ONDARA: HISTORIA, PATRIMONIO Y CULTURA
INTRODUCCIÓN
En esta nueva entrada de LCDA nos centraremos en continuar con la serie que le estamos dedicando a los pueblos que participan en el Grand Prix de este verano. El turno es de Ondara, nos encontramos ante un municipio y localidad de la provincia de Alicante, en el norte de la Comunitat Valenciana.
Se encuentra en la comarca de la Marina Alta, esta es bien conocida por su relieve y por su costa, ya que en ella encontramos el Cabo de la Nao o el Peñón de Ifach. Ondara pertenece a la zona interior de la comarca, su término municipal limita con Beniarbeig al oeste, La Xara al este, Dénia y Vergel al sur, y Pedreguer al norte.
Ondara cuenta con una población de 7.308 habitantes, según el último estudio realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), realizado en el año 2023 y publicado en el padrón de la Diputación de Alicante. La superficie que compone su territorio es de 10,41 km², encontrándose a 36 metros sobre el nivel del mar.
Atendiendo a los datos que la página web oficial de turismo de la Comunitat Valenciana proporciona, podemos conocer un poquito mejor lo que Ondara nos ofrece, y es que Ondara posee mucho más allá de lo que las calles que conforman el pueblo nos muestran, ya que a sus alrededores, podemos encontrar increíbles parajes naturales como son El Assut de l’Alberca o El Assut del Molí Nou, además del jardín botánico. Próximas a Ondara, están las cuevas de Colom y del Corb y la Cova Fosca, yacimientos que datan del paleolítico y neolítico; así como otros de época romana como son los del Pla de la Font, Pujades i Vinyals.
HISTORIA DEL PUEBLO
Para seguir conociendo la maravillosa Ondara, es necesario que nos remontemos atrás en el tiempo y conocer su historia y origen. Este dato que voy a dar a continuación me parece bastante significativo, y es que gracias al estudio que Robert Miralles ha realizado de su pueblo, podemos comprender cómo era el territorio desde incluso el periodo Triásico. Es maravilloso que alguien tenga tanta pasión por conocer y compartir sus raíces.
La fundación de Ondara tiene varias hipótesis, algunos estudiosos avalan su origen previo a la época romana, otros la sitúan después. El historiador Marc Antoni Palau, procedente de Dénia fue la primera persona en esbozar la teoría del origen del nombre del pueblo, y lo sitúa en la palabra Fundaria o Fondaria, que proviene del latín y que sería dada por la presencia de una supuesta mina de hierro, aunque bien es cierto que esta idea fue refutada, porque parece que nunca podría derivar a formar la palabra “Ondara”.
Si nos centramos en el vocabulario, y más específicamente, en aquel que comparte la lengua vasca y la ibérica, los estudiosos y entendidos en lingüística, Manuel Sanchis Guarner y Alcover Moll, dieron con que Ondular sería la palabra válida para explicar la etimología de Ondara, significando: “las arenas, la playa, las dunas”, ya que hace 3.000 años el mar llegaba a este territorio y sería asumible por la situación que presentaba.
En contraposición encontramos la teoría que sostiene Joan Coromines, que situaría el origen en la palabra Undaria, derivado de Unda, del latín y con significado: “agua que mana o brota”, o como “agua” en general.
En el apartado donde trataremos el patrimonio que posee el municipio de Ondara, veremos mejor desarrollado el punto que voy a plantear ahora, que es su proceso formativo, ya que a lo largo de su historia, el pueblo ha recibido los asentamientos de diversas culturas como la prehistórica, la íbera, la romana y la islámica entre otras.
Por ese motivo, será en la siguiente sección donde desgrane el patrimonio y cómo la presencia de estas contribuyeron al avance y formación del actual territorio. La Comunitat Valenciana se caracteriza por haber sido una situación clave en la historia de nuestro país, su conexión con el Mediterráneo ayudó a estas conexiones y el asentamiento de diversos pueblos.
