Refugiados de Málaga en Almería

Ficha técnica

Título: Refugiados de Málaga en Almería
Autor: Gerda Taro
Cronología: 1937
Estilo: Fotorreportaje de guerra
Materiales: Impresión en gelatina de plata
Ubicación: International Center of Photography (ICP)
Dimensiones: 15,9 x 22,9 cm

COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE REFUGIADOS DE MÁLAGA EN ALMERÍA

ANÁLISIS DE LA OBRA

Un acercamiento a los sinsentidos de la guerra de la mano de una mujer pionera. En un oficio donde ellas no eran habituales, y los prejuicios abundaban, donde ella quiso estar presente, para contar así el día a día, tan necesaria esta cobertura informativa, porque aquello que no se registra parece no haber sucedido.

Su obra se enfoca en los desastres de la guerra, centralmente en los estragos en la población civil.

En un contexto de guerra en las fronteras de Europa, desgraciadamente, más aún para los que les toca oler a munición quemada, cemento en suspensión, a tierra enrarecida, este texto pretende ser un homenaje a todos los refugiados de la historia, y a los que actualmente lo son de un conflicto bélico.




Esta imagen tiene carácter icónico, ya que podría enarbolar a cada uno de ellos, formar algo así como un estandarte en que podrían verse representadas todas las personas englobadas bajo el término refugiados.

Moviliza algo en los adentros en cuanto se observa la escena, te lleva más allá, al trayecto recorrido entre pesares, dificultades, y el peligro real de muerte acechando en la costa, en la conocida como la Desbandá; trasciende la fuerza del fuego cruzado.

Se ve en los personajes la preocupación arrastrada hasta ese destino, en todos y cada uno de los desafortunados retratados que un día la situación los colocó en esta tesitura sin mucha más opción. Recuerda a una pintura de historia de gran formato.

En las fotografías de Gerda Taro se puede ver la crudeza de la realidad bélica: víctimas en la morgue que parecen mirarte plácidamente con la convicción de que la muerte no lo era todo, o gente que se agolpa a sus puertas mirando a cámara con indignación y de forma penetrante, heridos en el hospital con la cabeza vendada tras un ataque aéreo, las consecuencias de los bombardeos indiscriminados, el avance de las tropas, mujeres y hombres reclutados que son adiestrados en una movilización general, el trasiego de los camilleros, escenas de trincheras.

También son frecuentes los niños que miran con amplio espectro de sobrecogimiento. En esta fotografía se prescinde de todo esto, Refugiados de Málaga en Almería, muestra una de sus fotografías de mayor cercanía con la población, siempre estuvo ligada a la gente, a su disposición, dado que no se limita a contar el conflicto desde su lado más explícito, sino siempre con un toque más humanista, sin renunciar al posicionamiento.

Su aproximación es física y a la par emocional. Su trabajo es una obra al servicio de la causa antifascista, pero también de la humanidad.

Los personajes que componen la fotografía son una niña que se entrecorta al más estilo fotográfico, la mujer del rostro descompuesto que sujeta a un bebé entre sus brazos, una niña que no se sabe dónde mira exactamente, una mujer al borde del llanto, un niño pequeño con la mirada suspendida, otra niña de mirada perdida, un hombre meditabundo; parece llega más gente por la derecha según anuncian las miradas de los adultos, o saber qué salvajada están presenciando.

La figura central, el niño desenfocado, bajo el paraguas de esta escena articula un mecanismo de detonación que le hace cobrar un sentido especial en la composición.

En la fotografía todos los rostros se presentan preocupados, desencajados, salvo uno que inquietantemente, en primer plano y desenfocado, mira fijo, desafiante, se diría que en su mirada se ve el miedo, pero reluce mucho más la esperanza (igual es ello lo que le hace parecer desenfocado), la de un niño confiado en la victoria, aunque no necesariamente por las armas, sino la del tiempo; el resto del primer plano se desenfoca ligeramente en una neblina en donde se cierne el futuro.

Los mismos sujetos fueron más veces fotografiados, pero es en esta triangulación compositiva, que resulta inevitable no asociarla a La Libertad guiando al pueblo, donde el resultado cobra más eficacia.

Algunos de sus retratos, como puede observarse, tienen una profunda connotación psicológica, y a su vez se caracterizan por representar muy bien el papel de la mujer en esta descabellada guerra civil española, siendo protagonistas de muchas fotografías, dado que las mujeres en este conflicto dan un paso al frente en la defensa del ideal firme en el que creyeron, la apuesta por la democracia, y del cual ella es partícipe.

Asume el conflicto como suyo, y además lo internacionaliza. Cabe mencionar obras como Miliciana republicana entrenando en la playa enmarcada en el movimiento de la Nueva Visión con este encuadre de aproximación y postura arquetípica tan peculiar, o Miliciana republicana en la Plaza de Cataluña (identificada como Marina Ginestá a los diecisiete años) que mira con convencimiento, desafío y una dulce simpatía.

El nombre de Robert Capa inevitablemente acabaría saliendo de entre estas palabras.

“Él” es el más afamado fotógrafo de guerra, pero hubo un tiempo donde la personalidad de esta especie de personaje de ficción estaba desdoblada, tras la otra mitad de esta identidad incorpórea estaba Gerda Taro, tratándose a su vez del pseudónimo (establecido en 1936) de Gerta Pohorylle.

De modo que con anterioridad la autoría del trabajo del a priori inexistente Robert Capa, se difumina entre ella y Endre Ernő Friedmann (a quién si se le conoce con el sobrenombre de Robert Capa, lo cual es inexacto), así era como vendían sus primeras fotografías para evitar suspicacias por sus orígenes y de la autoría femenina, ya que gran parte de la producción anterior a firmar como Gerda Taro es conjunta, y a veces difícil de determinar por sus estilos muy similares al formarse en parte juntos.

Esta asociación también viene porque fueron pareja, y llevaron una vida auténticamente de acción. Constituían esta conjunción artístico-amorosa, aunados en el fotorreportaje de guerra, en pos de la causa liberal, estableciendo un modo genuino de narrar las historias. De manera que el aclamado personaje estuvo constituido de dos identidades inicialmente.

Constituyeron un grupo fotográfico que trabajaba en sincronía, precursor de una nueva manera de contar en esta disciplina fotográfica. Pero sus trabajos se bifurcan en el conflicto español.

Resultado de la crudeza del oficio, ambos fenecieron en mitad de una guerra, la alemana en un accidente en la Batalla de Brunete en 1937, el húngaro en la guerra de Vietnam.

Lo cual les sirvió para legitimar su trabajo, algo que era valorado en la época al atestiguar un peligro real y dotarle de más veracidad a su quehacer, pero que constituye un cierto absurdo, ya que en el campo de batalla el peligro siempre acecha de manera casi imprevisible. Unas vidas que bien merecen una novela, o película, o parece se trate precisamente de ello.

Una vida de 26 años, desafortunadamente a consecuencia de un destino alimentado por su oficio, por sus férreas convicciones, le bastó para hacerse un hueco en la historia de este arte. Su testimonio irrevocablemente nos habla de la historia, sin necesidad de ser contada. 

CURIOSIDADES  

Resulta importante no olvidar que Gerda Taro había sido una refugiada, por sus orígenes e ideales políticos. Al ser custodiada permanentemente por el nazismo, marcha a París donde conoce a Endre, sin volver a ver nunca más a su familia más cercana (sus padres eran originarios de Galicia).

La autoría de muchas de sus fotografías se atribuyó a Robert Capa hasta casi finalizado el siglo XX.

Pese a la relevancia de Gerda Taro, siendo la única mujer en cubrir la guerra civil española, lo cual nos habla de su valentía, de la belleza contenida en ser una rara avis, y su intención de subvertir las normas, contando la actualidad en el frente a través de la prensa francesa, no le ha valido un reconocimiento más patente en nuestro país.

Incluso hoy día la sombra del que fue su pareja se proyecta densa sobre ella, lo cual es más fruto de una manera imprecisa de contar la historia.

En el presente siglo, se han descubierto cerca de mil nuevas fotografías suyas, lo que ha enriquecido bastante su legado. Hay mucho trabajo por elaborar con estudios de historia de perspectiva femenina, y a su vez constituye un enriquecimiento la reivindicación de las artistas que necesitan aún darse más a conocer, aportando más datos de lo que realmente fue.

Su cuerpo sin identificación fue reconocido por María Teresa León y Rafael Alberti, directores de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, ello permitió que miles de personas acudieran a rendirle homenaje en su entierro en París, entre las que se encontraba Pablo Neruda.

En un contexto donde la mujer seguía relegada en tantos ámbitos de la vida, muchas luchaban por mantener los logros alcanzados, por alcanzar mayores logros, por la toma de conciencia. Su empatía con las víctimas fue de tal magnitud que solidarizó el riesgo de muerte por encima de los valores circunscritos a la libertad.

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

ICP: https://www.icp.org/browse/archive/objects/refugees-from-m%C3%A1laga-in-almer%C3%ADa-spain-3 (Consulta: 27/03/2023)

MAGNUM PHOTOS: https://www.magnumphotos.com/newsroom/politics/gerda-taro-first-woman-war-photographer-to-die-in-the-field/ (Consulta: 27/03/2023)

SCHABER, Irme; WHELAN Richard; y LUBBEN, Kristen. Gerda Taro: Colección del International Center of Photography (pp. 9-34). Barcelona, 2012: Museo Nacional de Arte de Cataluña.

GALERÍA DE IMÁGENES

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