COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE MUCHACHA LEYENDO UNA CARTA
Johannes Vermeer, el maestro de la luz
Johannes Vermeer, conocido como el maestro de la luz, fue un pintor holandés que tuvo poco reconocimiento en vida. Se le atribuyen obras donde destaca el contraste entre la luz y el color, a través de estos dos elementos, Vermeer creó historias serenas, sosegadas y pulidas en sus pinturas.
Sin embargo, es posible que no haya pintado más de 60 cuadros, una cifra insignificante para los estándares del siglo XVII. Muchos se preguntarán, ¿cuál es la razón? La razón es que la ejecución de cada una de sus obras requería una enorme cantidad de horas, no era extraño que algún visitante llegara a su estudio y encontrara lienzos sin terminar y a raíz de esto, Vermeer también es conocido como el pintor más lento de su tiempo.
Los últimos años de Vermeer fueron marcados por la pobreza, ya que no vendía muchas de sus obras y no podía terminar muchos de los encargos prometidos. Su situación se agravaba al vender sus obras a un solo coleccionista de la pequeña ciudad de Delft.
Como resultado, cayó en decadencia y de un día a otro, pasó de estar saludable a muerto. Vermeer pasó al olvido, ya que sin fotografías y con una cantidad limitada de obras de arte, no destacó entre los demás artistas, además, no tenía seguidores y el mundo se olvidó de su existencia, salvo por algunos pocos expertos en arte holandés. Más tarde, algunas de sus mejores obras fueron firmadas con los nombres de otros pintores holandeses para aumentar su valor monetario.
Después de casi dos siglos, Vermeer fue redescubierto por el crítico de arte Thoré-Bürger. Uno de los cuadros de Vermeer «Vista de Delft» conmovió tanto a Thoré que dedicó el resto de su vida a hojear colecciones de arte con la esperanza de recuperar las obras perdidas del artista y conocer más sobre su vida. Actualmente, todas las pinturas de Johannes Vermeer, excepto dos, están en las colecciones de arte más prestigiosas del mundo.
Análisis de la obra – Muchacha leyendo una carta
En la obra de arte “Muchacha leyendo una carta”, Vermeer se enfoca mucho en el detalle, desde el reflejo del rostro de la chica en el cristal de la ventana, hasta el detalle en cada cortina, dando a parecer que puedes ver de cerca a esta muchacha en un espacio real y en un momento privado.
Y es que Vermeer busca captar la atención de esta manera dando un atisbo de misterio y de intriga, con una composición bien ejecutada, donde se puede contemplar una mesa cubierta, en el cual descansa un plato con frutas, así como también se puede observar una silla dando un equilibrio perfecto donde como punto central se encuentra la protagonista de esta obra que a pesar de no ocupar mucho espacio en la totalidad del lienzo logra ser el eje de atención, logrando una completa armonía.
Asimismo, se puede asumir que esta obra fue ejecutada en 1657, sin embargo, años posteriores la obra de arte fue restaurada dando como resultado un aumento en su popularidad, ya que si se mira con atención se puede visualizar una parte más oscura en la pared, a raíz de esta especulación se hizo su restauración, se sospechaba que en dicha pared Vermeer había dibujado una alusión a un cuadro y que este fue tapado quizás por el propio artista y es así que se le hizo una radiografía en 1979 y se descubrió que era un cuadro de Cupido, el Dios romano del amor.
Aunque hay muchas especulaciones al respecto, en el año 2021 se descubrió que Vermeer no había tapado dicho cuadro, sino que lo hizo alguien tras la muerte del artista por razones desconocidas e incluso se especula que no fue Vermeer quien pintó esa parte de su composición, ya que según radiografías se encontró evidencia, donde el color del barniz era distinto, así como también su consistencia, hasta el momento no se sabe con certeza quien pintó a cupido sobre la “Muchacha leyendo una carta” y puede que esa interrogante no se llegue a resolver.
Sin embargo, ¿La interpretación de este cuadro cambia antes y luego de este hallazgo? Pues eso depende del análisis que cada persona, no obstante, hay varias suposiciones, como el hecho de que esta muchacha esté leyendo una carta de amor y esté a la espera de alguien especial, dándole una connotación romántica a la obra. Además, muchos opinan que ciertos elementos de la pintura representarían un amor prohibido, como la bandeja con frutas, que algunos opinan que es un símbolo de relación extramatrimonial.
Lo que sí podemos afirmar es que la presencia de cupido nos hace replantear la escena de lo que quiso transmitir Johannes Vermeer.
Bibliografía
Basaguren, M. (2023). Vermeer, el maestro de la luz y del color. Historia National Geographic. https://historia.nationalgeographic.com.es/a/vermeer-maestro-luz-color_19157