COMENTARIO HISTÓRICO ARTÍSTICO DE UNA ROSA DE ORO PARA LA ESPERANZA MACARENA
El pasado domingo, 22 de septiembre de 2024, amanecimos con la noticia de que el papa Francisco I otorgó la Rosa de Oro a la imagen de la Esperanza Macarena de Sevilla. Al momento, ríos de tinta (teclas de Twitter, hoy X) empezaron a elevar los titulares y verter medias verdades en torno a este título honorífico, como el caso de que en España sólo lo ostentan la Virgen de la Cabeza de Andújar y la Virgen de Montserrat de Barcelona.
Para empezar, estaría bien saber qué es la Rosa de Oro y así veremos que no es del todo cierto lo que el domingo se comentó. Es un título honorífico que el papa otorga a personalidades católicas, por lo que no sólo se otorga a tallas devocionales. Es más, se tiene constancia de que se lleva otorgando a reyes, emperadores e, incluso, edificios destacados desde el siglo XI. En cambio, no se ha otorgado a imágenes de la Virgen María hasta el año 1967.
La Rosa de Oro cuenta con flores y hojas, no tiene espinas y se coloca sobre un jarrón de plata de estilo renacentista. Se cubre con un estuche de oropel estampado con el escudo papal. Esta rosa es bendecida anualmente en el cuarto domingo de Cuaresma y está ungida con los santos óleos y con incienso.
Una de las historias más sonadas del origen de esta tradición se conoce gracias a la bula papal de León IX de 1049, cuando el papa quiso controlar el monasterio de Santa Cruz de Alsacia. Para ello, pactó que el papa tendría que ir anualmente el cuarto domingo de Cuaresma para celebrar allí las festividades de la Pascua llevando la rosa de oro.
Todo es una simbología de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, ya que la rosa es una de las flores que siempre nos vinculan a la sangre que derramó Jesús por todos nosotros, mientras que el oro nos habla de su Resurrección, “Ego Sum Lux Mundi”, “Yo soy la luz del mundo”.
Pero la tradición de que sea una ofrenda se remonta al año 1096, cuando el papa Urbano II se la otorgó al conde Fulco IV de Anjou y vino a sustituir la anterior costumbre que se remonta al siglo VIII de entregar unas llaves doradas de San Pedro. Como curiosidad, este mismo papa en 1091 condenó el matrimonio de Fulco con Bertrada, la que fue su quinta esposa, tras repudiar aún en vida a su cuarta mujer. Y no fue la primera vez que lo hizo, ya que tras quedar viudo de su primera compañera actuó del mismo modo con la segunda, que la llegó a encerrar en una fortaleza, y la tercera.
¿El por qué le entregó dicho honor a una figura tan deleznable? Pues seguramente porque el propio papa Urbano II estaba ganando favores para obtener apoyos en la Primera Cruzada (1096-1099) por Jerusalén, que casualmente se inicia el mismo año en que le otorga la Rosa de Oro a Fulco IV de Anjou. Si, fue este papa el que inició aquellos combites en Oriente y el mismo que podemos ver en el Museo de Bellas Artes de Sevilla representado por Zurbarán en “La Visita de San Bruno a Urbano II”, una de las pinturas que lucían en el Monasterio de la Cartuja de Sevilla hasta su expropiación.
Ya dijimos antes que no era una verdad completa lo de que sólo en España tengan ese título la Virgen de la Cabeza de Andújar y la Virgen de Montserrat, la Moreneta. Es una medio verdad porque sí son las únicas imágenes de la Virgen que la tienen, con ahora la Esperanza Macarena. Pero hay personalidades importantes de la Historia de España que si la consiguieron. De hecho, la segunda persona que la obtuvo fue el rey Alfonso VII, rey de Castilla y de León, en el año 1148.
Alfonso VII fue conocido como el Batallador y, sin duda, el papa Eugenio III premió su intención de conquista del sur peninsular en manos de los almorávides y almohades. Conquista Coria, Jaén y Córdoba. Incluso cuenta con el apoyo del propio papa, que alza un llamamiento al resto de potencias cristianas para la toma de Almería. A ella se sumó la flota genovesa y los cruzados franceses. La ciudad almeriense fue tomada en 1147. Un año después, el que rey, que se hizo nombrar años antes como Imperator totius Hispaniae, Emperador de toda España, recibió la Rosa de Oro del papa Eugenio III.
Posiblemente, una de los mayores símbolos de la Historia de España, Isabel I de Castilla, recibió del papa Alejandro VI la Rosa de Oro en 1493. Por la fecha, es evidente que ya había obtenido suficientes méritos como unificar los reinos enfrentados durante siglos de Castilla y Aragón, conquistar toda la península bajo el dominio católico tras la toma del reino nazarí de Granada y el descubrimiento de un Nuevo Mundo en 1492, que abría las puertas a convertir nuevos cristianos.
Pero no todo fueron reyes y reinas los que recibieron dicho título en España. Muy vinculado a la reina Isabel, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, también obtuvo la Rosa de Oro en 1497 del mismo papa Alejandro VI tras la liberación de Roma que un corsario, bajo mandato francés, estaba realizando al puerto de Ostia. El general español salvó a la ciudad tras cinco días de bombardeos, fue aclamado por todos los romanos y recibido personalmente por el papa que le otorgó este título, como se puede ver bien reflejado en la serie Isabel de RTVE, y el estoque bendito, otra ofrenda bendecida por Su Santidad que se entregaba a quien defendiera la fe católica del infiel.
Es curioso como el título de la Rosa de Oro a partir del siglo XVI se va feminizando, otorgándose a mujeres para trasladar la imagen de esposas e hijas cristianas ejemplares. Contamos con bastantes casos en España:
- En 1557 el papa Paulo IV se lo entrega a María Enríquez Álvarez de Toledo, la prima y esposa de Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III duque de Alba de Tormes. La mano derecha del rey Carlos I y de Felipe II.
- Año 1591 Isabel Clara Eugenia, infanta de España e hija de Felipe II, recibe la Rosa de Oro del papa Gregorio XIV.
- Clemente VIII le da la Rosa de Oro en 1598 a Margarita de Austria-Estiria, esposa de Felipe III de España.
- María Ana de España, hija de Felipe III y esposa de Fernando III, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, lo recibe del papa Urbano VIII en 1630.
- Será en 1649 cuando se lo cedan a Mariana de Austria, esposa de Felipe IV de España de manos del papa Inocencio X.
- La hija de Felipe IV y hermana del rey Carlos II de España, María Teresa de España, esposa de Luis XIV de Francia, el rey sol, recibiría la Rosa de Oro en 1668 bajo el mandato del papa Alejandro VII.
- María Luisa Gabriel de Saboya, esposa de Felipe V de España, consiguió la Rosa de Oro en 1701, bendecida por el papa Clemente XI.
- Hasta después de siglo y medio después no se otorgaría este honor a otra personalidad española como la reina Isabel II de España en 1868 por mandato del papa Pío IX.
- También lo recibiría la viuda de Alfonso XII de España, la reina regente María Cristina de Austria en 1886 de manos del papa León XIII.
- La última Rosa de Oro entregada a una personalidad española sería para la mujer del último rey Borbón antes de la llegada de la II República, Victoria Eugenia de Battemburg, esposa de Alfonso XIII de España en el año 1893 por el papa Pío XI.
Pero después de hablar de tantas mujeres que han recibido el título de la Rosa de Oro, vamos a mencionar a la primera de todas en recibirlo, que fue la reina Juana I de Nápoles. La historia se remonta a cuando el rey Roberto muere y dejó su voluntad de que su hijo Andrés debía ser coronado y no Juana. Juana con 17 años contó con el apoyo de la nobleza y, sobre todo, de la Santa Sede. El papa Clemente VI anuló los derechos de Andrés y coronó a Juana como reina de Nápoles. En 1348, Juana, como agradecimiento, vende al papado la ciudad de Aviñón que tendrá gran importancia en adelante.