Como hemos comentado con anterioridad, el municipio cuenta con una población aproximada de 7.000 habitantes en la actualidad, y sin duda el hito que hizo proliferar la dicha de este territorio fue el cultivo de la pasa, el cual surge en el siglo XIX.
Esto produjo que mucha gente decidiera mudarse a la zona, convirtiéndose en el motor urbanístico que el pueblo necesitaba para crecer. Lamentablemente, a principios del siglo XX, una plaga de filoxera -parásito de la vid-, truncó todo el avance de esta zona. Muchas personas se vieron obligadas a emigrar hacia Argentina y Argelia en busca de un futuro mejor.
Si hablamos de la Ondara actual es imposible que no se nos venga a la cabeza la palabra “Zorra”. Y es que ni nada más ni nada menos, la representante de España en la 68ª edición de Eurovisión celebrada en la ciudad de Malmö, es autóctona del pueblo: estamos hablando de María José Bas Arguijo, más conocida como Mery Bass, cantante del grupo Nebulossa. Este suceso fue seguido con mucho orgullo por los vecinos de Ondara, se podría decir que una ondarense estuvo a la altura en la arena que custodiaba ABBA.
Y siguiendo la actualidad, aunque también tradición es imposible no hablar de sus fiestas y gastronomía. Las fiestas populares de Sant Jaume son las más participativas del pueblo, ya que todos los vecinos y vecinas toman las calles del pueblo para vestirlas de alegría y comida, por la zona os podréis hacer la idea de que el arroz no puede faltar. Se realizan diversas actividades, y este año se celebran del 19 de julio al 27 de julio.
Por otro lado, Ondara tiene sus fiestas patronales que se celebran el segundo fin de semana de julio, en honor a la Virgen de la Soledad.
PATRIMONIO DEL PUEBLO
Ondara ha recibido diversos asentamientos en el conjunto de su territorio, así como de las tierras aledañas a esta. Si nos situamos en época prehistórica, debemos hablar de la cueva del Corb, ya que junto a la cueva de “les Calaveres”, son los únicos conjuntos que se pueden datar en el Paleolítico medio e inferior, en toda la Marina Alta.
Centrándonos en los asentamientos íberos, no encontraremos ninguno en el término de Ondara como lo conocemos en la actualidad, pero sí próximos a él. Cabe destacar el de la Penya Roja, situado al nordeste de Segària, en el territorio del Verger, y el de Benimaquia, que entraría dentro de la actual Dénia. Del último periodo, es necesario nombrar los yacimientos del Passet, ubicado entre Benimeli y Beniarbeig, al oeste de Segària, y el de la Sella, al sur de Ondara, en término de Pedreguer. En este último yacimiento, se encontraron ánforas de diversos tipos y cerámicas.
Las cuevas de todo el territorio de la Comunitat Valenciana, han dado grandes sorpresas a historiadores y arqueólogos, citando a Milagro Gil-Mascarell, resulta que estas han sido consideradas como santuarios o lugares de culto del mundo íbero. En la Cova Fosca se halló esta vajilla, muy característica de la cultura íbera que se asentó en la zona.
La época romana en el territorio de Ondara, así como sus alrededores, fue bastante fructífero, tanto, que se ha llegado a catalogar la zona cómo “una estación arqueológica de considerable importancia para la Marina Alta”, ahí es nada.
Gracias a todos los hallazgos que se han realizado en el denominado Territorium de Dianium, podemos conocer cómo fue la romanización en la zona. Sin ir más lejos, hay estudios que apuntan que, en las cercanías de Ondara, existen unas cuantas villae, lo que se traduce cómo: “Casa rural, generalmente rodeada por tierras de cultivo”. Gracias a las excavaciones llevadas a cabo en la partida de Vinyals, algunos rasgos de vida romana en el territorio.
