Luisa Roldán

LUISA IGNACIA ROLDÁN -La Roldana- (8 de septiembre de 1652 en Sevilla 1706 Madrid) 

Luisa Roldán, hija de Teresa Ortega y Villavicencio y del escultor Pedro Roldán, nace en  Sevilla el 8 de septiembre de 1652. Luisa desde pequeña comenzó a formarse en el taller  de su padre, debido, entre otras cosas, a la falta de un hijo varón que continuara el trabajo familiar. No fue extraño que tanto Luisa como sus hermanas se formaran en el taller  paterno, pues otras mujeres en la época también lo hicieron como es el caso de las hijas  de Juan Valdés Leal o las de Pedro de Mena.

No sólo la producción de Luisa se vio  influenciada por los haceres de su padre, sino también por artistas de la época que tuvieron  una estrecha relación con Pedro Roldán, como es el caso del ya mencionado Juan Valdés  Leal. Se han querido ver la coautoría de padre e hija en obras como el San Fernando de  la Catedral de Sevilla, encargo realizado con motivo de su canonización. 

De estos primeros años de producción de Luisa cabe destacar una pequeña  escultura de la Cabeza de San Juan Bautista niño del Museo de Bellas Artes de Sevilla,  en la cual podemos apreciar el estilo de la artista, siendo siempre muy dulce en las  facciones.  

En 1671 contrajo matrimonio cuando contaba con la edad de diecinueve años con Luis Antonio de los Arcos, también escultor formado en el taller de Pedro Roldán. Sin embargo, la ceremonia no se celebró como cabía esperar, ya que el padre de Luisa se negó  a la unión por lo que no estuvo presente. La pareja tuvo un total de seis hijos, aunque solo  dos sobrevivirían a Luisa. Tras la unión, Luisa se separó de su padre y por tanto del taller,  momento en el que empieza a trabajar mano a mano con su marido.  

Dentro de esta producción cabe destacar el conjunto procesional para la Exaltación de Cristo de Sevilla, para la cual La Roldana realiza varias esculturas. Pronto comenzaron Luisa Antonio de los Arcos y Luisa Roldán a recibir encargos de Cádiz, entre otros el Ecce Homo que se encuentra en la catedral.

Ecce Homo

En torno a 1684 la pareja se trasladó definitivamente a esta ciudad, haciendo obras tanto para la propia ciudad de Cádiz, como para los pueblos cercanos. Luisa Roldán será la encargada de realizar las esculturas de los  patronos de la ciudad, San Servando y San Germán.  

San Servando y San Germán

En torno a 1689, por motivos que desconocemos, se traslada a Madrid, al menos,  con dos de sus hijos y su marido. En 1692 consigue un hito histórico en la historia del arte: fue nombrada escultora de cámara de Carlos II. Aunque obtuvo el prestigio y  comenzó a recibir encargos del rey, nunca percibió un salario digno.

Serán numerosas las  peticiones de la artista para que le aumenten el salario, así como las de Luis Antonio para que le den trabajo. Creemos, por tanto que en todos los años que vivieron en Madrid lo hicieron en situación de pobreza, como posteriormente se vería en la declaración que hizo  Luisa unos días antes de su muerte, de la que se hablará más adelante.  

Uno de los primeros encargos que recibe de Carlos II es San Miguel venciendo al  demonio, pensado para decorar el Monasterio de El Escorial y actualmente en las Galerías  de Colecciones Reales en Madrid. Es una escultura única, siendo su rasgo más destacable  el dinamismo, con una postura en contraposto perfecto.

San Miguel venciendo al demonio

Probablemente se inspirara en obras napolitanas para la realización de esta escultura, que mide más de 2 metros y pesa  más de 150 kilos. En esta y en tantas otras posteriores podemos ver ya como Luisa Roldán  firma como escultora del rey. Uno de los pocos relieves que realizará, una Virgen con el  niño de la Catedral de Santiago de Compostela es otro ejemplo de su producción que  también cuenta con su firma.  

Realizará, también por encargo del rey, Jesús Nazareno, una obra que iba a ser  una regalo para el Papa pero que termino en el Convento de las clarisas de Sisante en  Cuenca.  

Luisa Roldán vivió en las Casas del Infantado, en la entonces calle del Gato, actual calle de San Buenaventura en Madrid. Desconocemos los motivos de por qué su  residencia fue esta durante su estancia en la villa, aunque debió de tener una relación  estrecha con el Duque del Infantado, pues este fue mecenas de algunas de sus obras.  

En 1699 falleció su padre, Pedro Roldán. Un año más tarde falleció el rey Carlos  II, siendo sucedido por Felipe V. No sería hasta el 9 de octubre de 1701 cuando fue  aceptada por el nuevo rey como escultora de cámara tras haber realizado dos esculturas  de terracota. Una de esas esculturas es la obra La sepultura de Cristo, una obra con gran  emoción, que busca la meditación por devoción gracias a las expresiones de las caras y  las posiciones en las que se encuentran las figuras que rodean al cuerpo de Cristo. 

Su producción se caracteriza no sólo por las obras en madera, sino principalmente  por las realizadas en terracota, dos ejemplos son el conjunto escultórico de San Joaquín,  Santa Ana y la Virgen Niña, así como el de Primeros pasos de Jesús; ambos en el Museo  de Guadalajara.  

Hay que destacar que en muchas de las obras de Luisa anteriores a su declaración  como escultora de cámara no aparece su nombre, sino el de su marido, Luis Antonio, pues  era él quien firmaba los contratos. Actualmente se han separado las obras y se han  considerado que las de menor calidad son las que realmente salieron de las manos de Luis Antonio. Sin embargo, actualmente la mayoría de las obras que realizó en este último periodo han sido atribuidas a ella ya que no tenemos registros. 

Cinco días antes de su muerte, estando ya muy enferma hace una declaración de  extrema pobreza, en la que pide a la caridad que se hagan cargo de su sepultura. El 10 de enero de 1706 es declarada Académica de Mérito de la Academia di San Lucas de Roma. Ese mismo día, desgraciadamente, también fallece.  

Luisa Roldán (“La Roldana”): Alma barroca, arte eterno

BIBLIOGRAFÍA

  • PALOMINO DE CASTRO Y VELASCO, Antonio Acisclo, El museo pictorico y escala  óptica: El parnaso español pintoresco laureado, Madrid, 1796 
  • CEÁN BERMÚDEZ, Juan Agustín, Diccionario de los más ilustres profesores de las  bellas artes en España: tomo IV, Madrid: Real Academia de San Fernando, 1800. 
  • Museo Nacional de Escultura, visita a la exposición temporal. 

WEBGRAFÍA

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