El papa Urbano V en el año 1348 le otorgó la Rosa de Oro como ejemplo de cristiandad y apoyo a la Santa Sede. Pero la historia torna en tragedia cuando sucede el Cismo de Occidente a partir de 1378, situándose Juana a favor del nuevo papa proclamada en Aviñón, Clemente VII. El papa napolitano, Urbano VI depuso y excomulgó a la reina, que acabó cayendo prisionera y siendo asesinada por el nuevo rey de Nápoles, Carlos III.
El título de la Rosa de Oro no sólo lo han recibido personas, también edificios de gran prestigio para el mundo católico. El primero fue la iglesia de San Justo de Lyon en el año 1244 por el papa Inocencio IV, seguido de la iglesia de Santo Domingo de Perugia en el 1304 bajo la bendición de Benedicto XI. Cuentan también con este honor la basílica de San Pedro de Roma (1369), la basílica de Santa María la Mayor de Roma (1551), la basílica de Santa María Sopra Minerva de Roma (1607), el Sancta Santorum de Roma (1610), la catedral de Santa María de la Asunción de Siena (1658), la catedral de Santa María de la Asunción de Cingoli (1830), la basílica de San Marcos de Venecia (1833), la iglesia de San Antonio de los Portugueses en Roma (1870), Santuario de Nuestra Señora de Lourdes (1877) y la última en recibirlo fue la iglesia de Santa Catalina de la ciudad hindú de Goa (1953).
Para rematar, hay entidades que han recibido el título de la Rosa de Oro, como el caso de la República de Florencia (1419) a la que el papa Martín V le donó tan preciado obsequio. Es más, esta ciudad recibiría otra Rosa de Oro de manos del papa Eugenio IV para consagrar la nueva catedral. También obtuvo el título la República de Lucca (1564) por orden del papa Pío IV.
En cuanto a las devociones marianas la primera en recibirla fue Nuestra Señora de Fátima en Portugal en el año 1967 por el papa Pablo VI en 1967. Aquí hay una curiosidad en cuanto a títulos, que se ha llegado a decir que es un título único o que está por encima de las coronaciones canónicas. Ni una lleva a la otra, ni son incompatibles y, sobre todo, la Rosa de Oro es acumulable. Es decir, la Virgen de Fátima, por ejemplo, tiene 3. La mencionada, la segunda se la entregó el papa Benedicto XVI en 2010 y la tercera por el papa Francisco I en 2017.
Lo que queda en evidencia es que no es un título que sólo se otorgue a imágenes devocionales, sino más bien todo lo contrario. Históricamente, durante 9 siglos ha sido entregada a personas importantes, mayoritariamente de la realeza, a edificios e incluso a Estados. Y no será hasta pasado la mitad del siglo XX cuando se empezó a ofrecer a la Virgen María. Es más, no llevamos ni un siglo con esta tendencia.
Las grandes devociones de la Virgen María han recibido esta mención. Caben destacar la Virgen de Luján, Nuestra Señora de Guadalupe, Nuestra Señora de Loreto, Nuestra Señora de la Antigua, entre otras.
En España, la primera en recibirla fue Nuestra Señora de la Cabeza, de Andújar, de manos del papa Benedicto XVI en 2009. Con ella el Santo Padre quiso reconocer el patronazgo de la imagen sobre la Diócesis de Jaén y la gran historia de su romería, la más antigua de España. No sería hasta el pasado año 2023 cuando otra imagen española lo recibió, la Virgen de Montserrat a través del papa Francisco I. Con este título quiso reconocer a la cofradía de Montserrat, que durante más de 800 años ha estado difundiendo la devoción de la patrona de Cataluña.
Ahora lo recibe la Esperanza Macarena de Sevilla, un obsequio que se recibirá en las vísperas del próximo II Congreso Internacional de Hermandades y Piedad Popular que se celebrará en la ciudad hispalense en el mes de diciembre y que tendrá como culmen una magna procesión con las grandes devociones de la ciudad, entre las que destacan el Gran Poder, la Virgen de los Reyes, el Cachorro, la Esperanza de Triana y la Macarena, además de imágenes marianas de la provincia.
Asi que, España ya puede presumir de tener una triada mariana con el título honorífico de Rosa de Oro, y como escribió Francisco Imperial:
Por una gentil floresta
de lindas flores e rosas,
vide tres damas fermosas
que de amores han recuesta
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