Pero sin lugar a duda, cabe destacar el yacimiento de Vinyals, ya que en él se han podido encontrar vestigios de lo que en su momento fue un territorio ocupado por los romanos. Se conoce una necrópolis que posee en torno a veintinueve enterramientos datados, según los y las expertas en el siglo II d.C. Este yacimiento queda situado en la parte noroeste del término de Ondara, muy cerca del río Girona, siendo esta zona muy fértil.
Otro de los hitos más importantes en torno a la investigación de la presencia romana en Ondara, viene dada tras la demolición de la casa del primer alcalde de la democracia en el pueblo: Don José Moncho Salort. Esta, estaba ubicada en la plaza del mercado, y del solar resurgieron objetos tales como cerámicas y restos de ánforas, datados por Enric Llobregat, en torno al siglo I d.C. En otro solar del municipio, más concretamente en la actual residencia de ancianos, junto a la acequia de Alfares, se ha encontrado una base de piedra calcárea que, según Gisbert Santonja, pudo pertenecer a un elemento funerario romano.
Es curioso, porque en la parte que a día de hoy se sitúa el centro del pueblo, se han ido hallando vestigios de esta cultura, como es, entre otro muchos ejemplos, el bajorrelieve de Eros, actualmente custodiado en el claustro del ayuntamiento.
Como podemos observar, la zona de la Marina Alta, y con ello Ondara, nos ha brindado grandes hallazgos a nivel arqueológico, pero a continuación quisiera centrarme en uno de los símbolos del pueblo: la Torre del Reloj. Para ello, es necesario situarnos en época musulmana, un periodo de tiempo que toda la Comunitat Valenciana guarda y rememora a lo largo de todo el territorio.
La presencia del Cid Campeador también es un hito que se destaca dentro de la historia de la región, y es que resulta que, según el estudio de diversos historiadores, pudo ser que en el momento en el que el mercenario castellano se dirigía tomar el reino de Dénia, se instalara en “Ondia” donde celebró la Cuaresma y la Pascua, y se dedicase a reparar y fortificar el castillo.
Se conoce que la fortificación tuvo en torno a tres o cuatro torres, siendo la que se sitúa actualmente en la Plaza del Mercado, la única que queda en pie. La Torre del Reloj se encuentra bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
En el año 2010, se inician las obras de rehabilitación del monumento, cuyo objetivo reside en la necesidad de recuperar la imagen originaria de la torre. Se descubre a partir de esta intervención que los materiales originales son un tanto posteriores a la época de Al-Ándalus.
La función de esta arquitectura en la actualidad es la de campanario, la torre queda tocada por un mecanismo de reloj cuyo origen se remonta a inicios del siglo XX.
Como podéis observar, este monumento se ha convertido en un símbolo del pueblo y es que no hay ondarense y visitante que no se pueda resistir a alzar la mirada para observar esa torre que lleva acompañando al pueblo a lo largo de tantos siglos.
Si seguimos descubriendo los símbolos del municipio de Ondara, es necesario que hablemos también de su Plaza de Toros, y es que es un espacio que destaca por su inspiración en el arte mudéjar a lo largo y ancho de toda la Marina Alta. La construcción de la arquitectura original se remonta a finales del siglo XIX y principios del XX, y se inaugura en el año 1901, aunque parte de ella se destruye durante la Guerra Civil.
Queda documentado que en 1937, la plaza es incautada por la U.G.T, y al poco se retira el hierro de las cubiertas para la fabricación de armamento y munición para el ejército republicano, y también se extraen las columnas y vigas.
La reconstrucción se lleva a cabo en 1957, siendo la sesión del 29 de febrero de 1956 donde el ayuntamiento acuerda encargar a los arquitectos procedentes de Alicante, Juan Vidal y Julio Ruíz, el proyecto. La plaza vuelve a aparecer ante la vista de los y las ondarenses en un tiempo récord, tan solo se tardó en reconstruirla tres meses, más concretamente entre el 13 de febrero y el 22 de junio de 1957. Juan Gasent Barber, fue el encargado de supervisar las obras, y los hombres a su mando eran personas procedentes tanto de la propia Ondara, como de los pueblos vecinos de la Marina Alta.
