia. La película, que tuvo un presupuesto sin precedentes para su época, se caracterizó por lujosos decorados, trajes elaborados y una cinematografía grandiosa. Taylor, con su inconfundible presencia en pantalla, se convirtió en el centro de atención, y su vestuario, diseñado por Irene Sharaff, fue particularmente célebre, contribuyendo a la imagen de Cleopatra como un ícono de la moda y la belleza. 

A pesar de las críticas mixtas que recibió la película por su duración y algunos aspectos del guión, la interpretación de Taylor es ampliamente considerada como una de las mejores representaciones de Cleopatra en el cine. Su actuación ayudó a revivir el interés en la historia de Cleopatra y a establecer su figura como un símbolo de feminidad y poder. Además, su relación con Richard Burton fuera de la pantalla atrajo una considerable atención mediática, añadiendo una capa de fascinación al proyecto. 

En conclusión, estas representaciones de Cleopatra no solo han contribuido al mito y la leyenda que rodean a la figura histórica, sino que también han servido para explorar temas más amplios de poder, género y ambición en un contexto cinematográfico que sigue evolucionando. La figura de Cleopatra continúa siendo un símbolo poderoso y atractivo en la cultura contemporánea, evidenciando su relevancia perdurable y su capacidad para inspirar a nuevas generaciones de artistas y cineastas.




OTRAS ENTRADAS EN NUESTRA WEB QUE PUEDEN INTERESARTE

¿COMPARTIR ESTE ARTÍCULO?

Share on facebook
Compartir en Facebook
Share on twitter
Compartir en Twitter
Share on linkedin
Compartir en Linkdin
Share on pinterest
Compartir en Pinterest

Deja tu comentario

Deja una respuesta

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para fines de afiliación y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad