COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE VANITAS DE HARMEN STEENWIJCK
CONTEXTO HISTÓRICO
La obra “Vanitas” de Harmen Steenwijck (ca. 1640) se enmarca en el período del Siglo de Oro Neerlandés (siglo XVII), un tiempo de gran auge económico, comercial y cultural en los Países Bajos. Esta época coincidió con el desarrollo del protestantismo calvinista, que influyó enormemente en la producción artística, especialmente en los géneros de la pintura.
Durante el Siglo de Oro, los Países Bajos experimentaron un incremento del poder burgués, y el arte se centró en temas cotidianos, alejándose de los grandes motivos religiosos o aristocráticos típicos de épocas anteriores. Esto dio lugar a géneros como los retratos, las escenas de género, los paisajes, y especialmente las naturalezas muertas. Dentro de estas últimas, surgió un subgénero: las Vanitas, pinturas que servían como meditación moral sobre la fugacidad de la vida, el poder efímero de las posesiones materiales y la inevitabilidad de la muerte.
El nombre “Vanitas” proviene de la frase latina “Vanitas vanitatum, omnia vanitas” (vanidad de vanidades, todo es vanidad), extraída del Eclesiastés en la Biblia. Este mensaje estaba en sintonía con los principios calvinistas, que enfatizaban la humildad, el rechazo a las riquezas terrenales y la contemplación espiritual.
BIOGRAFÍA DEL ARTISTA
Harmen Steenwijck (1612 – ca. 1656) fue un pintor neerlandés nacido en Delft, conocido por sus naturalezas muertas de estilo Vanitas. Steenwijck estudió con su tío, el pintor David Bailly, en Leiden, una ciudad que se había convertido en un centro de producción artística e intelectual. Su formación con Bailly, maestro en el género de las naturalezas muertas, influenció notablemente su estilo y su temática.
Aunque no fue un artista particularmente prolífico ni ampliamente reconocido en su tiempo, Steenwijck destacó por su precisión técnica y su habilidad para dotar a las composiciones de un fuerte simbolismo filosófico. Sus obras combinan una meticulosa representación de los objetos con una atmósfera de introspección. Trabajó principalmente en Leiden, donde la influencia de la Universidad de Leiden, una institución intelectual prominente, fomentaba la reflexión humanista sobre la vida y la muerte.
ANÁLISIS FORMAL

- Composición: La obra presenta una mesa ligeramente inclinada donde los objetos están organizados con un equilibrio asimétrico. El cráneo, símbolo central, atrae la atención inmediatamente y sirve como eje de la composición. Los objetos se despliegan hacia los lados, creando un movimiento horizontal interrumpido por la fuerte verticalidad del jarrón oscuro.
- Color: La paleta de colores es sobria y predominan los tonos ocres, marrones y grises, con toques suaves de blanco y dorado. Esta paleta refleja la temática austera y reflexiva de la obra. El uso de contrastes sutiles permite destacar los objetos contra el fondo neutro.
- Luz y sombra: La iluminación proviene de un foco lateral izquierdo, típico del claroscuro barroco, que crea un fuerte contraste entre luz y sombra. La luz resalta los elementos más importantes, como el cráneo y el laúd, dejando otras áreas en penumbra para aumentar el dramatismo y la profundidad.
- Textura: Cada objeto está representado con un realismo minucioso que permite percibir las diferentes texturas: el brillo metálico del incensario, la superficie rugosa del cráneo, la cerámica lisa del jarrón y las suaves arrugas del paño. Esta precisión en los detalles es característica de la pintura holandesa de la época.
ANÁLISIS ICONOGRÁFICO
La obra está repleta de símbolos, propios del género Vanitas, que aluden a la fugacidad de la vida, la vanidad y la muerte:
- El cráneo: Representa la mortalidad y la inevitabilidad de la muerte. Es el símbolo central y más directo de la pintura.
- La concha marina: Hace referencia a la belleza efímera y a lo exótico, recordando que incluso las cosas bellas y raras no son eternas.
- El laúd y la flauta: Representan los placeres mundanos y la música, que, aunque agradables, son pasajeros y no perduran.
- El incensario: Simboliza el carácter efímero de la vida, ya que el humo del incienso se disipa rápidamente.
- Los libros: Pueden aludir al conocimiento humano, pero también a su limitación frente a la eternidad. La sabiduría terrenal no puede salvar del destino final.
- El jarrón cerámico y la cadena: Estos objetos simbolizan la riqueza y las posesiones materiales, que no tienen valor ante la muerte.
- La luz diagonal: La luz que entra desde la izquierda puede interpretarse como la divinidad o la verdad espiritual que ilumina la escena, subrayando el mensaje moral.
CURIOSIDADES
- Simbolismo moralista: Aunque a primera vista pueden parecer simples naturalezas muertas, las Vanitas son composiciones profundamente filosóficas y moralizantes, invitando al espectador a reflexionar sobre la vida y la muerte.
- El cráneo como centro: El uso del cráneo como elemento central se popularizó en la pintura barroca, convirtiéndose en un símbolo universal del memento mori (“recuerda que morirás”).
- Reflejo del calvinismo: La obra refleja la influencia del calvinismo en la sociedad neerlandesa, donde el arte servía para reforzar valores de austeridad y desapego material.
- Hiperrealismo: La meticulosa representación de los objetos refleja la obsesión de los pintores holandeses por capturar la realidad con exactitud.
CONCLUSIÓN
“Vanitas” de Harmen Steenwijck no es solo una obra visualmente impresionante, sino un recordatorio filosófico de la transitoriedad de la vida y la inutilidad de las riquezas materiales. A través de una composición equilibrada, una iluminación dramática y un simbolismo cuidadosamente elaborado, Steenwijck logra transmitir un mensaje atemporal que sigue siendo relevante en la actualidad. Esta obra invita al espectador a reflexionar sobre su propia existencia, los placeres efímeros y la certeza de la muerte.
GALERÍA DE IMÁGENES



BIBLIOGRAFÍA
- Alpers, S. El arte de describir. Pintura holandesa del siglo XVII. Madrid: Hermann Blume, 1987.
- Gombrich, E. La historia del arte. Madrid: Phaidon, 1997.
- Pérez Sánchez, A. E. Pintura barroca en España y Europa. Madrid: Cátedra, 1992.
- Sitio web de la National Gallery: www.nationalgallery.org.uk
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