Según Robert Miralles, la plaza de toros se compone de la siguiente forma, se trata de un edificio cuya estructura principal posee masonería con mortero de cal en sus muros. Este a su vez presenta unas características constructivas que nos hace recordar el mundo clásico ya que posee base (de fábrica de sillar calcáreo), fuste (de dos plantas, separadas por una moldura en sillar de arenisca) y cornisa.
La planta baja queda conformada por seis franjas horizontales separadas por tres baldosas de cerámica, y da acceso a la arena, a la grada y a las dependencias bajas del propio graderío, en cambio, la planta alta, observamos que tiene tres vacíos por tramo en forma de herradura. Se remata la construcción con una cornisa de sillar de arenisca y unas almenas granuladas.
Desde su reapertura, la “Joya Levantina” se ha convertido en un espacio clave para el pueblo, ya que no solo acoge la actividad principal para la que fue ideada, es decir, las corridas de toros, sino que a su vez, se ha ido adaptando a los nuevos tiempos para recibir diversas actividades culturales como conciertos o representaciones entre otras muchas.
El Ayuntamiento de Ondara, esconde una sorpresa en cuanto a su arquitectura, y es que resulta que la sede se dispone en el antiguo convento de Mínimos. Este edificio fue construido durante la primera mitad del siglo XVII por los franciscanos mínimos en el terreno que fue donado por el Marqués de Guadalest. La Orden llegó al pueblo en 1611, y erigió este edificio para acoger a diez religiosos.
Observamos que la disposición del edificio es de planta cuadrada y cuenta con un claustro central rodeado por una galería de arcos de medio punto. Originalmente contaba, además, con un huerto. una iglesia y una enfermería; la parroquia queda hoy anexa al edificio del ayuntamiento y está dedicada a la Virgen de la Soledad, patrona de Ondara.
La orden religiosa estuvo establecida en el municipio hasta 1835, tras la desamortización, la Iglesia pasó a ser propietaria de la parroquia, mientras que, el resto de instalaciones salieron a subasta. Se conserva, aunque tapiado, el pórtico que daba acceso desde el convento al claustro. En las plantas altas vemos aperturas de medio punto que actualmente están destinadas a acoger las oficinas municipales y el salón de plenos.
Entre las calles Dénia y Sol, haciendo chaflán, encontramos otro de los símbolos del pueblo de Ondara: La Casa del Mayorazgo, también conocida como la Casa Fuerte. Fue construida a mitad del siglo XIX por Francesc Josep Ferrando Ivars a petición de la familia Ferrando, e ideada como estructura casi defensiva, ya que por aquel entonces, la zona de la Marina Alta se vio afectada por el bandolerismo.
Esta casa, como podemos observar, perteneció a la aristocracia del momento, y es un verdadero placer ver cómo ha llegado a nuestros días esta construcción que fue declarada Bien de Interés Cultural. Observamos su imponente protagonismo en la calle, con su gran planta rectangular, nos transmite ese aire señorial a la par de defensivo, haciéndonos recordar una fortaleza cuando pasamos paseando a su lado. Además, se ha conservado la mirilla morisca que sobresale del edificio. Pero su encanto no solo se define en su exterior, ya que en el interior se documenta una capilla.
Otros de los grandes encantos que podemos encontrar en cualquier municipio son sus iglesias, y Ondara no iba a ser menos. Me dispongo a hablar de la Parroquia de Santa Anna, una iglesia que se camufla en el exterior con el resto de viviendas y que queda cercana a su vez del propio ayuntamiento. Destaca por su campanario, la torre es de base cuadrangular y posee tres cuerpos, y además, por poseer una característica un tanto especial: no tiene una plaza en la entrada al templo.
