COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE LAS CRIBADORAS DE TRIGO
CONTEXTO HISTÓRICO-ARTÍSTICO
Quizás en el dolor y la frustración resida el sentimiento. Esto mismo ha podido observarse más allá de la historia del Arte. En los poemas, en las propias complicaciones vitales. Siempre ha sido así. El realismo pictórico viene a ser un movimiento estético que únicamente pretende acercar al espectador a la más magna verdad.
Gustave Courbet fue uno de los más excelentes artistas en el grupo de aquellos capaces de recoger lo citado. La realidad del siglo XIX, en su acción favorable y contraria.
La obra propuesta se trata de una excepción en la pintura del francés, pues a pesar de siempre haber tenido presente esa estética de talante cercano a la realidad, este lienzo puede llegar a parecer artificial. Dispuesta. Pensamos que las supuestas cribadoras no son cribadoras y que el niño no sabe realmente lo que al rebuscar en aquel cajón. Que el gato no yace moribundo, que la pobreza no es real.
COMO SI DE UNA OBRA DE TEATRO SE TRATASE
Asunto de personajes, que Courbet elevó a un plano superior al posicionar en esta típica escena realista de proletariado francés del siglo XIX. Incluyendo a sus hermanas Zoé y Juliette, junto al posible hijo ilegítimo del pintor. Esto, sin duda supone un acercamiento voluntario por la parte creativa hacia las complejas situaciones que fueron consecuencia de situaciones, -a juzgar- peores.
Que Gustave Courbet incluya en su pintura a miembros familiares apenas sin contacto y hasta con rostros o características que pueden resultar perturbadoras, viene a significar una personalidad marcada en la pintura, lejos de un esquema pictórico fijo o a seguir.
Aún así, el realismo premia. Los progresos y contratiempos técnicos, el cansancio femenino, la curiosidad infantil. La luz frente a la sombra, es aquello que Gustave Courbet deja entrever en una de sus obras ejecutadas con mayor precisión.
ANÁLISIS FORMAL E ICONOGRÁFICO

Lo primero que pudiese llamar la atención dentro de la obra pictórica es la asimetría que presenta en su primera observación.
Acostumbrados a pinturas llenas de simbologías y composiciones complejas, nuestro propio ojo avizor puede pecar en la búsqueda de composiciones geométricas que establezcan un contacto previo con la pintura.
La clave para entender esta obra es conocer la ausencia de contacto. La ausencia de composiciones y el sentimiento desolador de encontrar tantas faltas en una pintura. Así pues vemos en primer plano una mujer cribando trigo, arrodillada sobre el trigo ya cribado y tirado en lo que parece una alfombra blanquecina de materiales poco calidosos.
En esta figura central los pliegues pictóricos y el movimiento en su defecto se ven absolutamente dominados por el autor francés. No hay rostro en el laborioso esfuerzo femenino, casi queriendo olvidar la flexión de rodillas, la compleja sacudida o el sudor intuido en un ambiente cálido.
A su izquierda, dando peso compositivo a la obra otra señora que podría estar enferma, reposando su espalda sobre unos sacos de trigo apilados. Dice mucho su posición, pareciese un saco más. Salvo por su mano artificiosa contando granos de trigo expresando una necesidad magna y una finura discordante. Presenta la soberbia del trabajo frente a los límites humanos.
Y por último, la curiosidad infantil, explicada bajo unos claroscuros de influencia caravaggista que amenazan en la introducción a un mundo de luz y sombra. En el que predomina la sombra, en este caso.
Es una incógnita, el porvenir en un momento tan complejo, para unos campesinos sin condiciones sociales, para el chico con todo -lo complejo y lo afable- por delante.
No hay nada más realista que este mismo pensamiento que Courbet deja leer entre líneas.
El trazado de Gustave Courbet no destaca por su grosor ni por su propia finura, sino que es el estudio de la luz en su pintura aceitosa aquello que da calidad y que genera expectación por encima de otros artistas adheridos a la corriente realista.
COMENTARIO
Más allá del componente analítico e iconográfico que el lienzo contiene, a sabiendas de su sencillez -entiéndase, sálvense las distancias- entendemos que su complejidad o importancia aparece en el contexto histórico social asociado directamente a la corriente pictórica en la que ubicamos la pintura.
El realismo surge como una respuesta sin explicaciones. El realismo como corriente pictórica no es un grito a pesar de estar unido a tendencias políticas como el socialismo o el anarquismo, así como el propio Courbet estuvo ligado.
Pero no.
El realismo muestra las situaciones tal y como eran en los diferentes momentos creativos. El realismo invita a la reflexión sin tendernos una mano.
O lo tomas o lo dejas.
El cuadro de Courbet, los tomos de ‘El garbancero’ o las palabras desordenadas e ininteligibles de Fiódor, solo constituyen un anhelo de objetividad que llega a conseguirse en varias de las creaciones, por polémico que esto suene.
Courbet nos muestra la vida del proletariado campesino así como fue. Así como se redactó, como se entendió, como fue.
Reflexionemos sobre la corriente realista, tomemos ese mismo camino sin invitación previa. El camino estético afín a la realidad no es más que abrir camino a concepciones certeras.
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BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
- Gombrich, E. (2009). La Historia del Arte 16 Edición (Story of Art 16th Edition) (Spanish Edition). Phaidon Press.
- Gómez Acosta, J. M. (2020). Historia de la pintura : cómo se hizo arte (H. Bevia & J. M. Gómez Acosta, Trans.). Ediciones Akal.
- Hagen, R. &. R.-M., Hagen, R., & TASCHEN. (2016). Los Secretos de Las Obras de Arte. 100 Obras Maestras en Detalle. TASCHEN.