La fachada posee un pórtico de acceso enmarcado con dos pilastras que sustentan un entablamento plano con friso y cornisa.
Fue construida en el año 1789, y es de planta de cruz latina que no dispone de crucero, además cuenta con un añadido posterior que resalta dentro su planta, a modo de brazo, se agrega una capilla de comunión independiente para celebrar el culto.
La nave principal está cubierta con bóveda de cañón e iluminada por lunetos sobre las capillas laterales que, a su vez, se cubren con bóvedas de cañón perpendiculares a la nave central. Los elementos ornamentales son propios del lenguaje clásico, con dos órdenes de pilastras y entablamento corrido donde se centran los policromados.
Destacan las obras murales del artista local Salvador Gil, realizadas entre 1953 y 1959, tanto del altar de la capilla de la comunión, como en los arcos de esta capilla y la ornamentación del retablo mayor. Todas ellas son pinturas al óleo sobre lienzo que se adosan y se adaptan perfectamente a los espacios arquitectónicos del templo.
No puedo acabar el apartado sobre el patrimonio del pueblo de Ondara sin hacer mención a su lavadero, ya que es otro de los iconos que destacan dentro del municipio. El lavadero se construyó en 1950, en la actualidad encontramos que la arquitectura se mantiene, pero hace unos años tuvo que ser sometido a unas obras de renovación.
Sinceramente, a mi parecer es uno de los espacios más bonitos que tiene el municipio, ya que el lavadero nos habla de tiempos pasados, y a mí me lleva a imaginarme a mi abuela de joven, ya que siempre me contaba historias que acontecían en el lavadero de su pueblo.
Podemos observar que su interior es bastante amplio, contando en su centro con la pila de lavado, y a los lados de esta, pegados a la pared, una serie de bancos. El techo es a dos aguas, y tiene las vigas de maderas a cara vista y la conjunción de los colores nos hace reconocer el aire Mediterráneo que envuelve a la Marina Alta.
CONCLUSIONES
Después de haber conocido más profundamente Ondara, yo que también pertenezco a la terreta solo puedo deciros que no deberíais de perder la oportunidad de conocer este precioso pueblo, así como la Marina Alta. Mucha gente se acerca a nuestra zona por las playas, cosa que comprendo, pero la Comunitat Valenciana es un territorio muy rico y diverso, y Ondara nos ofrece un amplio abanico de posibilidades.
Recorrer sus calles se siente como una bocanada de aire fresco, lo bonito de los pueblos es que te llevan a sentirte en casa seas o no de allí. La oferta gastronómica no dejará indiferente a nadie, ya que si una cosa se caracteriza por la zona, es sin duda, por sus increíbles arroces.
Las fiestas y su patrimonio son otro aliciente para descubrir este municipio, como hemos nombrado con anterioridad, la arquitectura de Ondara no deja indiferente a nadie, desde su actual Ayuntamiento como sus parroquias, o la Plaza de Toros con toda la historia a sus espaldas. El lavadero, lugar de reunión y de memoria o la Torre del Reloj que nos vigila contando cada uno de los minutos de nuestra vida, como de la vida del pueblo.
Ondara ha sido todo un descubrimiento, y me alegra haber podido ver a toda su gente apareciendo en medios dando el apoyo y cariño que Nebulossa merecía para encaminarse hacia Mälmo y dejarnos unas de las actuaciones más memorables de España en el Festival de Eurovisión. Ahora, los/las/les ondarenses tienen una nueva misión, y es arropar a su equipo en el programa del Grand Prix, y desde aquí, una petrerina seguirá el concurso siendo una fan acérrima de este pueblito de la Marina Alta que me ha robado el corazón.
BIBLIOGRAFÍA Y/O WEBGRAFÍA
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https://www.macma.org/turismo/patrimonio/casa-del-mayorazgo
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